Decenas de miles de fieles desfilaron
La larga fila llegó hasta
El Vaticano, tras el cierre de las puertas de San Pedro a las 7:00 p.m. hora local, informó que acudieron a despedirse del pontífice emérito unas 65.000 personas.
"Fue un gran papa, profundo y único", aseguró la italiana Francesca Gabrielli, quien viajó desde Toscana para ir a la capilla ardiente.
El cuerpo de Joseph Ratzinger yace en un catafalco cubierto por una tela dorada, rodeado por dos guardias suizos vestidos de gala, frente al altar mayor de la basílica, dominado por el baldaquino de bronce negro con imponentes columnas retorcidas diseñado por el maestro del barroco Gian Lorenzo Bernini.
Publicidad
Varios cardenales y miembros de la Curia romana velan al muerto, mientras el secretario privado por años del papa emérito, el obispo Georg Gänswein, recibe el pésame de las autoridades.
"Señor, te amo", fueron las últimas palabras pronunciadas en italiano por Benedicto XVI poco antes de fallecer el sábado en presencia de una enfermera, según informó el obispo Gänswein.
Los fieles entraban en silencio por el pasillo central del templo católico más grande del mundo, la mayoría fotografiando con sus móviles el cuerpo del expapa, quien fue vestido de blanco con una casulla roja, el color del luto papal, con una mitra blanca adornada con un borde dorado y un rosario entrelazado en sus manos. Su rostro resulta casi irreconocible.
Publicidad
Algunos rezaban o se hacían la señal de la cruz al pasar ante sus restos.
Un cirio alto, junto con muchas velas, iluminan parte del recinto, mientras el olor de incienso perfuma el ambiente.
Entre los primeros que llegaron para dar el último adiós a Benedicto XVI, estaba la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el presidente de la República, Sergio Mattarella.
Los restos del primer pontífice alemán de la era moderna fueron trasladados en la madrugada de la pequeña capilla privada del Monasterio Mater Ecclesiae, donde residió desde su renuncia en 2013, en los jardines del Vaticano, a la basílica en el curso de una ceremonia privada.
Publicidad
El martes y el miércoles se podrá acceder desde las 6 de la mañana, de manera que los fieles puedan velar a
El
Publicidad