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Venezolanos hacen filas interminables para comprar gasolina y ni siquiera pueden llenar el tanque

Algunos dicen que privilegian a quienes pagan en dólares y el régimen Maduro solo subsidia a los que tienen carné de la patria. A muchos no les alcanza.

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Por segundo día consecutivo los venezolanos intentaron tanquear sus vehículos con el nuevo precio de la gasolina. Las estaciones amanecieron abarrotadas y no solo las que tienen subsidio, también las que cobran el combustible a 0,50 dólares el litro, es decir 1.850 pesos colombianos.

Para abastecerse con 40 litros pagaría, con subsidio, 3.700 pesos, es decir medio salario mínimo mensual en Venezuela.

Caracas se había mantenido a salvo de la escasez de gasolina, crónica desde hace años en el interior del país, pero el desabastecimiento estalló durante la cuarentena declarada en marzo por la pandemia de COVID-19. Las nuevas tarifas coinciden con una flexibilización del confinamiento en sectores como la banca.

Confrontado por esa sequía, que expertos atribuyen a corrupción y decisiones erráticas en la estatal petrolera PDVSA, y cercado por sanciones de Estados Unidos, el gobierno abrió la "compuerta" a "importadores privados" para la venta de gasolina a precios dolarizados, sin informar quiénes son o si hubo licitaciones para elegirlos.

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Antes del incremento, con tarifas rezagadas por la inflación y la constante depreciación del bolívar, con lo que cuesta un huevo podía comprarse la carga de casi 11.000 camiones cisterna cargados con gasolina de alto octanaje.

Asdrúbal Chávez, presidente de PDVSA, dijo que 90 % de las 1.568 gasolineras del país estaba "despechando combustible", con 200 autorizadas para cobros en dólares.

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"30 litros nada más"

En las bombas que hacían cobros en divisas había filas separadas para pagos en dólares y en bolívares. El despacho dolarizado era más fluido.

Para adquirir gasolina subsidiada, los conductores, que en ese caso tienen días asignados por número de placa, deben colocar un dedo en un dispositivo que capta huellas digitales y confirma si están registrados en una plataforma digital creada por el gobierno para acceder a beneficios sociales. La oposición califica el procedimiento como un "mecanismo de control social".

En una surtidora de Petare, barriada popular de Caracas de unos 900.000 habitantes, Oswaldo Torrealba, paramédico de 56 años, esperaba llenar el tanque de 150 litros de su vieja ambulancia.

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Tocó la puerta en tres gasolineras. "Me echaron 30 litros nada más", lamentó.

"Discriminación"

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Sin saber cómo sería el despacho, Etna Gómez, de 51 años, llegó a la gasolinera en la madrugada con la esperanza de llenar el tanque de 40 litros de su auto. Por delante tenía más de 100 vehículos.

Sintió "discriminación" por la exigencia de registro para acceder al subsidio.

Con las tarifas dolarizadas, requeriría 20 dólares, lujo impagable para muchos en un país con un salario mínimo de unos cuatro dólares mensuales.

Después de pagar en días anteriores hasta tres dólares por litro en el mercado negro generado por la escasez, Luis Yagual, vendedor de frutas de 29 años, se arrimó a la fila sin ocultar su malestar.

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"Venezuela producía gasolina, ¿qué la hicieron?", preguntó.

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