La diversión por la histórica nevada Filomena en España comienza a transformarse en caos. Los cúmulos de hielo complican la limpieza de las calles y bloquean la movilidad de vehículos y peatones.“Por un lado hemos disfrutado un montón los madrileños de poder salir con esta supernevada. Pero, por ejemplo, ahora hay muchas dificultades para moverse, muchos resbalones, la gente no puede acceder a muchos servicios de emergencia”, relató una residente de Madrid.La capital española alcanzó una temperatura mínima de -10,8 grados Celsius; un récord en el último medio siglo, según la Agencia Meteorológica Estatal, Aemet.El centro de España sigue cubierto por la nieve de la borrasca y en la provincia de Teruel, al oriente de Madrid, se alcanzaron los 25,4 grados bajo cero.“Queremos destacar que seguimos en alerta, en este caso por la ola de frío que está azotando especialmente el centro y el este peninsular. La Agencia Estatal de Meteorología mantiene la alerta roja por temperaturas mínimas de entre -12 y -16 grados Celsius”, indicó Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior de España.El frío extremo ha petrificado la nieve que cayó durante el fin de semana.Las principales arterias de la capital han sido despejadas desde el domingo, con ayuda del Ejército.Pero no solo la movilización terrestre se ha complicado, algunos pasajeros quedaron varados en el aeropuerto internacional de Madrid, pues las pistas están congeladas, al igual que sus vuelos.
Con pandemia o sin ella, la depredación salvaje de la Amazonía no se detiene y los números deberían espeluznar hasta al más escéptico: entre 2015 y 2020 se deforestaron más de 552 mil hectáreas de bosque primario, de las cuales 76 mil se perdieron tan solo en los primeros seis meses del año pasado. Una hecatombe ambiental en donde la prensa también tiene su mea culpa.“Los medios han sido hasta ahora muy tímidos en llevarle a todo el país y al mundo lo que está sucediendo en este momento, las implicaciones que ello tiene y darle el papel, no solamente como una nota trivial respecto a unos árboles que se están cayendo, sino realmente a una incapacidad de nuestro país y del mundo en general de adaptarse a unas condiciones críticas cada vez mayores respecto al cambio climático”, explica Rodrigo Botero, director de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible.De acuerdo con sus mediciones, unas 300 mil hectáreas han sido borradas en los municipios que custodian el Chiribiquete al tiempo que se contabilizaron 650 mil nuevas cabezas de ganado en la Amazonía y se construyeron 1.500 kilómetros de vías en plena selva para consolidar estos territorios potrerizados.“Tenemos dos sectores que nos llaman mucho la atención, uno de ellos es ganadero en donde efectivamente es el mayor motor hoy de la consolidación de la apropiación de tierras y por ende de la deforestación, en el arco de la deforestación amazónica, y, por el otro lado, la aparición de algunas iniciativas agroindustriales de gran tamaño que empiezan a generar expectativas sobre la tierra”, señala Botero.“La selva no se valora como tal, la selva solo está vista como algo que es un estorbo, las empresas prefieren un espacio limpio, abierto, potrerizado, y como esta selva no tiene derechos, las empresas, los inversionistas entran en la selva para talarla”, manifiesta Michel Boutsen, ciudadano belga.Boutsen es un cirujano que se enamoró de la Amazonía, pero aún más, de la idea de rescatarla. En 2014 creó el Jardín Botánico de La Macarena para proteger lo que queda de la biodiversidad amenazada por la vorágine del consumismo y las mafias al acecho.“Nosotros conocemos el problema de la migración de la gente de Venezuela o de Colombia por el problema de violencia, pero nunca se piensa en los animales que están desplazados después de talar decenas de miles de hectáreas, los micos, las dantas, los jaguares” dice.Con esa convicción instauró una acción popular para obligar al Estado colombiano a intervenir de una buena vez este desastre. Aunque hace casi tres años, a través de una tutela, la Corte Suprema le otorgó derechos a la Amazonía y conminó al gobierno y a los entes territoriales para crear una política de protección de nuestros bosques, el zarpazo ambiental de los acaparadores de tierras prosigue sin tregua. Una paradoja, se diría, en tiempos en los cuales el agua cotiza en las bolsas internacionales.