La escena en Beirut se repite a lo largo de varios kilómetros y en las calles se camina entre escombros.“Esperamos con ansias el fin de nuestras miserias”, dijo uno ciudadano que, con sus coterráneos, ya vivía en una crisis severa antes de las explosiones por la debacle económica.El Gobierno, entretanto, adelanta acciones con apoyo internacional para socorrer a los damnificados y víctimas."Se ha acordado instalar hospitales de campaña para tratar a los heridos de forma rápida y el Ministerio de Salud establecerá los lugares apropiados" para levantarlos con la ayuda del Ejército, dijo el ministro libanés de Salud, Mohamed Hasan, al término de una reunión extraordinaria del gabinete, según la cadena de televisión local LBC.Afirmó que las ayudas médicas que están siendo enviadas por varios países árabes y europeos tienen que ser canalizadas a través de la cartera y bajo la supervisión del Ejército, cuando lleguen al Líbano.Jordania anunció que enviará un hospital de campo militar a Beirut completamente equipado para llevar a cabo cirugías, con 160 profesionales sanitarios de todos los ámbitos y casi 50 camas.En una reunión extraordinaria, el Ejecutivo declaró el estado de emergencia durante dos semanas en Beirut, calificada de "zona catastrófica".Además, anunció tres días de luto oficial a partir del 5 de agosto para honrar a las víctimas de una tragedia que ha sacudido a este pequeño país y ha devastado amplias áreas de la capital libanesa.
Con la cabeza vendada al igual que sus pacientes, el doctor Antoine Qurban dijo que la enorme explosión del martes trajo un armagedón a los hospitales de Beirut en escenas caóticas que recuerdan una zona de guerra."Las personas heridas que se desangraban en el medio de la calle, otras que yacían en el suelo en el patio del hospital, me recordaron mis misiones con Médicos sin Fronteras (MSF) en Afganistán hace muchos años", contó.El cirujano se encontraba entre las más de 4.000 personas heridas que se tambalearon o fueron llevadas a hospitales gravemente dañados y muy poblados en la devastada capital libanesa.La gran explosión ha acumulado aún más presión sobre el tenso sector de salud de Líbano, que antes del desastre ya estaba luchando con una ola de casos de coronavirus y una grave crisis económica."Fue el armagedón", dijo Qurban, de 60 años, frente al Hospital Hotel Dieu en el centro de Beirut.La instalación es normalmente su lugar de trabajo, pero el miércoles estaba entre una multitud de pacientes.Qurban estaba en una cafetería cercana cuando la explosión lo golpeó, arrojándolo a unos 20 metros al otro lado de la habitación.Su propio hospital se desbordó en cuestión de minutos con heridos, por lo que un extraño en una motocicleta lo llevó a otra instalación.Después de una espera de una hora, un médico le cosió la cabeza herida en la calle."Ella ya está muerta"Las personas heridas durante la noche del martes por la caída de fragmentos de vidrio buscaron tratamiento, tejiéndose entre equipos destrozados y pilas de escombros en los pasillos del Hotel Dieu.Las madres preguntaron desesperadamente sobre el destino de sus hijos heridos. Un anciano suplicó noticias de su esposa, que había sido trasladada de otro hospital.Sonó una cacofonía de teléfonos celulares y se escucharon fragmentos de conversaciones agotadas, generalmente contando historias de supervivencia."Un milagro lo mantuvo vivo", se escuchó decir a una mujer, mientras que un hombre con una pierna vendada le entregó un celular parpadeante a su hermana, diciéndole: "ya no puedo hablar".El Hotel Dieu trató al menos a 300 heridos el martes y registró 13 muertos, según su director médico, el doctor George Dabar, que era un estudiante de medicina allí durante la guerra civil de 15 años del Líbano."Incluso entonces, no vi nada como lo