El hambre apremia en Venezuela: ciudadanos sufren la parte más dura de la crisis

En ese país hay familias que comparten una presa de pollo o arañan el asfalto por comida, madres que regalan sus hijos o niños que mueren por desnutrición.
Venezuela tiene hambre y el mundo entero lo sabe. Imágenes como estas le han dado la vuelta al mundo y han sido traducidas en casi todos los idiomas.
“Eso que ven ustedes ven en las noticias que los venezolanos están aguantando hambre, eso no es un invento de los medios, eso no es porque nosotros seamos de la oposición, esa es la real situación de los venezolanos”, señalaba en días pasados Henrique Capriles.
Realidad que riñe incluso con la propia dignidad, de hombres y mujeres, que han tenido que rebuscarse la comida incluso arañando el asfalto.
El desespero ha llevado a límites inimaginables. Por ejemplo, ante la falta de alimento, una mujer indígena intentó regalar a sus dos hijas.
Entre enero y febrero de este año, reportes médicos confirmaron la muerte de al menos cinco niños en el estado Bolívar por causas asociadas a desnutrición. El ejemplo más crudo es el que se vive día a día en los comedores de los venezolanos.
En un humilde hogar, por ejemplo, nueve adultos y cuatro niños comparten un trozo de pollo. Un bocado que se hace amargo cuando se recuerda la muerte de un pequeño de la familia, que falleció por el hambre.
Incluso ya se ha vuelto común hablar con ironía de la llamada “dieta de Maduro”.
La más reciente encuesta de condiciones de vida realizada en 2016 en más de 6.000 hogares de Venezuela, reveló que la línea de pobreza aumentó de 48% a 81%. La encuesta refleja que el 74% de los venezolanos ha perdido hasta 8 kilos de peso por la escasez y el alto costo de los alimentos.