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Al menos 1.000 nuevos incendios se produjeron en la Amazonía en los últimos días

Al menos 1.000 nuevos incendios se produjeron en la Amazonía en los últimos días

Mientras el fuego avanza sin control, el mundo señala al presidente Bolsonaro de alentar a quienes buscan explotar esta selva tropical. Ganaderos se defienden.
Troncos de árboles ennegrecidos yacen ardiendo en el suelo carbonizado mientras el humo espeso ahoga la selva amazónica de Brasil, una escena de devastación que se repite en el "pulmón del planeta".
En el estado de Rondonia (noroeste), una de las zonas más afectadas por los peores incendios en años, las personas están viviendo bajo una capa de humo que ha envuelto a la región.
"He vivido aquí durante 20 años y he visto muchos incendios, pero este humo en los últimos días, nunca había visto algo así antes", asegura Welis da Claiana, de 25 años, a la AFP en la capital de Rondonia, Porto Velho.
"El humo ha afectado el 100% de nuestra vida diaria. Nos despertamos cansados de respirar el humo".
Da Claiana dice que los fuegos en los últimos días han amenazado la compañía de alquiler de automóviles donde trabaja y forzaron la cancelación de vuelos en el aeropuerto local.
"La visibilidad era horrible, nadie podía hacer nada", dijo, culpando a los "grandes agricultores" por las llamas.
En un momento, los incendios comenzaron a acercarse a su casa. Ella cerró las puertas y ventanas en un intento de evitar el humo, pero aun así tuvo que llevar rápidamente a su hija al hospital después de que comenzara a tener dificultades para respirar.
Uno de sus colegas también fue hospitalizado con problemas respiratorios.
La causa de la contaminación del aire puede encontrarse a poca distancia de la ciudad de medio millón de habitantes. Múltiples incendios devoran secciones de bosque que han sido talados para paso de ganados o cultivos.
Visto desde arriba, la destrucción es dramática: paredes de brillantes llamas anaranjadas avanzan a través del extenso bosque mientras enormes columnas de humo negro se elevan hacia el cielo.
Franjas de bosque han sido despojadas de vegetación en una aparente preparación para ser quemadas. Periodistas de la AFP que viajan por carretera y por aire en el estado fronterizo con Bolivia han visto otros incendiarse o carbonizarse.
En algunos lugares, árboles solitarios siguen de pie, rodeados de tierra quemada, como evidencia de la destrucción de un bosque que según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) alberga a cientos de especies animales y vegetales amenazadas.
Más de la mitad de los 79.513 incendios registrados en Brasil este año tuvieron lugar en la Amazonía, y 1.130 se iniciaron entre el viernes y el sábado.
"Está aumentando cada año", dice Eliana Amorim en Porto Velho, culpando de los incendios a la deforestación.
"Pero la consciencia de la gente no aumenta".

Indignación mundial

 
Los incendios provocaron una ola de indignación mundial y son un tema de preocupación en la cumbre del G7 en Biarritz, Francia.
Los líderes de las potencias mundiales reunidos en la cumbre acordaron ayudar a los países afectados por las llamas "lo más rápido posible", dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, el domingo.
"Estamos todos de acuerdo para ayudar lo más rápido posible a los países afectados por estos incendios", dijo Macron a periodistas.
El presidente de Estados Unidos y el primer ministro británico, Boris Johnson, que asistieron también a la cumbre del G7, ofrecieron también la asistencia de sus países.
La inscripción en la agenda del cónclave de esta crisis, sin participación de los países de la región, provocó la furia de Bolsonaro, quien denunció una "mentalidad colonialista fuera de lugar en el siglo XXI".
Sin embargo, su ministro de Defensa, Fernando Azevedo, dijo el sábado que "cualquier ayuda es bienvenida": la "vamos a evaluar".
Por su parte, el presidente boliviano Evo Morales anunció este domingo su disposición a recibir la ayuda internacional para combatir los incendios forestales en la Chiquitanía, en la región sudeste de Bolivia fronteriza con Brasil, y comunicó su decisión de suspender su campaña electoral mientras dure la emergencia.
El papa Francisco también se mostró el domingo "preocupado" por los incendios que devastan la selva de la Amazonía, que describió como "ese pulmón vital para nuestro planeta".
A pesar de que el 60% de la Amazonía está en Brasil, el vasto bosque también abarca partes de otros siete países: Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, así como la Guayana Francesa, un departamento de ultramar de Francia.

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