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Máxima Zorreguieta, la economista argentina que encantó a los holandeses

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La esposa del próximo rey de Holanda, Guillermo Alejandro de Orange-Nassau, habla español, inglés, italiano y holandés, además de haberse licenciado en Economía en la Universidad Católica Argentina y haber trabajado como ejecutiva de banca en Nueva York y Bruselas.
Máxima, que el 17 de mayo cumplirá 41 años, forma parte de una nueva generación de futuras reinas sin sangre azul y con una profesión previa que también conforman, entre otras, Mary de Dinamarca y la princesa de Asturias.
"Es una mujer muy inteligente y usará todas sus habilidades para promover a la Familia Real y para ejercer su papel", señaló Joris Van Poppel, corresponsal de la televisión holandesa NOS en Bruselas.
"Realmente no es un problema que no tenga sangre azul, ni tampoco que sea extranjera, pues no lo fue con el padre de Guillermo Alejandro, el difunto marido de Beatriz, que era alemán", recordó Van Poppel.
La bonaerense Máxima Zorreguieta, una excelente estudiante, se licenció en 1995 en Ciencias Económicas por la Universidad Católica de Argentina, completó sus estudios con un máster en EEUU y trabajó en distintas entidades bancarias como HSBC James Capel Inc, Dresdner Kleinworth Benson o Deutche Bank tanto en Nueva York como Bruselas.
Su profesión le ha permitido convertirse en asesora especial del secretario general de Naciones Unidas para las Finanzas de Inclusión para el Desarrollo, una tarea que desempeña con entrega y compromiso desde 2009.
La preparación para ser reina, que comenzó desde que se casara en 2002 con el príncipe heredero de Holanda, ha sido especialmente intensa, y Máxima consiguió aprender holandés en apenas tres meses.
"Es realmente asombroso, aprendió holandés muy deprisa y lo habla muy bien", aseguró el corresponsal de esa televisión pública neerlandesa.
En casa de los futuros reyes de Holanda se habla holandés y también español, pues la futura reina habla en su lengua materna a las tres hijas del matrimonio: Catalina Amalia (nacida en 2003), Alexia (2005) y Ariane (2007).
Espontánea, sencilla y cercana, Máxima se ha ganado el cariño de los holandeses, pero también ha tenido que alejar de su vida pública a su progenitor, Jorge Zorreguieta, que fue secretario de Estado de Agricultura del régimen de Jorge Rafael Videla, y que estará ausente en la coronación como ya ocurrió el día de su enlace matrimonial.
Fueron precisamente las lágrimas de la joven el día de su boda al escuchar el tango preferido de su padre, "Adiós, Nonino", de Piazzola, las que cautivaron a los holandeses, que la han alzado como el miembro más popular de la familia real.
La princesa, que será reina por estar casada con el rey y jefe de Estado de los Países Bajos, es miembro del Consejo de Estado desde 2004, al igual que la reina Beatriz y el príncipe Guillermo.
Recibirá desde el primero de mayo el tratamiento de "majestad, reina Máxima, princesa de los Países Bajos y de Orange-Nassau", según informó la Casa Real neerlandesa.
El Parlamento holandés decidió darle el mismo tratamiento que a las esposas de los reyes Guillermo I, II y III.
Forma parte de la Fundación Orange, encargada de promover el bienestar social en los Países Bajos, y es presidenta del Patronato de la Cátedra Príncipe Claus para el fomento de la cooperación para el desarrollo, entre otros cargos.
Máxima, que renunció a su nacionalidad argentina al casarse y ha mantenido su fe católica, se convertirá en la segunda latinoamericana en sentarse en un trono europeo, después de que el 7 de octubre de 2000 la cubana María Teresa Mestre, esposa del Gran Duque de Luxemburgo, se convirtiera en la Gran Duquesa de ese pequeño país centroeuropeo.
La Haya (Holanda)

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