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Países ricos acapararon vacuna contra el coronavirus: ya compraron el 50% de las dosis

Un informe publicado este miércoles estima que una quinta parte de la población mundial llegará a 2022 sin haber recibido el antídoto.

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Los países ricos ya reservaron más de la mitad de los casi seis mil millones de vacunas contra el coronavirus que estarían disponibles para el 2021.

Así lo informa un estudio hecho por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, que traduce ese número en un plano que preocupa: una de cada cinco personas en el mundo tendrá que esperar hasta 2022 para vacunarse.

Según el estudio, tan solo el 40 por ciento de los inyectables, cuyo precio oscila entre los 6 y 74 dólares, podría estar disponible para los países de renta media o baja.

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Un escenario que ya había advertido la misma Organización Mundial de Salud semanas atrás.

“Todo gobierno quiere, con razón, hacer todo lo posible para proteger a su pueblo, pero ahora existe un riesgo real de que los más pobres y vulnerables sean pisoteados en la estampida de las vacunas”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS.

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Un riesgo inevitable con posturas como la de Donald Trump, que a comienzos de diciembre firmó una orden ejecutiva, precisamente con ese objetivo.

“Para asegurarnos que el gobierno de Estados Unidos priorice la vacunación de nuestros ciudadanos antes de enviarlas a otras naciones”, indicó el mandatario.

Estados Unidoshace parte de las naciones más ricas que representan tan solo un 14 por ciento de la población mundial. El informe señala que solo ese país ha reservado una vacuna por persona, mientras que Canadá ya separó cuatro dosis por persona, con una diferencia: Canadá anunció que donará sus excedentes a los países pobres.

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El contraste se ve con naciones como Indonesia donde tienen menos de una dosis para cada dos personas. Este escenario también lo había advertido el papa Francisco.

“Sería triste si en la vacuna de la COVID-19 se diera prioridad a los más ricos. Sería triste que esta vacuna se vuelva propiedad de esta u otra nación y no sea universal para todos”, manifestó el sumo pontífice.

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Un triste vaticinio que, a pesar de esfuerzos como el mecanismo Covax, cada día se convierte en otra triste muestra de desigualdad.

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