En medio de un ambiente esperanzador, mientras arrancaba la jornada de vacunación contra el COVID-19 en Italia, el papa Francisco dedicó gran parte de su tradicional Ángelus para elogiar al personal de la salud por su compromiso.
"Pienso en los médicos, enfermeras y en todos los trabajadores de la salud cuyo gran compromiso al frente de la lucha contra la propagación del virus ha tenido repercusiones importantes en su vida familiar", dijo.
En su oración, desde un atril de la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, también recordó a las víctimas de la pandemia en Italia, país que registra la cifra más alta de muertes por coronavirus COVID-19en Europa: más de 70 mil fallecidos desde que se conocieron los primeros contagios.
"Mi pensamiento va en particular a las familias que en los últimos meses han perdido a un ser querido o han sido golpeadas por las consecuencias de la pandemia", comentó el pontífice.
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Año de la familia
Además, anunció que el próximo será el 'Año de la familia' e hizo énfasis en el valor educativo del núcleo familiar fundado en el amor. Instó a darle prioridad y cuidado a tres palabras: permiso, gracias, perdón.
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"Permiso para no ser invasivo en la vida de los demás. Gracias de tantas ayudas de tantos servicios, agradecer siempre. La gratitud es la sangre del alma noble. Y, luego, la más difícil de pronunciar: disculpa, porque siempre hacemos cosas feas y alguien se siente ofendido", puntualizó.
Italia está aplicando un toque de queda estricto hasta los primeros días de enero. Las personas solo pueden salir de sus casas para ir a trabajar, al médico o hacer compras, por lo que, en un hecho histórico, esta vez la plaza de San Pedro no fue visitada por miles de peregrinos para asistir al Ángelus.
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