Una familia fue acribillada a tiros en Estados Unidos. Una madre y sus dos hijos, de 14 y 11 años, perdieron la vida en su vivienda.
Autoridades llegaron al sitio ante el llamado de emergencia y hallaron la macabra escena: D’Zondria Wallace, de 30 años, había sido asesinada junto a su hija.
En el suelo también estaba el pequeño de 11 años, que había recibido dos balazos por la espalda. Moribundo, alcanzó a pronunciar el nombre del asesino: Keith. Con las pocas fuerzas que le quedaban dijo que se trataba del novio de su mamá.
Aunque el menor fue llevado al hospital, tres horas después los médicos confirmaron su deceso.
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La investigación continuó y la Policía estableció que el sospechoso era Tekeith Jones, de 26 años. Una cámara de seguridad ayudó en el proceso y un día después fue capturado por agentes especiales.
Jones confesó el terrible crimen bajo el confuso pretexto de que estaba "atravesando una experiencia de vida que no comprendía" y que no quería que ellos vivieran, señalaron medios locales.
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Un sobrino de la mujer acribillada aseguró que había violencia al interior del hogar y que el sujeto ya había disparado dentro de la casa, aunque en ese momento no hirió a nadie.
El criminal fue imputado por triple asesinato en segundo grado.
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