que vi ayer (martes)", dijo.Con la voz quebrada por la emoción, Dabar afirmó que el momento más difícil era contarles a las familias que sus seres queridos habían muerto, sin que quedara algo por hacer."Es tan difícil decirle a un padre que lleva a su pequeña hija e intentar salvarla que ya está muerta", comentó.Según el Ministerio de Salud del Líbano, dos hospitales quedaron completamente fuera de servicio y dos más quedaron parcialmente inutilizables.Al menos cinco enfermeras murieron y varios doctores y pacientes resultaron gravemente heridos."Los equipos médicos ya estaban exhaustos por todo lo que sucedió en este país y por la pandemia de coronavirus. Pero para enfrentar la crisis de ayer, se unieron con una increíble solidaridad", dijo Dabar.Añadió que, desde cocineros hasta trabajadores de mantenimiento, todo el personal estaba trabajando codo a codo para que el Hotel Dieu pudiera permanecer abierto.Evacuación de pacientes con COVID-19El Hospital St. George no tuvo tanta suerte. La explosión salió de la instalación, una de las más antiguas de Beirut, con techos colapsados y cables eléctricos colgando sobre camas cubiertas de vidrio."Ya no estamos en servicio", dijo el jefe de personal, Eid Azar."En medio de la situación económica actual, no sé cuánto tiempo llevará repararlo", sostuvo.El personal trabajó hasta justo antes del amanecer para evacuar pacientes, equipos y archivos.Azar dijo que la operación de emergencia le recordó al huracán Katrina, el devastador desastre natural que afectó a Estados Unidos en 2005.El patio se convirtió en una clínica de campo, donde los médicos con túnicas médicas ensangrentadas trataron a las personas conmocionadas al descubierto."No hay nada más difícil que evacuar un hospital repleto de pacientes mientras llegan más heridos", reconoció."El personal del hospital fue herido y necesitábamos transferir a nuestros propios empleados", advirtió.Los médicos llevaron a los pacientes de nueve pisos separados, uno por uno, en camillas, ya que la explosión noqueó los ascensores.Sin electricidad ni agua, las enfermeras se arriesgaron mucho para proporcionar todo el apoyo que pudiera salvarles la vida."Las luces del hospital generalmente están encendidas las 24 horas del día; estaba completamente oscuro", reveló la especialista en enfermería clínica Lara Daher."Anoche cosimos a los pacientes a la luz de nuestros teléfonos celulares. No sé cómo lo hicimos. Nunca había visto algo así", dijo.
Esta colombiana, que vive en Beirut, habló con el diario El Universal de Cartagena, donde fue corresponsal.Según ella, el Gobierno les pidió, a los que puedan, evacuar la ciudad “porque el aire está extremadamente contaminado por la explosión, no se puede respirar, es un aire tóxico; le han recomendado a la gente cerrar las ventanas y que se duche”.Agregó que ante el colapso hospitalario por el número de lesionados que dejaron las explosiones -unos 4.000- “se les ha pedido a las farmacias atender a los que estén menos graves; se han utilizado los parqueaderos y las afueras de los hospitales para atender a los heridos, porque no hay capacidad en los hospitales. Han trasladado los heridos a otras ciudades”.En contexto: María Alejandra vive en la ciudad de Zahle, a 51 kilómetros de distancia de Beirut.“Mucha gente pensó que era un terremoto, porque todo tembló alrededor del epicentro de la explosión, las ventanas de muchos edificios se rompieron”, narró sobre la tragedia.Afirmó que “en muchos de los edificios cercanos al sitio del estallido había gente atrapada, hubo personas que perdieron algunas de sus extremidades, vehículos volcados, todo ha sido un caos”.Vea también:
