Una mujer de 25 años, que ya había cumplido una condena por el homicidio de un bebé, volvió a la cárcel por maltratar a otro menor de 3 meses.
La investigación de las autoridades de Málaga, España, inició cuando un niño de 3 meses ingresó a urgencias pediátricas del Hospital Materno Infantil y se le identificaron fracturas del fémur en la pierna izquierda y de la tibia en la derecha.
El papá, que fue quien lo llevó, aseguró que se le había resbalado cuando iba a darle de comer y mientras la madre estaba en la ducha. Sin embargo, las lesiones que tenía el pequeño hicieron dudar a los médicos.
La encargada de su atención detectó que eran “signos evidentes de maltrato”, según el registro del periódico El País de España, y lo denunció ante la Policía Nacional.
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En medio de la investigación, tras la entrevista a los padres, otros familiares que habitan la misma vivienda, entre ellos la abuela materna del pequeño y tres tíos con sus hijos, aseguraron que el bebé dormía atado a una silla de paseo y que la alimentación que recibía “no era acorde con su edad”.
Sobre la madre, de 25 años, se supo que tenía antecedentes por hechos similares, pues en 2016 fue detenida junto a su pareja de entonces por el homicidio de un bebé, también de 3 meses. Los condenaron en 2018 a 20 años de prisión por asesinato, pero un año más tarde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) rebajó la pena a 4 años porque lo consideró homicidio imprudente y ella quedó en libertad en 2019.
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Hoy, la mujer está detenida, el progenitor quedó en libertad con cargos y el pequeño está bajo el cuidado de las autoridades competentes.
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