En la ciudad de Zaragoza, España, un taxista vivió uno de los momentos más angustiantes de su vida luego de que un transeúnte se subiera a su auto en un cruce peatonal y le solicitará un recorrido “al infierno”.
Según contó el conductor de transporte público, manejaba su taxi cerca a un reconocido restaurante cuando un hombre, que parecía estar ebrio, le hizo la parada.
El taxista, desconfiado, decidió no parar y continuar con su camino, pero metros más adelante, cuando se detuvo en un cruce peatonal, el hombre se apresuró, abrió la puerta e ingresó al vehículo.
Al pedirle una dirección de destino, el pasajero se limitó a decir “lléveme al infierno”. Extrañado, el taxista volvió a preguntar y obtuvo la misma respuesta.
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Momentos después, el pasajero se abalanzó sobre el taxista y empezó a estrangularlo para robarle el dinero que llevaba.
En medio del desespero por la situación, el afectado vio que cruzaba una patrulla de la Policía y, como pudo, le hizo señales de luces para que se acercara.
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Cuando los oficiales intervinieron, el pasajero, que según las autoridades es un hombre nicaragüense, los atacó y lesionó. Sin embargo, lograron capturarlo.
A pesar de las pruebas y las lesiones sufridas por las víctimas, el juez que tomó el caso del pasajero que quería “ir al infierno” decidió dejarlo en libertad.
De acuerdo a las declaraciones del victimario, había estado bebiendo durante varias horas y acababa de perder su trabajo.
Por su parte, el abogado defensor de las víctimas pedía cárcel por los delitos de atentado, daños, lesiones leves y robo con violencia, indicaron medios internacionales.
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