Un adolescente que fue
Liu Xuezhou, un muchacho chino, contó que en diciembre pudo encontrarse con sus padres biológicos gracias a una prueba de ADN y una campaña en línea. Pero tras verse, le dijeron que no deseaban mantener contacto con él, pues se habían divorciado y rehicieron sus vidas con familias diferentes.
En 2005, cuando nació, fue vendido a sus padres adoptivos, quienes lo acogieron con amor. Sin embargo, fallecieron en un accidente de tránsito y quedó huérfano, prácticamente por segunda vez, reveló la
Lo acogieron sus abuelos putativos y otros parientes de su nueva familia. Ahora vive de trabajos ocasionales y de un subsidio para jóvenes huérfanos que da su país.