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¿Salió el COVID de una sopa de murciélago? Misión de OMS empezó a hallar "cosas que no se sabían"

Aunque el equipo que investiga el origen del virus en Wuhan dice que las conclusiones tomarán tiempo, va quedando claro que no se creó de forma artificial.

Juicio Miguel Maza Márquez

Los expertos de la Organización Mundial de la Salud, OMS, que investigan el origen del coronavirus COVID-19 en Wuhan ya visitaron el laboratorio de virología, varios hospitales y el famoso mercado de animales.

Hablaron con los administradores, con los vendedores que trabajaban allí y con compradores. Aseguran que han hallado pequeñas pistas y gran cantidad de datos, “cosas que nadie había visto”.

Aunque las conclusiones tardarán, tienen la certeza de que las pesquisas llegarán a alguna parte porque han compartido con ellos información importante.

Han podido discutir con expertos y ciudadanos en conversaciones que calificaron como francas, en medio del amplio mar de noticias falsas y teorías conspirativas que rondan al respecto.

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A estas alturas va quedando claro que el origen del coronavirus COVID-19 no fue artificial, sino zoonótico, es decir, no fue creado, sino que provino de un animal, como lo establece una publicación de Nature Medicine.

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Para los autores de ese estudio, la fuente más probable del virus sigue siendo el mercado de animales de Wuhan y no el instituto de virología.

Pero ninguna de las dos hipótesis ha sido descartada hasta el momento por los investigadores de la OMS, que están en el terreno e indagaron con los investigadores expertos en virus sobre la posibilidad de que el causante de la pandemia hubiera escapado del laboratorio.

Los expertos explicaron que no perderán tiempo en descartar informaciones descabelladas, como los videos de gente tomando sopa de murciélago. Ese plato no se consume en Wuhan, pues las grabaciones provenían del archipiélago de Palaos, en el Pacífico. Es decir, la primera persona que tuvo el virus, sea quien haya sido, no tomó sopa de murciélago en ese mercado.

En todo caso, el jefe de la delegación promete “atenerse a la ciencia y a los hechos” para sacar sus conclusiones.

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