Una madre y su hijo viven desconcertante idilio de amor: “La gente dirá que somos repugnantes”

¿Una pareja dispareja? Kim West, de 57 años, se enamoró nada más y nada menos que de su hijo biológico, Ben Ford, a quien entregó en adopción cuando dio a luz, pues ella era apenas una adolescente.

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Cuando tenía 30 años, Ben buscó y encontró a su madre biológica, pero la relación entre ellos fue más allá. En 2016 hicieron pública su relación incestuosa, alardeando incluso de tener “sexo alucinante”.

El desconcierto por esta historia se mantiene hasta hoy, pues la pareja ha intentado mantener el bajo perfil después de sus escandalosas declaraciones. Kim West ha dicho que el enamoramiento tiene origen en un raro fenómeno, haciendo alusión a lo que se conoce como “atracción sexual genética”.

“El fenómeno fue identificado por primera vez en la década de 1980 por Barbara Gonyo, una mujer que dirigía un grupo de apoyo en Chicago para personas adoptadas y sus nuevos parientes. Ella acuñó el término GSA después de notar que numerosas personas asociadas con el grupo se sintieron atraídas sexualmente por los miembros de su familia cuando se conocieron como adultos”, explica el New York Post.

Sobre esto también se refirió una psicóloga llamada Corinne Sweet, quien dio detalles del supuesto fenómeno a la revista New Day que entrevistó hace seis años a la pareja de madre e hijo.

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“A nivel genético, estamos condicionados a encontrar atractivas a las personas que se parecen a nosotros. Tenemos una conexión casi tribal con miembros de la familia con características similares”, afirmó.

Y agregó: “Entonces, cuando un hijo conoce a su madre biológica, siente una gran necesidad. Hay una atracción y un anhelo allí, y cuando se combina con el atractivo de la similitud genética, se convierte en un cóctel muy poderoso y complejo que es increíblemente seductor”.

Sin embargo, otros especialistas se han mostrado escépticos sobre el supuesto fenómeno, que dicen nunca se ha estudiado científicamente.

“En el caso del incesto o amor romántico entre familiares, creo que hay que verlo caso por caso en lugar de generalizarlo como un trastorno o condición genética”, señaló el terapeuta sexual Ian Kerner.

Incluso otros profesionales ven este concepto como una excusa para que estas personas justifiquen sus relaciones, que desconciertan a la sociedad.

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Pero Kim y Ben aseguran que la “atracción sexual genética” es la explicación a lo que ellos sienten el uno por el otro.

“Sé que la gente dirá que somos repugnantes, que deberíamos ser capaces de controlar nuestros sentimientos, pero cuando te golpea un amor que te consume tanto estás dispuesto a darlo todo”, dijo West a New Day.

Para la pareja es una oportunidad única y ninguno está dispuesto a alejarse, aunque podrían ir presos ya que, en su estado natal Michigan, Estados Unidos, las relaciones incestuosas entre adultos pueden acarrear penas de hasta 15 años.