El féretro de la reina Isabel II abandonó el templo a las 12:15 hora local hacia el arco de Wellington, en la esquina sureste de Hyde Park, mientras el Big Ben, la célebre campana de la torre del palacio de Westminster, sonó a intervalos de un minuto durante la procesión.
En esta marcha también desfilaron miembros de las fuerzas armadas del Reino Unido y países de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth), representantes de la policía británica y del servicio de salud pública.
Carlos III caminó junto con otros miembros de la familia real, mientras que la reina consorte, Camila, la princesa de Gales, Catalina, y la duquesa de Sussex, Meghan, seguieron el cortejo en coche.
En un día ligeramente soleado en la capital británica, miles de personas se han colocado a ambos lados del recorrido de la procesión, en un ambiente de profundo silencio.