En un encuentro en Roma, horas antes de su regreso a Colombia, la
La
“Al caminar por la arena siempre vi en las huellas que Dios me manifestaba su amor. Él me había escogido y estaba segura de que él me sostenía", comentó la hermana Gloria Cecilia Narváez.
Contó también que estar en un solo sitio de cautiverio no era muy seguro para el grupo terrorista y que sus días y noches transcurrían entre caminatas y la posibilidad de escribir.
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“Mis días no eran tan seguros de permanecer en un solo lugar, dependía de lo que tenían los grupos armados. Los días que permanecíamos estables me levantaba muy temprano, contemplaba el salir del sol, escribía en hojas de un cuaderno con carbón manifestándole a Dios mi confianza”, narró.
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Dijo que siempre permanecía serena y tranquila.
“Caminaba un poco porque no podía alejarme del campamento. Me decían puedes ir de aquí a aquí, no te apartes tanto, no vayas lejos, este es tu espacio”, recordó la hermana Gloria Cecilia Narváez.
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También habló de cómo eran sus noches en medio del cautiverio: “Por la noche me acostaba muy temprano, como a las 6:30 p.m., me sentaba a contemplar el cielo”.
Hoy la
“Mi mamá hace un año murió, pero era una mujer de fe, que oraba mucho por mí, por todos. Estoy muy contenta de volver a ver a mi familia”, puntualizó.
La hermana llegará esta noche a Colombia y su congregación y la Iglesia católica ya le preparan un gran recibimiento.