El FBI frustró el plan con el que una milicia de extrema derecha planeaba secuestrar a Gretchen Whitmer, gobernadora de Michigan, como retaliación a las estrictas medidas que impuso para contener el COVID-19 en ese estado.
Los delincuentes se hacen llamar Los vigilantes de Wolverine, una milicia de extrema derecha que para el FBI estaría detrás del frustrado plan de secuestro de la gobernadora demócrata.
“Utilizaron medidas de seguridad operativa, incluida la comunicación mediante plataformas de mensajería cifrada”, dijo Andrew Birge, el fiscal federal del distrito occidental de Estados Unidos.
Adam Fox sería uno de los líderes del grupo supremacista que quería reunir al menos 200 hombres para asaltar el capitolio local y luego juzgar a Whitmer por traición, como retaliación por las estrictas medidas impuestas en ese estado para contener el COVID-19.
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En un mensaje televisado, la gobernadora se refirió al presidente Donald Trump, a quien culpó de legitimar este tipo de agrupaciones.
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“Los grupos de odio escucharon las palabras del presidente no como una reprimenda, sino como un grito de guerra, cuando nuestros líderes hablan, sus palabras importan”, aseguró Gretchen Whitmer, la gobernadora de Michigan.
Trump, quien ha criticado restricciones de Whitmer, horas después le respondió.
“Pero fue nuestro departamento de justicia el que arrestó a las personas por las que se quejaba. Fue mi departamento de justicia quien los arrestó”, indicó el mandatario.
Dos de los 13 detenidos hicieron parte de una tensa protesta armada contra Whitmer al interior del capitolio de Michigan este año y podrían enfrentar cargos sancionados hasta con cadena perpetua.
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Seis de los implicados ya fueron acusados de manera formal.
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