El mandatario de San Pedro Huamelula le dio el sí a la ‘niña princesa’, una reptil que acudió a la boda vestida de blanco inmaculado.
El curioso matrimonio en realidad es un ritual indígena de más de dos siglos. Según indígenas de la región de Oaxaca, esto favorece a los pescadores y campesinos del lugar.
“Juego un papel, no de autoridad, sino como esposo de una lagarta que ellos, los mareños, llaman la princesa”, dijo Víctor Aguilar Ricardez, alcalde de San Pedro, antes del ritual.
Según la leyenda, dos pueblos indígenas mexicanos, los huaves y los chontales, mantenían una agria disputa territorial que solo pudo ser dirimida por la unión entre los hijos de los reyes de ambos pueblos.
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El matrimonio simbólico entre el gobernante y la reptil conmemora justamente dicha unión. La largarta en esta ocasión fue bautizada como la esposa del alcalde, Ema Narváez.
Tras la boda, la pareja desfiló por las principales calles del pueblo.
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Hoy se casó la "lagarta" en San Pedro Huamelula comunidad chontal en la región del #Istmo #Oaxaca #ViernesProductivo pic.twitter.com/D4jE0tYv8h — Ivonne Favela (@ivonnefavela) 1 de julio de 2017
Posteriormente se hizo un baile, considerado como un acto de agradecimiento a los dioses indígenas.
El acto hace parte de las fiestas patronales de la población.
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