¿Milagro o negligencia médica? Estas dos palabras se vienen a la mente al conocer la historia de un bebé de 23 semanas de gestación que fue declarado muerto en un hospital de Puebla, en México.
Según medios de ese país, tras el dictamen de los médicos se ordenó a los servicios funerarios hacerse cargo de las exequias. El Instituto Mexicano del Seguro Social manifestó: “al entregar el cuerpo al familiar, el personal médico y el de la funeraria se percataron que el bebé estaba vivo”.
Al parecer el bebé estuvo varias horas en la zona de la morgue sin que alguien se percatara de que estaba vivo.
Medios mexicanos también han mostrado un video en el que se ve al padre darle palabras de aliento al bebé en cuanto se reencontró con él. “Resiste, aquí estoy yo, soy tu papito. Diosito mío, acompaña a mi bebé, acompáñalo que está vivo”, decía Santiago Albino.
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Este hombre fue entrevistado por Excélsior, medio de comunicación al que entregó detalles: “Le digo a la trabajadora social que lo destapara para ya poderlo verlo, reconocerlo, lo destapó cuidadosamente y fue ahí cuando nos percatamos que tenía signos vitales”.
El caso es revisado por las autoridades de salud para tratar de esclarecer si se trató de un caso de negligencia médica. Por ahora el bebé se aferra a la vida y su pronóstico es reservado.
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