Una mujer admitió este miércoles ante un tribunal de Australia haber tratado de evadir una multa de tránsito al acusar de la infracción vial a un piloto que había fallecido días antes en un accidente de helicóptero, indicaron medios locales.
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El 15 de diciembre, una cámara de la Policía captó a Stephanie Louise Bennett, de 33 años, al volante de su coche mientras hablaba por teléfono, una infracción vial castigada con más de 1.000 dólares australianos (660 dólares estadounidenses o 600 euros).
Sin embargo, la acusada, tras recibir la multa a mediados de enero, recurrió el castigo vía online al argumentar que en lugar de ella conducía otra persona y usó los detalles del obituario de Ashley Jenkinson, quien pereció el 2 de enero -junto a otras tres personas- al estrellarse el helicóptero que pilotaba cerca del complejo de ocio Sea World, en la ciudad oriental de Brisbane.
La pareja de Jenkinson fue quien avisó a las autoridades tras recibir la multa de tránsito semanas después de su fallecimiento.
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Este miércoles, Bennett se declaró culpable ante la justicia por los cargos de fraude y suplantación de identidad, aunque tendrá que esperar hasta el 19 de mayo para conocer su castigo, informó la agencia australiana AAP.
Durante la vista, la acusada, que según su versión trató de revertir su recurso un día después de enviarlo, leyó una disculpa y expresó su arrepentimiento por lo ocurrido.
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Detienen a mujer que llevaba una pistola de oro
Una mujer estadounidense de 28 años fue detenida en el aeropuerto de Sídney, Australia,luego de que encontraron en su equipaje una pistola bañada en oro de 24 quilates.
De acuerdo con un comunicado de la Fuerza Fronteriza Australiana, la pasajera procedente de Los Ángeles, Estados Unidos, fue detenida e imputada el pasado domingo, 23 de abril.
Ella no declaró la pistola bañada en oro y tampoco tenía permisos para importar o poseer el arma en Australia, país que tiene algunas leyes de porte de armas más estrictas del mundo.
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La viajera fue acusada en virtud a un artículo de la ley australiana que establece que es ilegal que una persona importe “intencionalmente” armas de fuego sin autorización previa. En caso de ser condenada, podría enfrentarse a una pena de hasta 10 años de cárcel.
La mujer compareció ante un juez este lunes y quedó en libertad bajo fianza. Su visa podría ser cancelada y expulsada de Australia.
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