El curioso episodio sucedió días después de que Francisco le diera una palmada a una efusiva fiel que casi no lo suelta.
En esta ocasión, el sumo pontífice tuvo una graciosa reacción cuando una religiosa le pidió un beso. El obispo de Roma le dijo que sí, pero bromeó y le solicitó que no lo mordiera.
Ocurrió durante la audiencia de este miércoles, mientras el papa saludaba a la multitud.
Updated: enero 08, 2020 03:30 PM