El pontífice respondió a estas inquietudes en un emotivo encuentro con jóvenes latinos que sufrieron los más recientes desastres naturales.
“Hay preguntas que no tienen respuesta, detrás de un huracán, detrás de una cruz, siempre está el amor de Dios”, respondió el papa al cuestionamiento del niño, que resultó damnificado por el huracán Harvey.
Gracias a la videoconferencia, Francisco también tuvo tiempo para hablar e interactuar con jóvenes en México, Paraguay y Argentina.
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