Accidente de bus dejó 18 muertos en Alemania 

Treinta personas resultaron heridas y dos se encuentran en estado crítico. Sucedió en inmediaciones de la ciudad de Münchberg.

Poco después de las 7:00 a.m. (hora local), el vehículo con 46 turistas ancianos a bordo y dos chóferes, se encontró en un atasco y chocó contra un camión que circulaba delante. Se incendió rapidamente y se quemó por completo.

El siniestro se produjo en una zona boscosa y montañosa en la frontera entre los estados de Baviera y Thuringe, cerca de la frontera con la República Checa.

Once cuerpos fueron hallados en la carcasa del vehículo calcinado y los equipos de rescate buscan los restos de otras siete víctimas, indicó el ministro de Transporte Alexander Dobrindt.

"El calor era tal (...) que solamente la estructura de acero es reconocible. Uno puede imaginar lo que ello significa para los pasajeros de este autobús", dijo el ministro. Treinta personas resultaron heridas en el accidente, y dos de ellas están en estado crítico.

Los equipos de rescate pensaron en un primer momento que los desaparecidos habían podido huir en un movimiento de pánico hacia los bosques circundantes pero las operaciones de búsqueda no dieron ningún resultado.

Este grupo de turistas venían de la región de Sajonia, en el este del país, precisó la policía.

Las imágenes difundidas por la televisión mostraban la carcasa del autobús totalmente calcinada y humeante en medio de la autopista.

Varios helicópteros de rescate se desplazaron al lugar del accidente, mientras técnicos, policías y socorristas trabajaban en torno a la carcasa ennegrecida del autobús. Fueron movilizadas más de 200 personas.

Precedentes en Europa

La canciller Angela Merkel está "conmocionada" por el drama, indicó su portavoz Steffen Seibert, transmitiendo todos los "pensamientos" de la dirigente "a las víctimas y a sus familiares, así como a los heridos".

En Alemania, el accidente de bus más grave registrado en los últimos diez años había dejado 20 muertos en una autopista cerca de Hannover, en el oeste del país, el 4 de noviembre de 2008. Eran en su mayoría personas ancianas y la tragedia se debió aparentemente a un pasajero imprudente que fumó en los aseos del vehículo.

En Francia, una colisión frontal entre un camión y un bus en que viajaban personas de la tercera edad mató a 43 personas en Puisseguin, en el suroeste, el 23 de octubre de 2015. Ambos vehículos ardieron rápidamente, atrapando a los pasajeros en su interior.

En Ucrania, 45 personas fallecieron en la colisión de un tren con un autobús en un paso a nivel en Marganets, en el centro-este, el 12 de octubre de 2010. Fue el accidente más mortífero ocurrido en los últimos diez años en Europa.

El pasado 21 de enero, un bus húngaro en que viajaba un grupo de adolescentes se incendió tras chocar contra el pilar de un puente al salir de la autopista de Verona, en Italia, cuando regresaban de un viaje escolar a los Alpes franceses. El accidente dejó 16 muertos.

El valor de un profesor de educación física, que regresó varias veces al vehículo a buscar alumnos pese a que él mismo estaba gravemente herido, evitó un balance aún más grave.