Tras los pasos de los colombianos que hicieron la tela con la que se forró el interior del Apolo 11

La NASA eligió ese paño gracias a que cumplía con tres requisitos. Otros dos colombianos también aportaron en el plan de enviar al hombre a la Luna.
La Nasa exigía que la tela fuera ignífuga, antiestática y que diera sensación de calor de hogar. “Es que la lana en caso de un incendio no prende, quema, pero no alza la llama como las otras (…) por eso más que todo fue que la pidieron de allá”, explica Hernando Gil, quien participó en la elaboración.
Según Freddy Moreno, quien investiga el papel de los colombianos en esa hazaña, hubo un geofísico: “vive, es el padre René, él ayudó a calibrar los primeros sismógrafos que se iban a enviar en las naves espaciales antes del Apolo”.
Sobre otro personaje, un médico llamado Jorge Huertas, “se sabe muy poco. Se sabe que trabajó en el centro AIM de investigación, que estaba muy interesado en el comportamiento del oído y del sistema de equilibrio en cuanto los hombres caminaran en la Luna”.