El estremecedor crimen de un niño ocurrido hace 50 años en Massachusetts, Estados Unidos, fue esclarecido por las autoridades hallando responsable a un sacerdote católico cercano a la familia de la víctima.
Se trata del caso de Danny Croteau, de 13 años, quien fue encontrado muerto en el río Connecticut en Chicopee, Massachusetts, el 15 de abril de 1972.
“La búsqueda de respuestas y pruebas de lo que le sucedió a Danny se ha producido durante más de 49 años”, indicó en un comunicado la oficina del fiscal de distrito de Hampden.
Luego de cinco décadas, el sacerdote Richard R. Lavigne fue encontrado responsable de la muerte del niño. Sin embargo, cuando se estaba tramitando la orden de arresto en su contra, los investigadores fueron enterados de que el victimario falleció el pasado 21 de mayo.
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De acuerdo con el informe del fiscal, Lavigne era un sacerdote católico y amigo de la familia Croteau y Danny, el menor de cinco hermanos, quienes habían servido como monaguillos y habían ayudado a Lavigne en la misa. Este hombre con frecuencia llevaba a algunos de los muchachos a excursiones sin sus padres.
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Después de la muerte del menor, “Lavigne se convirtió en una persona de interés para los investigadores en las primeras etapas de la investigación debido a las declaraciones inconsistentes e inusuales que dio en los días posteriores al asesinato. Los investigadores también determinaron que inicialmente mintió sobre la última vez que había visto a Danny, y testigos disputaron la afirmación de Lavigne de que nunca estuvo solo con Danny. Además, también fue observado solo en la orilla del río".
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Misteriosa llamada
Uno de los primeros indicios que apuntó hacia el sacerdote fue una extraña llamada realizada a la casa de la familia Croteau la cual advertía lo que estaba por venir. "lamentamos mucho lo que le pasó a Danny. Vio algo que no debería haber visto. Fue un accidente", dijo un hombre al otro lado del teléfono.
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Quien contestó fue Carl Croteau Jr., el cual aseguró que la persona no se identificó, pero la voz se le hizo conocida y le pareció a la del padre Lavigne.
Resolución del caso
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Una carta, donde el presunto homicida aceptaba su responsabilidad en el hecho, volvió a poner el foco de la investigación sobre el sacerdote.
"En 2004, le mostró a un conocido, un empleado de la Diócesis de Springfield, que recibió una carta mecanografiada y sin firmar por correo, y dijo además que debía haber sido escrita por el propio asesino por la culpa que describía. Esta persona documentó estas conversaciones con Lavigne en correos electrónicos a sus superiores en la Diócesis; sin embargo, esta no notificó a los investigadores de la existencia de la carta hasta que se vieron obligados", añadió la oficina del fiscal en una nota de prensa.
Un estudio de lingüística forense practicado al documento no descartó que fuera el mismo sacerdote, quien hubiera escrito la carta.
Entre abril y mayo de este año, se realizaron una serie de entrevistas en las cuales "Lavigne se negó a admitir específicamente que mató a Danny Croteau. Sin embargo, hizo varias declaraciones para indicar que fue la última persona que lo vio con vida, que lo llevó a la orilla del río el 14 de abril de 1972, que lo agredió físicamente allí, y luego de dejarlo y regresar al poco tiempo lo encontró flotando boca abajo en el río. Dijo además que no intentó rescatarlo ni alertar a los padres ni a la policía sobre el paradero o la condición de Danny".
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Lavigne había sido destituido por la Iglesia católica en 2004 por numerosas denuncias sexuales en su contra, informó Mark Dupont, portavoz de la Diócesis de Springfield.
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