La Administración de Drogas y Alimentos se apresta a emitir una alerta asociada a la aplicación de las dosis de Pfizer y Moderna en jóvenes, pues se han presentado algunos casos de miocarditis o inflamación cardiaca que han requerido hospitalización.
Un dolor en el pecho llevó a Noah Hiers a tener que ser hospitalizado, a pesar de tener tan solo 16 años y pocos días después de recibir su segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra el COVID.
“Cuando entramos a urgencias, yo tan solo rezaba porque él estaba en muy mal estado", dijo Tanya Hiers, la mamá de este joven afectado con miocarditis.
Noah es uno entre 1.200 casos en Estados Unidos de personas que han recibido dosis de la vacuna de Pfizer o Moderna y que han presentado inflamación cardiaca o miocarditis.
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Según los centros para control de enfermedades, existe una asociación probable entre la aplicación de la vacuna y la miocarditis o inflamación cardiaca.
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De ahí, la Administración de Drogas y Alimentos emitirá una advertencia en el sentido de que aquellas personas que se apliquen la vacuna y presenten síntomas, busquen atención médica inmediatamente.
No obstante, la claridad es que es un evento "raro", presentándose en promedio en 12,9 personas de un millón vacunadas, y mayoritariamente en jóvenes entre 12 y 24 años.
Los expertos sostienen que el beneficio de vacunarse es mucho mayor.
"Hay un gran grupo que aún no está vacunado, y ellos van a continuar teniendo el riesgo de infectarse", dijo Dana Hawkinson, doctora del centro médico de la Universidad de Kansas.
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De los 1.200 casos investigados por posibles efectos de las vacunas de Pfizer y Moderna, se emitieron cerca de 500 reportes, tan solo 9 personas siguen hospitalizadas y no se ha presentado ninguna muerte.
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