“Nuestra gran biodiversidad, que ha sido la envidia de tantos otros países en el mundo, no ha sido vista como una fuente de vida sino como una fuente de exiguas ganancias monetarias, no se ha entendido, por ejemplo, que el valor de la Amazonía no se mide en dinero, que su exuberancia no está ahí para ser explotada y vendida al mejor postor, sino que está ahí para un fin mucho más importante, para garantizar nuestra supervivencia y de las generaciones venideras”, señala César Mauricio Vallejo, abogado del demandante.Acogiendo estas preocupaciones planteadas por Vallejo, el abogado que representa al ciudadano belga, el Tribunal de Cundinamarca, el 10 de diciembre pasado, le otorgó medidas cautelares a la Amazonía al reiterar las órdenes impartidas por la Corte Suprema de Justicia en 2018, y fue así de contundente:“Esta acción popular en particular tiene la virtud de abordar el problema de una forma integral, pues no solo denuncia la deforestación, sino que también ataca otras de sus causas estructurales, causas como la contaminación de las fuentes hídricas, como el exterminio de los pueblos indígenas y la destrucción del patrimonio histórico cultural, patrimonio que podemos encontrar en los más de 70 mil pictogramas que están en el Chiribiquete”, añade Vallejo.El tribunal le exigió cuentas también a las corporaciones autónomas de la Amazonía, pero el problema es que allá escasean los recursos. El procurador delegado para asuntos ambientales lo explica así de crudamente:“La legislación colombiana cuenta con las Corporaciones Autónomas Regionales como máxima autoridad ambiental en los territorios. En la Amazonía tenemos varias que son completamente inermes, débiles, no tienen recursos, los recursos de las CAR salen del pago de impuesto predial, al no estar municipalizada la Amazonía no hay quién cobre impuesto predial. Entonces estos departamentos de la Amazonía y sus pocos municipios que son prácticamente las capitales, son municipios que no tienen músculo financiero ni capacidad técnica para tener control territorial”, indica Diego Fernando Trujillo, procurador delegado para asuntos ambientales.Mientras las autoridades no logren contener la multiplicación de las economías ilegales ni se estructure una política nacional con incidencia en el territorio para proteger los bosques, el Estado seguirá llegando tarde.“La información que ha recibido la Procuraduría por parte del Ministerio de Defensa respecto de la operación Artemisa no arroja los mejores resultados, primero está llegando después de que la devastación y la deforestación ya ha hecho lo suyo, y llegar a recuperar, entre comillas zonas, que ya están devastadas no es lo que busca la legislación ambiental, que busca es actuaciones preventivas que eviten la degradación y la deforestación”, puntualiza Trujillo.Consultado por Noticias Caracol, el ministro de Ambiente, Carlos Correa, sostuvo que está trabajando para cumplir estas órdenes judiciales, que en 2021 se desarrollarán proyectos con cooperantes internacionales para conservar este patrimonio de la humanidad de la mano de las comunidades indígenas y que a Colombia le urge una cátedra escolar para salvaguardar nuestra naturaleza.“En suma, sentencias y actos judiciales ponen a alcaldes, al Gobierno Nacional y a la sociedad a trabajar de manera mancomunada y son ingredientes en la solución, pero no son la solución. Parar la deforestación no se hace por decreto sino fortaleciendo la institucionalidad, brindando alternativas, pero sobre todo consolidando un modelo forestal en el que el centro y fin de todo sea la protección del bosque”, asegura el funcionario.Falta todo para darle la vuelta a esta tragedia sin antecedentes. Más allá de lo que pueda hacer el Estado o los jueces para frenar este cataclismo, también se trata de ver cómo esta realidad apabullante toca a los colombianos.“En Alemania se juntaron para evitar la tala de 400 hectáreas, se juntaron en 2018, 50 mil personas. Quiero en eso subrayar la desmesura: 50 mil personas se juntan para evitar la tala de 400 hectáreas, mientras que en Colombia cada día se pierden más de 700 hectáreas”, expresa Bousten.Ya va siendo hora, dicen los expertos, de que dejemos de echarle la culpa a la furia de la naturaleza de los estragos del cambio climático. Eso no existe. Lo que sí existe, y está más que constatado, es la furia del hombre con la naturaleza.
