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"Le veo fresco como una lechuga", le dijo papa Francisco a Correa

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El papa le dijo que lo ve "fresco como una lechuga", tras saludarle con un fuerte abrazo y preguntarle como estaba él y como seguía su madre. El mandatario le respondió: "Para mí es un honor estar aquí".
Correa también se reunió con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Tarcisio Bertone, y con el arzobispo Dominique Mamberti.
"En las conversaciones, que han tenido lugar en un clima de cordialidad, se ha tratado de la relevante aportación de la Iglesia Católica en los diversos sectores de la vida social del país y de la importancia de un diálogo sincero y permanente entre la Iglesia y el Estado para hacer frente a los retos fundamentales de la sociedad", informó el Vaticano.
El papa y Correa también hablaron de "la centralidad de la justicia social y del valor de la solidaridad."
"Asimismo se ha hablado de asuntos de actualidad de la región (latinoamericana), del respeto de las poblaciones indígenas, de su cultura y de la protección del ambiente", subrayó el Vaticano.
Acompañado de un séquito formado por doce personas, Rafael Correa llegó al Vaticano pocos minutos antes de las once de la mañana (hora local).
La comitiva, formada por siete automóviles, escoltados por la Policía italiana, atravesó la plaza de San Pedro -colmada de fieles y turistas- y entró en el pequeño Estado por el Arco de las Campanas, reservado a jefes de Estado y de Gobierno.
En el patio de San Dámaso le rindió honores un piquete de la Guardia Suiza y fue recibido por el Prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, quien le acompañó hasta la sala del Tronetto, anexa a la biblioteca privada, lugar del encuentro, donde le recibió el pontífice.
Tras fundirse en un fuerte abrazo y en un ambiente de gran cordialidad, Francisco le dijo: "Que gusto verle otra vez, ¿Como está su madre?".
Correa, que vestía la tradicional camisa blanca, sin cuello, bordada, agradeció con una amplia sonrisa las palabras del papa y el interés por su madre.
Después Francisco y Correa pasaron a la biblioteca privada, donde se sentaron frente a frente.
Concluida la audiencia, entró en la sala el séquito del presidente, del que formaba parte, entre otros, el secretario de Planificación y Desarrollo, Fander Falcony; el secretario nacional de Comunicación, Fernando Alvarado, y el embajador de Ecuador ante la Santa Sede, Luis Latorre.
Tras las presentaciones, Correa regaló al papa un sombrero de paja toquilla -el conocido como "panamá"- hecho en Ecuador, un cuadro con la imagen de la Virgen Dolorosa y el libro "La Estrella del camino. Apuntes para el estudio del Belén barroco de Quito", sobre la tradición del Portal de Belén que se hace en la capital ecuatoriana, otra de Francisco Manuel Valiñas López.
Correa llegó al Vaticano procedente de Milán (norte de Italia), donde se reunió con empresarios locales y con la colonia ecuatoriana que vive en el norte de Italia.
Desde el Vaticano se trasladó a España, última etapa de la gira por Europa del mandatario, que también le ha llevado a Alemania.
Correa visitará Madrid y Valencia, donde se reunirá con la colonia ecuatoriana y con empresarios españoles.
Vaticano

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