Tenía 98 años en 2009, cuando se la acusó de sofocar a Elizabeth Barrow, a quien hallaron con una bolsa de plástico sobre la cabeza en el hogar para ancianos Brandon Woods en Dartmouth.
Lundquist tenía un diagnóstico de demencia y se la declaró inimputable. Permanece en un hospital psiquiátrico estatal mientras el cargo sigue vigente.
Se espera próximamente un fallo de la corte de apelaciones en la demanda presentada por el hijo de Barrow contra el hogar, que fue desestimada en primera instancia por un árbitro.
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