Nestlé Colombia dejó de usar 162 toneladas de plásticos vírgenes con sus nuevos diseños de empaques, esto como una de las medidas para luchar contra el cambio climático.Y es que la compañía se fijó la meta de recolectar 1.000 toneladas de plásticos para este año, un propósito que superó al llegar a 1.500.A nivel mundial, la compañía se comprometió a lograr que el 100% de sus empaques sean reciclables o reutilizables para 2025.En esta lucha por el medio ambiente, Nestlé se unió a dos aliados estratégicos: Compromiso Empresarial para el Reciclaje y la multinacional Veolia.Por último, Nestlé advirtió que el rediseño de los empaques no afectará el precio de los productos para sus consumidores, a quienes invitó a sumarse al reciclaje adecuado en sus hogares.Le puede interesar:
Desde Chile, el presidente Iván Duque participó en la Cumbre de la Ambición Climática 2020 en la que se establecen compromisos de 90 países para enfrentar el cambio climático.En su intervención, el mandatario aseguró que Colombia es uno de los países más expuestos a los efectos del cambio climático en el mundo, a pesar de que las emisiones de gases efecto invernadero llegan solo al 0,4 por ciento.Duque habló de las metas que se trazó el país para disminuir la contaminación."Hoy quiero anunciar de manera muy clara que Colombia se ha trazado una meta, y es que de cara al año 2030 reduzcamos las emisiones de gases efecto invernadero en un 51 por ciento con respecto al año de referencia que es el año 2010", dijo el presidente.Por su parte, el mandatario chileno, Sebastián Piñera, llamó a reducir el 45 por ciento de las emisiones de carbono en los próximos 10 años para mantener el aumento de la temperatura del planeta por debajo de 1,5 grados Celsius, durante la cumbre realizada de forma virtual.Piñera participó desde Santiago como coanfitrión del encuentro convocado por la ONU para conmemorar el quinto aniversario de la Cumbre de París sobre el cambio climático, pero también para renovar la voluntad, el sentido de urgencia y los esfuerzos de los países para combatir la contaminación.El mandatario chileno afirmó que, cinco años después del Acuerdo de París, se deben aumentar los esfuerzos mediante "contribuciones nacionalmente determinadas, que sean proporcionales a las capacidades y responsabilidades de cada país", para combatir la contaminación."Hoy quiero hacer un llamado a los Jefes de Estado y de Gobierno aquí presentes: todos debemos avanzar con decisión hacia modelos de desarrollo que sean bajos en emisiones y comprometernos con emisiones netas cero lo antes posible", sostuvo.Piñera anunció que le envió una invitación al presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, para sumarse al ‘Climate Ambition Alliance’, en la que participan 123 países y que tiene el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.La cumbre fue organizada por la ONU, Chile, Francia, Reino Unido e Italia.
¿Cuándo dicen que el Amazonas es el pulmón del mundo es esto cierto?“Medir la importancia del Amazonas a escala global es fácil y es difícil, pero estamos hablando de la mayor mancha de bosque del mundo, unos cuantos millones de kilómetros cuadrados. Y cuando se le llama ‘el pulmón del mundo’ es una manera que comunica fácilmente y digamos que en términos comunicativos o de periodismo atrae, porque todo el mundo es consciente de su cuerpo y de la importancia de los pulmones.Pero cuando se hace un análisis más detallado de si es pulmón o no, a mí me gusta que se hagan esas analogías porque, como bien se hablaba con Uldarico Matapí, mucha de la mitología indígena humaniza y la teoría de Gaia también es resultado de esa humanización del planeta.La parte del pulmón no es tanto que regule la parte del oxígeno y del aire en el mundo, pero claro que tiene amplias repercusiones. Pero el riñón regula más el agua, pero el riñón no es tan carismático como el pulmón entonces la importancia del Amazonas es en su conjunto.Estas metáforas son importantes porque lo vuelven a uno muy consciente de su importancia, entonces vivir sin los pulmones no es fácil; pero vivir sin un cuerpo sano igual no es lo más deseable.El Amazonas juega un papel muy importante en la salud de todo el planeta”.