Luis Antonio Tagle, la estrella de la nueva evangelización

Luis Antonio Tagle es, en la actualidad, arzobispo de Manila, su ciudad natal. Nació en 1957, estudió Filosofía en el seminario de San José y Teología en la Universidad Ateneo de Manila, donde se graduó con honores. Fue ordenado sacerdote en 1982.
Director espiritual y rector del seminario diocesano de Imus de 1985 a 1992. En 1997 fue nombrado miembro de la Comisión Teológica Internacional.
Es el candidato de quienes quieren un papa joven para suceder a Benedicto XVI. Su edad e inexperiencia, sin embargo, podrían hacer pensar que todavía no ha llegado el momento para tomar las riendas de la Iglesia.
Por sus orígenes chinos, muchos consideran que sería un buen candidato para intentar un acercamiento con Pekín, gobierno con el que el Vaticano ha tenido una difícil relación.
Tagle, a quien cariñosamente le dicen "Chito", es un ejemplo de que es posible usar la tecnología al servicio de la fe cristiana.
"Es un comunicador y misionero efectivo en una época en que la mayor prioridad interna del catolicismo es una nueva evangelización", escribió John Allen, un analista que vive en Roma, para el periódico National Catholic Reporter.
Muchos lo consideran el nuevo Juan Pablo II, por su carisma y capacidad de comunicación.
El líder católico más destacado de Asia sabe cómo llegar a las masas: canta en el escenario, predica en televisión, hace reír o llorar a los fieles con sus homilías. Y está en Facebook.
Como respuesta a la oleada de secularismo, escándalos de abuso sexual en el clero y la competencia de otras religiones, Tagle pareciera haber escogido la humildad.
Su compasión por los pobres y su forma de ser sencilla han impresionado a sus seguidores en su patria, la nación con más católicos en Asia, así como a la jerarquía del Vaticano.
La gente que lo conoce dice que forjó lentamente una reputación de efectuar actos cotidianos y sencillos que lo definen como un hombre de intelecto y fe profundos.
El más joven de dos hijos de una devota pareja católica que trabajaba en un banco, soñaba con convertirse en médico, pero un amigo jesuita lo reorientó hacia el sacerdocio, de acuerdo con su profesor de Teología, el padre Catalino Arevalo.
En octubre de 2011, Benedicto XVI lo nombró arzobispo de Manila y, tan solo un año después, lo elevó a cardenal. Desde entonces, han aumentado las audiencias para escuchar sus pláticas y homilías, en las que frecuentemente ha planteado la necesidad que tiene la Iglesia de reconectarse con la gente.
Casi siempre es rodeado por los fieles que quieren sacarle una fotografía como si fuera una estrella de cine.
Tagle habla con fluidez italiano, inglés y tagalog. También cuenta con un francés aceptable y puede decir la misa en latín.