Las explosiones en Beirut, ocasionadas por 2.750 toneladas de nitrato de amonio, han dejado imágenes impresionantes. Una de estas fue la de la novia que realizaba un video para su boda y, repentinamente, es sacudida por la onda expansiva.La protagonista es la doctora Israa Seblani, que posaba con gracia ante el lente del camarógrafo. El escenario era el hotel Le Gray, en el centro de Beirut.Los delicados movimientos pronto se vieron interrumpidos por la explosión, que quebró ventanas y lanzó mesas por el escenario.Los presentes reaccionaron y salieron corriendo en busca de un refugio, situación que quedó en el video del matrimonio.Más imágenes impactantes:
"Es un terremoto. Hace 47 años que trabajo en Líbano en la ayuda humanitaria y nunca había visto algo igual", dijo el doctor Kamel Mohanna, presidente fundador de Amel Association International, al observar la tragedia que trajeron las explosiones en Beirut.Vea también:En los últimos meses los libaneses de la clase media -profesoras, funcionarios o enfermeras- sufrieron la caída histórica de la moneda y el aumento de precios, en un contexto de despidos masivos y recortes salariales."Líbano importa el 80% de su comida. Lo primero que pensé fue: 'estanterías de supermercados vacías, aumento de precios a causa de la escasez'", dijo Maya Terro, fundadora de Food Blessed.La inflación de los alimentos básicos se disparó un 109% entre septiembre y mayo, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA)."Tengo la impresión de pedir limosna", afirmaba un hombre de unos 50 años que vive en las afueras de Beirut."Nos privamos de muchas cosas", agregó este padre de cuatro hijos. "Durante la semana siempre teníamos cuatro comidas a base de carne. Ahora no hay nada, ni siquiera pollo".Cerca de la mitad de los libaneses viven en la pobreza, según estadísticas oficiales.La debacle se amplificó por el nuevo coronavirus y el confinamiento impuesto en marzo.Según un sondeo del PMA publicado en junio, dos de cada tres hogares en Líbano vieron caer sus ingresos y un 42% de la personas consultadas se endeudó para comprar comida o pagar un alquiler."Mi marido no tiene trabajo desde hace mucho tiempo", comentó una mujer que llevaba aplazando cuatro meses una cirugía por falta de dinero."No podemos tener la misma vida que antes", dicen los angustiados libaneses.
Las dos explosiones en Beirut, registradas el martes, dejan más de 100 muertos y 4.000 heridos.Eran las cinco de la tarde cuando un gigantesco incendio arrasaba en el puerto la planta de silos de trigo.Una secuencia de videos que circularon en redes sociales evidenciaba la magnitud de la conflagración. Entonces vino la tragedia.“Fue un verdadero infierno, algo me golpeó en la cabeza y todos los objetos comenzaron a volar a mi alrededor”, contó Elie Zakaria, un habitante del barrio de Mar Mikhail, famoso por sus bares nocturnos y que se encuentra frente al puerto."Era una masacre. Salí al balcón, vi gente gritando, ensangrentada, todo estaba destruido", añadió.Con la segunda explosión se desató una onda que en segundos sorprendió a quienes veían desde sus apartamentos o carros el incendio y a aquellos que no sabían lo que pasaba.Uno de los videos muestra cómo un conductor que grababa el desastre desde una autopista, a varios kilómetros de distancia, fue alcanzado por la detonación.En otra imagen el sorprendido fue un sacerdote cuando oficiaba la misa. Todo empezó a temblar, se fue la luz y luego el techo cayó sobre él.En un apartamento cercano, una cámara de seguridad mostró a una mujer aspirando y junto a ella una niña. Escuchó un ruido, se asomó y en segundos la explosión las alcanzó. Las cortinas las salvaron de los cristales rotos.Los hospitales de Beirut no daban abasto.Se calcula que 4.000 personas sufrieron heridas y más de 100 murieron.La explosión fue ocasionada por 2.750 toneladas de nitrato de amonio que almacenaban hacer varios años en una bodega del puerto.