¿Qué tan amenazada está la Amazonía hoy?“El Amazonas hoy esta amenazadísima porque empezamos un proceso que los científicos y los ecólogos, y los que han estudiado paleoecología, lo llaman el ‘tipping point’. Es el punto de no retorno.Porque a lo largo de las eras geológica, geomorfológica y la historia misma, en la paleoecología del Amazonas se han presentado diferentes periodos. Cuando se presentan periodos secos continuos y extendidos la Amazonía, el bosque se convierte en sabana y con todos estos embates que tenemos hacia la cobertura vegetal nos estamos acercando mucho a ese punto de sabanización. Sobre esto es que llaman la atención los climatólogos.Los modelos climáticos que están haciendo permanentemente están haciendo un llamado al cuidado, porque estamos llegando a ese punto de no retorno.¿En este momento porque está complicado? Por qué la deforestación está alcanzando unas magnitudes impresionantes.Aquí le ponemos más cuidado a las noticias de California que a las del Amazonas, que están aquí al ladito.Entre Brasil, Bolivia, Perú y Colombia, ¿cuántas hectáreas se deforestaron el año pasado y cuántas van este año? Son millones, entre 5 y 6 millones de hectáreas lo que se ha deforestado en conjunto en estos países en el último año y año y medio. Eso es un embate impresionante.Porque, además, eso es lo que estamos haciendo con nuestra selva amazónica, la estamos tumbando para convertirla en praderas para ganadería. Ese es el principal factor de deforestación. Claro que acompañado de toda otra cantidad de causas y de motores que están actuando en conjunto”.¿Cuáles son los principales motores de deforestación en la Amazonía y son los mismos en todos los países que comparten la selva?“A escala continental, lo que se llaman los motores de la deforestación, están muy bien diagnosticados y esto de la parte agroindustrial está muy bien definido.Uno de esos es la soya, y en Bolivia y Brasil la soya es un elemento muy fuerte; en otras partes es la palma africana, en otras partes inclusive están haciendo cultivos de árboles que es una paradoja.La complejidad en Colombia es mayor por una simple razón: la ilegalidad. Entonces estamos dentro de unos procesos de ilegalidad muy grandes y toda esta ilegalidad se asocia más que todo a la concentración y a la acumulación de tierras, eso también es un diagnóstico que se ha hecho y que lo han hecho muchísimos teóricos, muchísimas instituciones.Se tiene claramente definido también dentro de la nación y dentro de las instituciones que eso es un proceso que ha jugado mucho para la deforestación, la acumulación.¿Quién está acumulando?Entonces ahí es donde no se tiene claridad sobre quiénes están acumulando. Son fuerzas oscuras, son los invencibles, son los innombrables. Eso es parte grave el problema.Pero si hay un buen diagnóstico también tiene que haber una muy buena solución, entonces si ese es el principal problema nosotros lo podemos solucionar. ¿Dónde está una política clara sobre tenencia y asignación de tierras?¿Cómo nos afecta la consecuente pérdida de hectáreas en el Amazonas?“Ahí viene la importancia de los árboles y hay unas teorías muy lindas que se están desarrollando. En esto los climatólogos han hecho un trabajo fabuloso y lo están llamando ‘los ríos voladores’.Los ríos voladores, como el riñón del planeta, están haciendo referencia a esa masa de nubes que viene del océano, pasa por la selva, se alimenta por evaporespiración de la selva y produce estas enormes masas de nubes que vienen a descargar inclusive hacia Los Andes y que se van yendo hacia el sur. Eso es lo que está regulando las lluvias a escala casi que continental, eso es un proceso que depende el bosque.¿Cuánta agua evapora un árbol en un día? Pues una tonelada de agua; una tonelada de agua es un metro cúbico, un árbol grande en el Amazonas evapora un poquito más. Hay unos que evaporan mucho más, pero entre 1.000 y 1.100 milímetros de agua al día es impresionante.¿Cuánto se sale de la Tierra? Ahí están las miles de toneladas de agua que están regulando el clima continental, entonces se necesita el bosque porque funciona como esa gran bomba.Cada árbol es una bomba biológica pero el conjunto de árboles es una gran bomba”.
