En un asilo de ancianos situado en Lugo,
Se trata de Rogelia Blanco, una adulta mayor de 85 años que, por un error de identificación, había sido reportada como fallecida. Incluso, hubo velorio y entierro.
Según un
Ese geriátrico cuenta con un piso para atender a los ancianos que se contagian de la enfermedad en otros asilos. La protagonista de la historia llegó allí el 29 de diciembre de 2020.
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"Entre las personas mayores trasladadas se encontraban dos mujeres que tenían asignada la misma habitación. Un error de identificación durante el proceso de traslado desde Xove a Pereiro de Aguiar propició que el 13 de enero se certificase el fallecimiento de una de ellas, aunque, equivocadamente, se le asignó la identidad de su compañera", relatan voceros de la Fundación San Rosendo, encargada de administrar el centro al que llegaron las adultas.
El entierro de la mujer se llevó a cabo el 14 de enero y, por los protocolos vigentes de bioseguridad, el ataúd permaneció sellado, por lo que sus familiares y allegados no se pudieron percatar de la confusión.
Fue solo hasta que Rogelia Blanco volvió a Xove cuando todos descubrieron la verdad. Las autoridades iniciaron el proceso en los juzgados para corregir el error. Además, puntualizaron que estarán más pendientes de los procesos para evitar situaciones de esta índole.