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Por error, militares brasileños dispararon 80 balas a un carro en que iba familia

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La angustia y la ira se hicieron sentir este miércoles en el funeral de un músico brasileño acribillado por militares en Rio de Janeiro, hecho del que sus familiares y amigos culparon al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro y al Ejército.

Unas 200 allegados de Evaldo dos Santos Rosa clamaron "justicia" una y otra vez mientas su ataúd era colocado en un nicho no muy lejos de donde los militares lo asesinaron el domingo, cuando iba en coche con su familia a una fiesta infantil en un barrio popular en la zona norte de Rio.

Cinco personas estaban en el vehículo blanco conducido por él en el momento en que los militares lo acribillaron con 80 balas.

Según el Ejército, los efectivos estaban buscando un automóvil con criminales durante un "patrullaje regular" en el perímetro de seguridad de un área militar.

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Milagrosamente, la esposa de Dos Santos, su hijo de siete años y un amigo de la familia salieron ilesos, pero su suegro y un transeúnte resultaron heridos.

El rápido arresto de los militares involucrados en el tiroteo no sirvió para calmar la ira de los allegados del músico en el cementerio, en una jornada húmeda y calurosa tras las lluvias torrenciales que causaron estragos en la ciudad entre el lunes y martes.

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Unos gritaban "es tu culpa, Bolsonaro", mientras otros acusaban al exparacaidista de dar a las fuerzas de seguridad de Brasil un permiso tácito para cometer actos de violencia.

"La violencia no era así antes", dijo Patricia Lima, una prima de dos Santos.

"Esto es violencia autorizada", agregó.

Ciney Silva, miembro de la banda Remelexo da Cor fundada por dos Santos, tocó varias piezas de samba en su pequeña guitarra durante el funeral mientras otros de los presentes cantaban y aplaudían.

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"Fue sin dudas asesinado", dijo Silva. "Lo que más me enoja es la forma en que sucedió".

"Sólo números"

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El asesinato de Dos Santos, de 51 años y que trabajaba también como agente de seguridad, se produjo días después de que un adolescente fuera muerto a tiros por militares en Rio de Janeiro por no obedecer una orden de detención, según la prensa local.

Bolsonaro llegó al poder el 1 de enero con promesas de aplicar una política de mano dura contra la criminalidad, algo compartido con el también recientemente electo gobernador del estado de Rio, Wilson Witzel.

En enero y febrero de 2019, los dos primeros meses que Witzel ha ocupado el cargo, 305 personas fueron abatidas por la policía en Rio, de acuerdo con estadísticas del gobierno.

Esa cifra representa un incremento de 17,6% respecto al mismo periodo de 2018, y es un récord en los 16 años que llevan haciéndose estadísticas sobre asesinatos relacionados con la policía.

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Witzel admitió a fines de marzo que la policía recurre a francotiradores para disparar a distancia a sospechosos armados.

Nueve soldados fueron detenidos de manera preventiva por el tiroteo de Dos Santos, que el Ejército catalogó el miércoles como un "triste incidente".

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Un abogado de la familia de Dos Santos pidió que el caso fuera manejado por la Policía.

"Queremos una investigación transparente", dijo a los periodistas.

Tras el funeral, docenas de allegados al músico protestaron frente a los puestos donde estaban los militares.

Bajo su mirada, les gritaron palabras como "asesinato" y "justicia", algunos sosteniendo en las manos banderas brasileñas salpicadas de pintura roja.

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"Sólo somos números", dijo Lima. "Dejó atrás a un hijo de siete años que era su vida. Era una familia que se veía muy bien y todo eso pasa por nada".

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