Las explosiones de Beirut devastaron barrios enteros de la ciudad."He recorrido Beirut, los daños pueden elevarse a entre 3.000 y 5.000 millones de dólares", indicó el gobernador de la capital libanesa, Marwan Aboud, precisando de todos modos que esperaba una evaluación de expertos e ingenieros. "Cerca de la mitad de Beirut está destruida o dañada" y hay entre 250.000 a 300.000 personas sin techo, dijo."Hasta ahora, más de 4.000 personas han resultado heridas y más de 100 han perdido la vida. Nuestros equipos todavía están llevando a cabo operaciones de búsqueda y rescate en las áreas circundantes", dijo la Cruz Roja.La capital libanesa, declarada ciudad "siniestrada", se despertó conmocionada tras estas explosiones, de tal potencia que fueron registradas por los sensores del Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) como un terremoto de magnitud 3,3.En el epicentro de la explosión, cuya onda de choque se sintió hasta en la isla de Chipre, a más de 200 kilómetros de distancia, el panorama seguía siendo apocalíptico: los contenedores parecen latas de conserva retorcidas, los coches están calcinados, el suelo, alfombrado de maletas y papeles que salieron disparados de las oficinas cercanas.Varios cascos azules a bordo de un barco atracado en el puerto resultaron heridos graves, según la misión de la ONU en el Líbano.Los socorristas, con la ayuda de guardias de seguridad, buscaron toda la noche a supervivientes o muertos atrapados bajo los escombros.Los hospitales de la capital, confrontados a la pandemia del nuevo coronavirus, están saturados.Día de duelo nacionalEl primer ministro, Hasan Diab, decretó para este miércoles un día de duelo nacional y prometió que los responsables "rendirán cuentas".El gobierno apunta a un cargamento de nitrato de amonio almacenado "sin medidas de precaución" en el puerto."Es inadmisible que un cargamento de nitrato de amonio, estimado en 2.750 toneladas, se halle desde hace seis años en un almacén, sin medidas preventivas. Esto es inaceptable y no podemos permanecer en silencio sobre este tema", declaró el primer ministro ante el Consejo Superior de Defensa, según declaraciones citadas por un portavoz en rueda de prensa.El nitrato de amonio es una sal blanca e inodora que se utiliza como base para muchos fertilizantes nitrogenados en forma de gránulos, aminonitratos, altamente solubles en agua. Pero también se usa para fabricar explosivos y ha causado varios accidentes industriales.Muchos países propusieron ayuda al Líbano, sobre todo Francia. El presidente Emmanuel Macron anunció en Twitter el envío de un destacamento de seguridad civil y "varias toneladas de material sanitario" a Beirut.Estados Unidos también ofreció ayuda, al igual que Alemania, que cuenta con miembros del personal de su embajada en Beirut entre los heridos.Incluso Israel ofreció "ayuda humanitaria y médica" a su vecino libanés, con el que se halla todavía técnicamente en guerra.El martes se oyó una primera explosión en Beirut, una ciudad de unos dos millones de habitantes, seguida de otra, muy potente, que provocó una gigantesca nube de hongo en el cielo.Los edificios temblaron y las ventanas quedaron destrozadas a varios kilómetros a la redonda.En las calles de Beirut, soldados evacuaron a habitantes aturdidos, algunos ensangrentados, con camisetas atadas alrededor de la cabeza para vendar las heridas.En una de las entradas del puerto de Beirut, una veinteañera corría gritando el nombre de su hermano. Otros, como ella, buscaban desesperados a familiares."Era como una bomba atómica. He visto de todo (en mi vida), pero nada semejante", declaró Makruhie Yerganian, un profesor jubilado que vive desde hace más de 60 años frente al puerto.Esta tragedia se produce en un momento en el que el país atraviesa su peor crisis económica en décadas, marcada por una depreciación monetaria inédita, hiperinflación, despidos masivos y drásticas restricciones bancarias.
La periodista Maryam Toumi de BBC News realizaba una entrevista en vivo a Faisal Al-Aseel, gerente de proyectos de la Agencia Marroquí para la Energía Sostenible, que fue interrumpida por la explosión en Beirut. Las imágenes son impresionantes.Toumi se disponía a hacer una pregunta cuando sonó el fuerte estruendo que la detuvo. Inmediatamente en la cámara empiezan a verse movimientos bruscos y luego se escucha el estallido, los gritos de ella y una alarma, mientras el lente da un giro.Después de esto se ve cómo la periodista levanta la cámara e intenta comunicarse con el entrevistado, notablemente preocupado.La impactante escena da la vuelta al mundo.Según el primer ministro libanés, Hasan Diab, las explosiones, que dejaron al menos 100 muertos y 4.000 heridos, fueron causadas por la detonación de 2.750 toneladas de nitrato de amonio que estaban almacenadas en el puerto de la capital libanesa.
