Plan de Seguridad de Maduro habría asesinado a 500 venezolanos, dice investigación periodística

El portal Runrun.com dice que el objetivo era “pacificar territorios ocupados por el hampa”, pero terminó violando sistemáticamente los DD. HH.
"Una ley especial que apriete la mano al máximo para el castigo de todos estos crímenes contra nuestro pueblo".
Con estas palabras, el presidente venezolano respaldaba las acciones del nuevo plan de seguridad, llamada la "Operación de Liberación del Pueblo", integrada por la Policía, la Guardia Bolivariana, el Comando Antiextorsión y Secuestro, el Servicio Bolivariano de Inteligencia, la contrainteligencia militar e incluso cuerpos paramilitares.
Arrancaron con un objetivo claro.
"Pacificar y recuperar los territorios que habían sido supuestamente tomados por el hampa y por paramilitares colombianos", señala Ronna Risquez, directora de investigación de Runrunes.com
Sin embargo, según la investigación, los mismos ciudadanos venezolanos fueron los más afectados.
"El 99,2 % de las víctimas de la OLP eran venezolanos, no hay paramilitares colombianos, no hay colombianos”, asegura Risquez.
Según la publicación, la operación de liberación del pueblo viola sistemáticamente los derechos humanos. Las víctimas de homicidio suman 560, registradas en 44 masacres, donde se han usado vehículos blindados y helicópteros.
"Los funcionarios llegaban sin orden de allanamiento, vestidos de negro, en ocasiones con máscaras o pasamontañas, con armas largas. Entre sus implementos llevaban una mandarria con la que tumbaban las puertas de las viviendas, entraban por la fuerza”, afirma la publicación.
Y agrega que "sometían a los presentes, sacaban a los hombres, verificaban la mayoría de los casos su identidad y luego las ejecutaban. En algunos casos las ejecutaron incluso delante de sus familiares dentro de las viviendas y luego simulaban enfrentamientos".
Las OLP arrancaron meses antes de las elecciones parlamentarias del año 2015 en Venezuela y fueron utilizadas como una herramienta para mejorar la imagen política del presidente de la República. Posteriormente bajó la credibilidad del primer mandatario nacional.