Alpina, con 75 años de historia, quiere ser una compañía cada día más sostenible y por eso ha adquirido compromisos en materia ambiental y de nutrición para contribuir a un mejor país.Sus esfuerzos estarán concentrados en cuatro aspectos:Plástico NeutroAlpina busca recuperar la misma cantidad de plástico que pone en el mercado para 2022, una meta que desea alcanzar de la mano de sus más de 230.000 aliados, 1.800 proveedores y millones de consumidores.Actualmente, la empresa trabaja en la reincorporación de material reciclado en algunos de sus envases y empaques, la reducción de la cantidad de plástico que utiliza para producirlos y la migración a materiales alternativos, como es el caso de los pitillos de papel, que para 2021 estarán en todos sus productos que los requieran.Gracias a estas acciones, la compañía ha dejado de poner en el mercado más de 3.000 toneladas de estos insumos en los últimos seis años y ha alcanzado la reincorporación de hasta 35% de material reciclable en algunos de sus envases.Carbono neutroOtro de los compromisos de Alpina es neutralizar su huella de carbono para 2022 y tienen la meta de llevarla a cero, mediante la reducción de emisiones.Para ello, ha venido trabajando en la implementación de energías limpias en su operación, como es el caso de su Planta de Biogás, con la que suple parte de la energía que se consume en su Planta de Sopó, reduciendo así en 2% la huella de carbono de toda la compañía.Asimismo, ha realizado esfuerzos para la renovación de su flota vehicular y actualmente cuenta con 15 vehículos con tecnología Euro IV, 6 vehículos a gas, 1 vehículo eléctrico y 10 vanes refrigeradas que funcionan a partir de paneles solares.Ganadería sostenible certificada y cero deforestaciónPara el 2025, Alpina se compromete a que toda su leche provendrá de ganadería sostenible certificada y zonas de cero deforestación.Una forma de lograrlo es por medio de la asistencia técnica, que en 2019 se llevó a cabo a través de más de 4.900 visitas a las fincas y predios de sus ganaderos.En esta misma dirección, en julio de 2020 la compañía firmó el Acuerdo de Cero Deforestación y No Transformación de Páramos, una cooperación entre diferentes actores públicos y privados cuyo objetivo es eliminar la deforestación y frenar la transformación de páramos y bosques naturales en Colombia.País sin hambreBajo su propósito de nutrir un mundo más sostenible, Alpina se compromete a donar anualmente más de 2.500.000 productos a los hogares de los colombianos que más lo necesitan, de la mano con aliados como la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (ÁBACO).Con esta acción, la compañía quiere contribuir a la lucha contra el hambre en el país.“En Alpina nos fijamos estos compromisos porque queremos un mejor futuro para todos. Sin duda, los retos que tenemos son enormes, pero sabemos que, si trabajamos de la mano con nuestros aliados, proveedores, ganaderos y ‘alpinistas’, podremos alcanzar estos y muchos otros objetivos en común”, afirmó Cristina De la Vega, Directora Ejecutiva de Alpina.
El Concejo de Bogotá declaró la emergencia climática en la capital colombiana. Implica una serie de medidas para frenar el impacto del cambio climático. Una de ellas es el llamado ‘día sin carne’, el cual causa controversia entre ganaderos y ciudadanos.La concejal Andrea Padilla aclaró que “no es una prohibición”, sino más bien una jornada de concientización, y explicó qué es lo que se busca con esta serie de mandatos ante la crisis ambiental.“Es un acuerdo que contempla una serie de mandatos para darle precisamente a la administración distrital una línea de política en la gestión pública en todos los frentes para mitigar la emergencia climática, en temas de ecourbanismo, salud pública, educación y por supuesto política ambiental”, detalló.Dentro de esas políticas, se incluye una que ha generado ampolla en el sector de la ganadería, pues consiste en “promover el consumo de alimentos de origen vegetal en aras de desincentivar el consumo de animales dado el impacto demostrado de la ganadería en la crisis climática”, anotó la concejal.“Lo primero es aclarar que el mandato no establece concretamente un día sin carne, es decir, que un día los bogotanos no van a poder comer carne. No, eso sería excesivamente controversial, incluso podría ser inconstitucional. Aquí lo que se está buscando es que el Distrito adopte el día distrital sin consumo de carne dadas las recomendaciones que ha dado el panel intergubernamental y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)”, subrayó.Padilla aseguró que en este sentido lo que se pretende es que haya una serie de medidas pedagógicas de promoción e incentivos, con el fin de hacerle frente a la emergencia climática.“Ya se ha adoptado en muchísimas partes, en Brasil y Estados Unidos, y se viene adoptando en colegios públicos, organizaciones oficiales, precisamente como una medida para hacerle frente a la emergencia climática dado las recomendaciones de los expertos de irle bajando, dado el impacto de la ganadería en la emisión de gases efecto invernadero, entre otros graves efectos ambientales”, explicó.Los ganaderos se han mostrado en desacuerdo con la iniciativa, pero Padilla expresó que “hay que actuar con determinación frente a lo que está causando mayor impacto”.Según cifras de expertos citadas por la concejal, hay consenso sobre que la ganadería es la actividad humana que más gases de efecto invernadero emite, 18 por ciento en su totalidad.Además de ello, también el sector que más agua consume con el 87 por ciento del recurso hídrico y el que más impacta en la deforestación.“El 70 por ciento de la Amazonía se ha arrasado para meter vacas, el 80 por ciento de la soya que se cultiva es para alimentar animales. Entonces es una información absolutamente objetiva que hay que poner sobre la mesa. Yo entiendo que hay unos intereses económicos, pero hemos llevado al mundo a un punto de insostenibilidad que nos toca adoptar medidas drásticas que tienen que ver con cuestionarnos nuestra alimentación para hacer sostenible la vida en el planeta”, destacó la concejal.De acuerdo con Padilla, un solo día a la semana sin comer carne reduce el 12 por ciento la huella de carbono por persona.“Cada vez más la gente está dispuesta a hacer un pequeño sacrificio por un bien mayor y de esto se trata la democracia, de poner los argumentos sobre la mesa, datos duros, que lleven a la gente a tomar decisiones responsables”, indicó.
