Por esta época, más de 70 millones de habitantes de Estados Unidos deben combatir contra los embates del COVID-19 y la temible tormenta de nieve que se avecina. Según las autoridades climatológicas, el fenómeno natural se podría manifestar con vientos de hasta 60 kilómetros por hora.
Esta tormenta de nieve azotaría a los estados de la costa este del país.
Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, pidió a sus ciudadanos que se preparen para recibir el fenómeno natural.
“Podemos decir que es una tormenta seria y deben tomarla en serio, ustedes deben estar preparados para una tormenta que será muy disruptiva”, aseveró el mandatario.
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Por su parte, Ned Lamont, gobernador de Connecticut, les dijo a sus ciudadanos que “debemos esperar lo mejor y prepararse para lo peor. Podría golpearnos bastante fuerte en más de 24 horas”.
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Los llamados de los mandatarios de Nueva York y Connecticut se replican desde Georgia hasta Maine.
Son 70 millones de personas que deben enfrentarse a esta tormenta de nieve que arrancó desde la madrugada de este miércoles 16 de diciembre en Georgia y que se fue moviendo a lo largo de la mañana por la costa este de Estados Unidos, incluyendo a Washington, la capital del país. Las calles de esa ciudad quedaron teñidas de blanco.
La tormenta también pasó por Arkansas, Indiana y Oklahoma.
Los equipos de prevención han tenido que ampliar sus jornadas de trabajo. Camiones han tenido que remover toneladas de nieve para mitigar los embates de la tormenta.
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En el área metropolitana de Washington, 11 condados cerraron sus instituciones educativas. No obstante, la capital no se verá tan afectada, pues esperan que caigan 5 centímetros de nieve, mientras que en otros estados esperan 60 centímetros.
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