Guillermo Lasso fue elegido en su tercera aspiración como presidente de Ecuador. El millonario exbanquero conservador tendrá la oportunidad de dar un timonazo en el rumbo de su país, tras 14 años de orientación izquierdista. La aguda crisis económica es solo uno de muchos retos que tiene por delante.
Lasso llega a gobernar a un país dividido y seriamente lastimado por la crisis sanitaria y económica que desencadenó la pandemia del COVID-19.
Ecuador sufre de una masiva pérdida de empleos y un incremento en la pobreza. Los datos más recientes apuntan a que el producto interno bruto del país cayó 8,8 por ciento en el tercer trimestre de 2020.
El país, cuya economía depende de la producción de petróleo, entró en una gran crisis tras la caída de precios del hidrocarburo de 2014, cuando Rafael Correa era presidente.
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Lenin Moreno, el actual mandatario, firmó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el que renegoció la deuda de bonos soberanos en plena pandemia.
“Lasso va a tener grandes dificultades para gobernar porque está encabezando un partido pequeño con minoría en el congreso, con distintas fuerzas de izquierda fuerte en el congreso, entonces va a tener que buscar acuerdos con Yaku Pérez y va a tener un desafío muy grande para lograr una gobernabilidad aceptable en los próximos años”, explicó el profesor de la Universidad El Rosario Yann Basset.
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En las relaciones bilaterales con Colombia también hay desafíos.
“Es una buena noticia para las posibilidades de cooperación para los dos países, sobre todo para la gestión de la frontera, ahora bien, el gobierno de Colombia está de salida, así que toca ver qué pasa en las otras elecciones para saber qué podemos augurar para la relación de los dos países”, indicó Basset.
Pero, en América Latina, la elección de Guillermo Lasso significa una jugada en el ajedrez político de la región.
“El ajedrez regional tiene unos componentes muy particulares, la única cosa que quizás vale la pena resaltar es la extremada fragmentación que hay en las fuerzas políticas”, explicó Basset.
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Marcelo Caruso, analista internacional, manifestó: “Evidentemente lo que se detienen son los planes que ya estaban realizándose para recuperar Unasur y la integración de América Latina”.
Además, para Caruso es posible que el proceso de paz con el ELN siga empantanado con la llegada de Lasso al poder.
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