Una masacre en una escuela tiene consternada a Rusia. Nueve personas perdieron la vida: siete estudiantes, una maestra y una trabajadora del plantel. El atacante es un exalumno de 19 años, quien portaba un arma registrada.
Corriendo y horrorizados salieron los estudiantes de la Escuela 175 en la ciudad de Kazán, capital de la república de Tartaristán, de mayoría musulmana. Muchos, incluso, saltaron por las ventanas, como pudieron, para salvarse.
Mientras tanto, familiares esperaban desesperados a la salida de la escuela noticias de sus hijos y seres queridos.
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El atacante se entregó sin oponer resistencia. Se trata de un exalumno que abrió fuego con una escopeta de repetición, legalmente registrada, por lo que el presidente Vladimir Putin ordenó revisar las reglas del permiso de porte de armas en su país.
"El terrorista fue detenido, tiene 19 años y fue registrado oficialmente como propietario de un arma. No se sabe si tiene un cómplice en este momento, la investigación continúa", detalló Rustam Minnikhanov, presidente de Tartaristán.
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Se investigan las motivaciones del joven, quien aseguró en declaraciones a las autoridades que él había tomado conciencia de que era "dios".
Ante el terrible hecho, el gobierno ruso expresó sus condolencias a las víctimas y les ofreció acompañamiento.
"Necesitamos ayudar a padres e hijos. Es importante que reciban toda la ayuda médica y psicológica necesaria. Por favor, háganos saber cuál es la situación actual", manifestó Mikhail Mishustin, primer ministro de Rusia.
Se sabe que 21 heridos se encuentran hospitalizados, 18 son niños entre los 7 y 15 años, algunos en estado grave.
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En las inmediaciones de la escuela soldados custodian la zona y ciudadanos dejan flores como homenaje a las víctimas, en su mayoría jóvenes vidas que se apagaron.
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