Una explosión en Beirut, capital de Líbano, deja por los menos 73 muertos y más de 3.700 heridos. Según informó el primer ministro Hassan Diab, la detonación ocurrió debido a 2.750 toneladas de nitrato de amonio que estaban almacenadas en un depósito."Es inadmisible que un cargamento de nitrato de amonio, estimado en 2.750 toneladas, se halle desde hace seis años en un almacén, sin medidas preventivas", declaró el primer ministro durante la reunión del Consejo Superior de Defensa, según declaraciones citadas por un portavoz en rueda de prensa."Esto es inaceptable y no podemos permanecer en silencio sobre este tema", añadió.El nitrato de amonio es un fertilizante químico y también un componente de explosivos."No tendremos descanso hasta que encontremos a la persona responsable de lo sucedido para que rinda cuentas", prometió el primer ministro.El Consejo Superior de Defensa "recomienda" al gobierno decretar el "estado de emergencia" durante dos semanas en la ciudad de Beirut.Durante este periodo, un "poder militar supremo se encargará de todas las prerrogativas de seguridad", según el comunicado final del Consejo Superior de Defensa.El gobierno celebrará una reunión de urgencia el miércoles.Vea, además:
De acuerdo con la Agencia Nacional de Noticias (ANN), la explosión se produjo en un almacén de explosivos del puerto de Beirut y fue precedida de un incendio en un hangar de silos de trigo del puerto.“Hubo un incendio, los bomberos vinieron a apagarlo, luego ocurrió la explosión y desaparecieron. Los estamos buscando”, aseguró Marwan Abboud sobre lo sucedido.El gobernador de Beirut contó que la explosión “se parece a lo que sucedió en Japón, en Hiroshima y Nagasaki. Eso es lo que me recuerda. En mi vida no he visto destrucción a esta escala”.Tras el incidente, el primer ministro libanés, Hasan Diab, declaró este miércoles "día de luto nacional por las víctimas de la explosión del puerto de Beirut".Sin embargo, las autoridades no han ofrecido aún una cifra exacta de víctimas, varias horas después de que se produjera la deflagración en un almacén de material explosivo en el puerto de la ciudad mediterránea.Se habla en principio de 50 muertos y más de 2.750 heridos como resultado de la explosión.La Cruz Roja desplegó más de 30 equipos para atender a los afectados y ha pedido a las ambulancias de todo el país que acudan a la capital, tal y como dijo a través de su cuenta oficial de Twitter.Al mismo tiempo, centros hospitalarios y usuarios en las redes sociales están pidiendo donaciones de sangre urgentemente y otros afirman que los hospitales están desbordados.
La estación de Transmilenio de la calle 26 con avenida Caracas se cerró para iniciar las obras de la primera línea del metro de Bogotá.>>> ¿Sabía que hay multa por no ceder la silla en Transmilenio? Ojo con hacerse el dormidoA partir de este sábado, 4 de mayo de 2024, hay un plan para habilitar las rutas de Transmilenio y acompañar el tránsito de los 18.000 usuarios que llegaban a esta estación.“Tenemos tres estaciones adicionales a las vecinas de la calle 26 que cubrirán los viajes de los pasajeros que hoy la usan, entonces el área de influencia está conformada por la estación Calle 34, Calle 22, Centro Memoria y Museo Nacional. En esas vamos a tener más de 40 rutas troncales que son las alternativas de viaje naturales para nuestros usuarios. Adicionalmente tenemos nueve paraderos en la zona con más de 100 rutas zonales”, expresó María Fernando Ortiz, gerente de Transmilenio.Preocupaciones como la inseguridad están puestas sobre la mesa. Por eso, 12 entidades del Distrito acompañarán a partir de este fin de semana a los ciudadanos. La idea es mitigar los efectos de la obra.Leónidas Narváez, gerente de la empresa Metro de Bogotá, señaló que “la Secretaría de Seguridad está brindando y fortaleciendo la seguridad en la zona con conexión y contacto con los establecimientos comerciales”.Una importante obra para la ciudad que da apertura a la construcción del metro por esta vía. Así que agéndese desde ya para realizar diferentes trasbordos para llegar más fácil a su destino. Esto lo puede hacer a través de la aplicación de Transmilenio.>>> Subsidios que ofrece Transmilenio: le contamos cómo puede acceder a ellos
