Una mujer de 83 años que había sido reportada como desaparecida hace 31 años en Pensilvania,Estados Unidos, fue encontrada hace una semana viviendo en un geriátrico en Puerto Rico.
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El esposo de Patricia Kopta, Bob, denunció su desaparición en el año 1992 y fue descrita como la típica mujer estadounidense quien disfrutaba de pasar tiempo con su pareja y asistir a misa todos los domingos.
No obstante, después de perder su trabajo como operadora de ascensor, su esposo indicó que comenzó a notar cambios en la salud mental de Patricia, pues con el tiempo dejó de volverse una devota católica y más adelante empezó a tener comportamientos irracionales.
De acuerdo con información de CBS News,la hermana de ella, Gloria Smith, afirmó que Patricia había visto un ángel y en algún momento declaró ser la madre de Dios. Con el tiempo, comenzó a advertir a las personas de su comunidad de la llegada del Armagedón tras un desastre nuclear.
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La gente la comenzó a llamar como ‘El gorrión' porque comenzó a predicar en el centro de Pittsburgh. Su familia indicó que ella sufría de problemas de salud mental y le tenía miedo de ser internada en una institución psiquiátrica. Sin embargo, en junio de 1992 simplemente desapareció.
Aunque no fue declarada oficialmente como desaparecida hasta noviembre del 92, los primeros meses de búsqueda fueron muy angustiosos para sus familiares porque nadie entendía dónde podía haber ido. Incluso, las autoridades habían pedido ayuda de una psíquica para que colaborara en la investigación.
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El esposo de Patricia había escuchado alguna vez que a ella le gustaría ir a Puerto Rico por el clima y hasta Bob pagó por publicidad en periódicos de la isla con fotos de su pareja, pero no obtuvo resultados. Siete años después, en 1999, esta mujer fue declarada como muerta, pero ahora, en el 2023, esta historia tomaría un rumbo de 180 grados.
Una trabajadora social puertorriqueña y un agente de la Interpol llegaron al condado de Ross afirmando que pudieron haber encontrado a la mujer desaparecida en un geriátrico del país caribeño.
Todo parece indicar que Patricia había llegado a Puerto Rico en un crucero y admitida en el recinto clínico en 1999. Durante años se negó a hablar de su vida, pero con el tiempo y el deterioro de su salud mental, comenzó a dar detalles de quien era realmente.
Los detalles dichos por la mujer permitieron identificarla, según contó el jefe de la Policía del condado de Ross, Brian Kohlhepp. Gracias a unos exámenes de ADN se pudo confirmar la identidad de Patricia Kopta y su esposo Bob y su hermana Gloria fueron informados de este descubrimiento.
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Aunque esta historia pudo tener un final feliz, no lo fue del todo, ya que su hermana dice tener la intención de verla en el geriátrico, pero su esposo se conformó con saber que ella está bien cuidada.
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