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En cuestión de minutos, adolescente murió por COVID mientras comía una galleta

“Tengo miedo”, eso fue lo último que dijo a sus papás, pues llevaba varios días con vómito y diarrea. Solo tras su fallecimiento descubrieron que estaba contagiado con coronavirus.

joven muerto covid.jpg
Tomado de gofundme.com/f/our-beautiful-isai

Isai Morocho, un adolescente de 16 años que estudiaba en una universidad de Madison, en Wisconsin, murió por COVID-19, pese a que la prueba que le hicieron en vida arrojó negativo.

Su papá, Milton Morocho, contó entre lágrimas cómo murió de repente frente a sus ojos, sin que pudiera hacer algo por salvarle la vida.

El joven enfermó un día antes del Día de Acción de Gracias y al llevarlo al hospital "nos mandaron al respiratorio, que es donde atienden a las personas con sospecha de COVID", dijo Milton.

Al hacerle la prueba salió negativa y los médicos señalaron que se trataba de “un virus estomacal, que es común en estas épocas. Nos recomendaron que le diéramos muchos fluidos y no comida sólida”, relató.

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Según el papá del adolescente, su hijo se veía bien, pese a que los síntomas persistían.

Sin embargo, después de tres días el vómito se incrementó y al llevarlo nuevamente al hospital “le revisaron el corazón, los pulmones. Los pulmones estaban limpios, el corazón estaba latiendo bien, no quisieron hacerle una prueba de COVID”, dijo.

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No obstante, el consternado papá reconoció que temía que se tratara del coronavirus pese a lo inusual de los síntomas.

El día de la muerte de Isai, contó su papá, “él estaba sentado en el sillón… me dijo ‘I’m sorry, papi. Estoy bien, pero tengo mucho miedo”.

Milton intentó calmarlo respondiéndole “todo está bien, mijo, no tienes COVID, solo tienes ansiedad, respira suave, con tu estomaguito, para que te relajes”.

“Ya me siento bien”, le contestó el adolescente y le pidió algo de comer porque tenía hambre. Como seguía enfermo del estómago, le ofrecieron una galleta y cuando empezó a comer “noté que ya no estaba, fue tan rápido, demasiado rápido”, dijo su papá y rompió en llanto.

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“Traté de reanimarlo, porque donde trabajo nos dieron clases, hasta que llegara el 911, y no se pudo más”, agregó en medio del angustiante relato.

La familia de Isai no sabe cómo se contagió de coronavirus y asegura que el joven no tenía comorbilidades.

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Ahora, recauda fondos para poder solventar los gastos para el funeral del adolescente.

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