Las inundaciones provocadas por las intensas lluvias en el sur de Brasil dejaron casi 60 muertos y 67 desaparecidos, un desastre climático sin precedentes que el sábado golpeaba con fuerza la moderna urbe de Porto Alegre.>>> Otros hechos: Rusia declaró en busca y captura al presidente de Ucrania, Volodímir ZelenskiLos desbordes de los cauces de agua y deslizamientos de tierra mantienen interrumpidas numerosas carreteras en el estado Rio Grande do Sul, con casi 300 localidades afectadas, muchas de ellas aisladas.El rápido ascenso en las últimas horas del río Guaíba anegó el centro histórico de Porto Alegre, una de las mayores urbes del sur brasileño, con una población de casi 1,4 millones.Según la alcaldía, su nivel marcaba 5,09 metros, por encima del récord de 4,76 metros, registrado cuando la ciudad sufrió unas históricas inundaciones en 1941.La ciudad se hallaba en un estado de caos, constató la AFP. Numerosas calles amanecieron bajo agua y los residentes trataban de evacuar sus viviendas.En medio de las labores de rescate, una fuerte explosión en una gasolinera dejó al menos dos muertos en el norte de la ciudad, constató un periodista de la AFP presente en el momento de la deflagración.El incidente se produjo cuando vehículos que trabajan en los rescates se abastecían en la estación de servicio inundada, de donde salió una espesa nube de humo, visible desde lejos.En muchos lugares, se formaban largas filas para intentar subir a algún autobús, mientras los conductores de automóviles trataban de abrirse paso en medio de las inundaciones.La situación obligó además a cancelar la llegada y salida de autobuses a la estación principal de la ciudad, ubicada en los márgenes del Guaíba.El aeropuerto internacional de Porto Alegre suspendió el viernes sus operaciones por tiempo indeterminado.En el barrio Navegantes, en la zona norte de Porto Alegre, José Augusto Moraes de Lima pedía ayuda a los bomberos para rescatar a un niño que quedó atrapado en su casa, pues un problema en la pierna le impidió llevarlo con él."De repente, en cuestión de minutos, se inundó todo. Perdí todo, televisión, guardarropas, cama, nevera", relató angustiado el comerciante de 61 años a la AFP.El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, dijo que se trataba de una situación "dramática" y "absolutamente sin precedentes".El alcalde de Porto Alegre, Sebastiao Melo, informó que "pese al gran esfuerzo de contención", un dique en otro río que surca la ciudad, el Gravataí, empezó a desbordarse."Las comunidades deben abandonar el lugar", escribió en la plataforma X.Melo pidió además a la población racionar el agua, después de que cuatro de las seis plantas de tratamiento de la ciudad tuvieran que ser cerradas.Rescate de un bebéPorto Alegre es la capital de uno de los estados más pujantes del país, con el quinto PIB de la mayor economía latinoamericana y una producción esencialmente agropecuaria, con grandes cultivos de soja, arroz, trigo y maíz.En el estado, las brigadas de rescate intentan alcanzar y abastecer numerosos municipios aislados, sin comunicaciones y con carreteras bloqueadas, e incluso sin energía eléctrica ni agua.El presidente Luiz Inácio Lula da Silva publicó un video de efectivos de las fuerzas armadas rescatando desde un helicóptero a un bebé. En las imágenes, se aprecia a un agente golpeando con un ladrillo el techo de una casa para poder sacar a la criatura, envuelta en una manta.Defensa Civil informó en su último boletín que se contabilizaron 57 muertos, 67 desaparecidos, 74 heridos y 32.600 evacuados.Las autoridades se afanan por levantar refugios en centros deportivos y otras instalaciones, que hasta ahora han recibido más de 9.500 personas en todo el estado, según Defensa Civil.En uno de ellos, instalado en un centro cultural de Gravataí, un suburbio del norte de Porto Alegre, está Claudio Almiro."Cuando salí de casa, estaba con el agua hasta la cintura", cuenta a la AFP con rostro demacrado este hombre de 55 años. "Lo perdí todo"."Cóctel desastroso"Imágenes aéreas de la zona muestran enormes superficies totalmente anegadas, puentes y carreteras arrasados y rescates de personas en techos con helicópteros.El pronóstico anticipa hasta el domingo lluvias de "altísima severidad" que cargarán aún más los ríos y pueden causar grandes deslizamientos, dijo el viernes Defensa Civil.Las lluvias impactan al también sureño estado de Santa Catarina, donde el viernes se registró la muerte de un hombre cuando su auto fue arrastrado por la corriente.El "cóctel desastroso" del cambio climático y el fenómeno meteorológico de El Niño favoreció las lluvias devastadoras que golpean el sur de Brasil y otros eventos extremos, aseguró a la AFP el climatólogo brasileño Francisco Eliseu Aquino.El estado de Rio Grande do Sul sufrió varias eventos climáticos extremos el año pasado; el más grave, el paso de un ciclón en septiembre que dejó más de 30 muertos.>>> Vea también: Enfermeras habrían drogado a bebés para no atenderlos en turno nocturno: indignante