La contaminación por los tapabocas e implementos desechables es la otra cara de la pandemia que enfrenta la humanidad, pero ¿podrá ser también una oportunidad para el cambio de mentalidad? ¿Cambiaremos nuestros hábitos para proteger al planeta?Ver los cielos azules en Hong Kong no es algo usual en ninguna época del año.“Es increíble y ha estado así durante los últimos dos meses, yo vivo aquí desde hace 30 años y nunca habíamos tenido un aire tan limpio”, dijo Gary Stokes, el director de operaciones de Oceans Asia.En la India pasó lo mismo, los habitantes pudieron respirar un aire más limpio por cuenta de la pandemia del COVID-19.Esto opina Tanushree Ganguly, investigadora del Instituto Ceew, uno de los centros de pensamiento más respetados en el continente asiático para el monitoreo de la calidad del aire.“Vimos los cielos azules y tuvimos una mayor visibilidad a la distancia, la gente podía ver más. El confinamiento nos mostró qué tan limpio puede ser el aire si las emisiones y los gases fueran controlados de forma efectiva”, aseguró.Economía vs. respiro para el planetaY es que el COVID-19 hizo lo suyo, y creo una paradoja: miles de fábricas alrededor del mundo cerraron por varios meses, lo que ocasionó una crisis económica global sin precedentes, pero a la vez permitió que el planeta respirara de las intensas actividades industriales.“La evidencia es clara: donde haya una restricción severa de confinamiento, las partículas de contaminación descienden, especialmente en las áreas urbanas. Incluso, en China tenemos una historia muy similar de lo que pasó con India”, contó Ganguly.En medio de las dificultades económicas que trae consigo la pandemia y la evidencia de la creciente inequidad mundial, el virus trajo consigo lecciones de sostenibilidad para gobiernos y ciudadanos.Las decisiones individuales también aportarían en la reducción de los niveles de contaminación del aire.“La gente está viendo que las bicicletas son una opción. Esto es algo que las ciudades deberían explorar por tres cosas: uno, mueve gente, dos, es amigable con el medio ambiente, y tres, se puede mantener la distancia social”, aseveró Ganguly.Tatiana Céspedes, de Greenpeace Colombia, cree que “tenemos una oportunidad de hacer cambios radicales, de pensar bien a futuro qué es lo que queremos para el planeta y para nosotros, reinventar la forma como nos estamos movilizando para disminuir las emisiones y también reducir las cosas que no son necesarias para vivir”.Vea más informes especiales de Noticias Caracol aquí.
