Fortuna de la mujer más rica del mundo quedará en manos de la hija con la que peor se la llevaba

Liliane Bettencourt, dueña de L'Oréal y quien tenía bienes por 40.000 millones de dólares, sufría alzheimer y familiares se habrían aprovechado de ella.
Los restos de la multimillonaria mujer fueron transportados en carro fúnebre hacia una iglesia de París, donde se le dio una última despedida. Su fallecimiento se produjo a los 94 años.
Bettencourt, se mantenía al margen de la escena pública desde 2012, año en el que abandonó el consejo de administración de L'Oréal y su rol de directiva del grupo.
En los últimos años, el nombre de Bettencourt se vio salpicado en una batalla judicial después de que varios de sus allegados fueran condenados por "abuso de confianza" tras haberse beneficiado de donaciones de la anciana.