En la tarde de este sábado, 4 de mayo de 2024, el Ejército Nacional informó que se elevó a cuatro el número de soldados muertos en medio de combates con las disidencias de las FARC en zona rural del municipio de Argelia, departamento del Cauca.>>> Vea también: Audios revelan angustia de soldados atacados por disidencias en Argelia: "Nos matan""La Tercera División del Ejército Nacional, en complemento al comunicado emitido en horas de la mañana, lamenta informar el fallecimiento de nuestro soldado profesional Jairo Urrego David, quien había resultado herido durante los combates sostenidos por la Fuerza de Despliegue Rápido N.º 4 en contra de las disidencias Carlos Patiño", reportó la institución. El Ejército indicó que "el soldado profesional Urrego llevaba prestando sus invaluables servicios a la institución durante once años y era oriundo del municipio de Chigorodó, Antioquia".La institución castrense lamentó la muerte del uniformado y envió un mensaje de condolencias y solidaridad a su esposa, su hijo y demás familiares.El soldado Jairo Urrego David era uno de los tres soldados que habían resultado heridos en medio de los combates con las disidencias de las FARC en Argelia. "El estado de salud de nuestros dos soldados heridos restantes es estable, ya que revisten heridas de menor complicación", concluyó el Ejército en el comunicado de la tarde de este sábado.Los otros tres soldados muertosLos otros tres militares fallecidos por cuenta de los enfrentamientos con el grupo criminal son los soldados profesionales Jorge David Fuentes, oriundo de Valledupar, César; Javier Sosa Ballesteros, procedente de La Mesa, Cundinamarca, y Camilo Andrés Molina, de Galeras, Sucre.El Ejército rechazó el asesinato de estos militares "que dieron su vida hasta el último instante por la defensa y protección de los habitantes del municipio de Argelia".>>> Células de disidencias de las FARC estarían operando en Cali: cuenta de TikTok es clave
Tales of Kenzera: Zau es una epopeya fantástica que sumerge a los jugadores en un mundo de magia, misterio y aventura. Desarrollado por el fantastico estudio de videojuegos Surgent Studios, este título prometía llevar la experiencia de los juegos de rol a nuevas alturas.En esta reseña, exploraremos los diversos aspectos del juego, desde su historia cautivadora hasta su jugabilidad desafiante, sus gráficos impresionantes y su banda sonora envolvente.HistoriaLa historia de Tales of Kenzera: Zau es un viaje épico que sigue los pasos de Zuberi el cual perdió a su padre, él toma y lee un libro sobre Zau un chamán con problemas muy parecidos a los que él sufre y que está en su búsqueda por salvar el reino de Kenzera de una oscuridad creciente. La trama está repleta de giros y vueltas, con personajes complejos y motivaciones profundas que mantienen al jugador enganchado desde el principio hasta el final.Uno de los puntos fuertes de la historia es su capacidad para sumergir al jugador en un mundo rico y detallado, lleno de mitos, leyendas y la superación de perder un ser querido. A medida que avanzas en la trama, te encuentras explorando antiguas ruinas y luchando contra poderosos enemigos. Cada nueva revelación añade capas de profundidad a la narrativa, manteniendo el interés del jugador en todo momento.JugabilidadEn cuanto a la jugabilidad, Tales of Kenzera: Zau ofrece una experiencia un poco desafiante que combina elementos de combate con dos cualidades, el Sol y la Luna. El sistema de combate es fluido y táctico, exigiendo que los jugadores piensen cuidadosamente en sus movimientos y estrategias.Sin embargo, algunos jugadores pueden encontrar la curva de aprendizaje empinada, especialmente al principio del juego. Las mecánicas de combate y el sistema de progresión pueden resultar un poco