Sue, una mujer de 48 años que vive en Perth, Australia, vivió una de las peores experiencias tras haber ido a un salón de belleza para realizarse un manicure.

Dijo que una experta confundió la barrera de sus uñas naturales con la de las uñas acrílicas que tenía puestas.

La manicurista limó las uñas de la mujer y luego sumergió las manos en acetona para intentar quitar el acrílico que quedaba restante.

“Le dije que eran mis uñas reales, pero seguía limándolas”:

le dijo Sue al medio Nine News.

Pasaron unas horas y empezó a sentir molestia en su dedo pulgar. Fue al hospital y los médicos le informaron que había contraído una bacteria llamada estafilococo.

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), “el estafilococo, pese a que no siempre es dañino, puede ingresar al torrente sanguíneo y causar infecciones graves, las cuales pueden llevar a la septicemia o a la muerte”.

Pasó cinco días internada en el hospital porque los doctores debieron extirparle parte del hueso del pulgar.

Tras la cirugía, los médicos le informaron a Sue que puede perder el pulgar.

Siente un gran dolor y que el dedo le “palpita”. Buscará obtener una compensación por parte del salón de belleza, el cual, al parecer, no siguió las normas de higiene.

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