Un hombre iraní, apodado como el "más sucio del mundo", murió a la edad de 94 años.
El hombre más sucio del mundo había evitado ducharse por "miedo a enfermarse", dijo la agencia citando a un funcionario local. Pero "por primera vez, hace unos meses, los aldeanos lo llevaron a un baño para lavarse".

Respecto a su alimentación, el hombre más sucio del mundo había asegurado que prefería ingerir la carne descompuesta de animales que se encontraban en la calle y acompañarla con agua. Además, le gustaba fumar heces secas cuando no tenía tabaco para su pipa.
Un documental titulado 'La extraña vida de Amou Haji' se realizó en 2013, según los medios de comunicación iraníes. Hasta el momento, se desconocen las causas de su muerte.