Un niño de 11 años murió cuando la lancha del parque de diversiones al que acudió con su familia se volcó. Falleció ahogado, pues quedó atrapado por el cinturón de seguridad y no pudo salir para respirar.
Los hechos se registraron el reciente fin de semana en el parque Adventureland de Altoona, en Iowa, Estados Unidos. La víctima, identificada como Michael Jaramillo, viajaba en la atracción con su hermano y sus padres.
El juego de aventura consta de lanchas sobre un río cuya agua se mueve con rapidez y simula la fuerza de los rápidos, constató People.
Repentinamente la lancha se volteó y el pequeño de 11 años no pudo ser ayudado a tiempo, pues el cinturón de seguridad lo impidió. El padre de Michael poco pudo hacer ya que había sufrido una lesión en el brazo y llevaba cabestrillo.
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"Ellos querían que los ayudáramos, pero no pudimos", manifestó el hombre.
Los hermanos fueron trasladados a un hospital, donde finalmente el niño de 11 años murió. El que intentó ayudar, de 15 años, está en coma inducido.
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Tras conocerse que el niño de 11 años murió las directivas del parque se pronunciaron y dijeron que la atracción Raging River “ha estado en operación durante casi cuatro décadas. Es una atracción segura”.
David y Sabrina Jaramillo, los padres de los menores, revelaron que un tercer hijo, de 14 años, que estaba en el bote cuando ocurrió el trágico accidente, ha padecido pesadillas constantes con el agua.
Esta familia espera justicia por su hijo muerto, otro en coma inducido y uno más con secuelas psicológicas tras un paseo que, para ellos, acabó en tragedia.
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