aburrida al inicio, ya que mientras avanzas, vas desbloqueando habilidades para llegar a lugares más lejanos.GráficosDesde el momento en que entras en el mundo de Tales of Kenzera: Zau, te quedas impresionado por su belleza visual. Los entornos están ricamente detallados, con paisajes exuberantes, ciudades vibrantes y mazmorras misteriosas que invitan a la exploración.Los modelos de personajes son igualmente impresionantes, con diseños únicos y expresivos que reflejan sus personalidades, esto sí los actores de voz se llevan los aplausos, ya que logran trasmitir la sensación deseada.Sin embargo, no todo es perfecto en el departamento de gráficos logramos encontrar algunos problemas de rendimiento en ciertas áreas del juego, especialmente en algunas pantallas de carga o movimientos extraños de nuestro personaje.MúsicaLa música desempeña un papel crucial en la creación de la atmósfera de Tales of Kenzera: Zau. Desde las majestuosas melodías que acompañan las escenas de exploración hasta los acordes épicos que resuenan durante las batallas, la banda sonora del juego añade una capa adicional de emoción y drama a la experiencia.La composición musical es variada y evocadora, con temas que van desde lo melancólico hasta lo heroico. Cada pieza está cuidadosamente diseñada para complementar la acción en pantalla, sumergiendo al jugador aún más en el mundo del juego.ConclusiónEn resumen, Tales of Kenzera: Zau es una aventura épica que ofrece una experiencia de juego inolvidable para aquellos dispuestos a sumergirse en su mundo de fantasía. Con una historia cautivadora, jugabilidad desafiante, gráficos impresionantes y una banda sonora envolvente.
Desde sus humildes comienzos como una pista de prueba para la incipiente industria automotriz alemana hasta convertirse en uno de los circuitos de carreras más emblemáticos del mundo, el autódromo de Nürburgring ha dejado una marca indeleble en la historia del automovilismo.>> Escuchar música en el carro con el motor apagado: ¿esto podría afectar la batería?¿En dónde y cuándo se construyó el autódromo más largo del mundo?Situado en la ciudad de Nürburg, en el corazón de Alemania, este icónico circuito es conocido por dos características distintivas: su inmensa longitud y su reputación como uno de los circuitos más desafiantes y peligrosos del mundo.El Nürburgring fue concebido en 1925 por el visionario Otto Creutz como una pista de pruebas para los fabricantes de automóviles alemanes, pero pronto se convirtió en un escenario para emocionantes competencias automovilísticas. Tras dos años de construcción, el circuito fue inaugurado en 1927 y rápidamente ganó notoriedad por su extensión sin igual y sus desafiantes curvas.¿Cuánto mide el autódromo más largo del mundo?Con una longitud inicial de 30.3 kilómetros y un total de 170 curvas, el Nürburgring se dividió en dos tramos distintos: el Südschleife y el Nordschleife, el último de los cuales ostenta el récord como el circuito más largo del mundo, con 22.8 kilómetros de extensión. A lo largo de los años, el circuito ha sido testigo de hazañas automovilísticas legendarias, incluida la victoria de Juan Manuel Fangio en el Gran Premio de Fórmula 1 en 1957.>> ¿Carros, motos y hasta camionetas desde $9 millones? DIAN lanza subasta abierta al público¿Quiénes pueden correr sus autos en la pista más larga del mundo?A pesar de su fama y popularidad, el Nürburgring no está reservado exclusivamente para los profesionales. Durante el período de abril a noviembre, el circuito ofrece sesiones de Touristenfahrten (paseo turístico), brindando a cualquier persona la oportunidad de experimentar la emoción de conducir en este histórico circuito. Desde autos antiguos hasta vehículos de lujo, una amplia gama de competidores y entusiastas convergen en el Nürburgring para desafiar sus límites y sentir la adrenalina de la velocidad.Sin embargo, la gloria de la Fórmula 1 en el Nürburgring llegó a su fin a fines de la década de 1970, cuando las preocupaciones por la seguridad llevaron al retiro de la categoría de este circuito legendario. Aunque la Fórmula 1 ya no ruge en sus curvas, el Nürburgring continúa evolucionando. Actualmente, el circuito se encuentra en medio de un ambicioso plan de actualización tecnológica, que incorpora inteligencia artificial para mejorar la seguridad y la predictibilidad en la pista.