Bogotá, con casi ocho millones de habitantes compartiendo el mismo suelo, respirando el mismo aire, consumiendo sus recursos naturales; semejante ocupación tiene sus costos ambientales, por eso se discute en el Concejo un proyecto para declarar la emergencia climática en la ciudad.La actividad humana genera fuertes impactos al punto que ya vivimos una crisis climática, sostiene el profesor Gustavo Wilches Chaux, experto en desarrollo sostenible.“Reconocer que hay una crisis climática que nos obliga a los seres humanos por las buenas o por las malas a transformar lo que entendemos por cultura, por desarrollo, inclusive a transformar nuestra relación entre nosotros mismos”, asegura.La concejal Susana Muhamad es la ponente de esta iniciativa.“Los científicos nos dicen que tenemos 10 años para descarbonizar en un 50 por ciento el mundo. Si no actuamos, entonces lo que va a pasar a las futuras generaciones es impredecible”, señala la cabildante.La declaratoria busca asegurar nueve mandatos claves para mitigar la crisis climática en la ciudad y de obligatorio cumplimiento para las tres siguientes administraciones.Se trata de planear políticas públicas para mitigar la crisis ambiental, prevenir los problemas futuros y no esperar a que lleguen, dice el concejal Juan Baena, quien también se suma a esta causa.“Para que cuando empecemos a ver los problemas que se vienen resolverlos antes de tiempo. Eso se llama planeación”, subraya Baena.Bogotá, pese a su rica diversidad biológica, es al mismo tiempo una ciudad muy frágil desde el punto de vista ambiental, sostiene otro aliado de la iniciativa en el cabildo municipal.“Su situación geográfica la hace particularmente propensa a esta problemática, así que Bogotá no solo por su papel de importancia en la economía del país y la región debe tomar cartas en el asunto lo antes posible”, manifiesta el concejal Carlos Carrillo.El ambiente en el Concejo es positivo y la iniciativa es acompañada por representantes de las más variadas vertientes políticas.“Hemos trabajado con varios concejales coautores del Partido Verde, del Polo Democrático y tenemos un muy buen ambiente”, indica Susana.Los mandatos son resultados de la participación de líderes comunales, de distintos credos religiosos y políticos, pero sobre todo de los jóvenes, los más preocupados por el cambio climático. La palabra la tiene el pleno del Concejo de Bogotá.
El colapso de una porción del glaciar suizo Tourtemagne ocurrió a 2.600 metros sobre el nivel del mar y se produjo después de que pequeñas avalanchas de hielo se adelantaran al evento.El manto blanco de esta montaña se ha perdido con velocidad en los últimos años a causa del cambio climático.
El 2021, confiaban muchos, sería el año de la reactivación, pero enero sorprendió con más confinamientos, contagios de COVID-19 desbordados y un sistema de salud colapsado. A diario se publican cifras económicas devastadoras.A Guillermo Marttá, por ejemplo, las cuentas no le cuadran. En su local de electrodomésticos, los arriendos, los servicios y el pago de nóminas lo ahogan cada día más.“Nosotros teníamos proyectado mucho más este año, que de pronto se iba a reactivar, pero, así como están las cosas es difícil que se pueda cumplir esas metas. Va a tocar reducir más la planta de los empleados”, cuenta.Y es que la crisis económica se ha traducido en nuevas necesidades y en muchos casos hasta en hambre.Fedesarrollo estimó el costo que generarán las restricciones y cuarentenas en todo el país y planteó dos escenarios:En el que el retorno a las actividades económicas se dé en febrero en un nivel similar al observado en diciembre, esto le costaría al país 8,3 billones de pesos.En el que el retorno a las actividades se haga de manera gradual hasta el mes de marzo, costaría 12,5 billones de pesos.“Es decir estamos hablando de una cifra entre el 0,8 y el 1,2 por ciento del producto interno bruto. Esto por supuesto además traerá consecuencias en materia del empleo, estimamos que la tasa de desempleo podría subir entre 0,6 y 0,9 décimas, lo que implica que alrededor de 146 mil personas quedarían desempleadas producto de los costos asociados con estas restricciones”, indica Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.En solo Bogotá y la región, según la Cámara de Comercio, se han cerrado el 11 por ciento de empresas, es decir unas 450.000 que no están generando empleo.Sin embargo, aunque el dilema de la economía vs. salud ya completa un año entre los gremios y el gobierno, la realidad es que el futuro dependerá del autocuidado, del ejemplo que dé el comercio con el uso adecuado del tapabocas y el control de las aglomeraciones con la venta informal.En contraste, para evitar el colapso del sistema de salud colombiano, especialmente de las unidades de cuidado intensivo, expertos en salud hablan de la necesidad de mantener a las personas en casa.“Las medidas como cuarentenas y toques de queda contribuyen a disminuir el contacto social y eso a su vez disminuye las tasas de contagio de COVID”, señala Fernando de la Hoz, profesor de epidemiología de la Universidad Nacional.“Definitivamente, todas las medidas que lleven a disminuir la interacción, que haya menos movilidad y menos contacto entre nosotros va a hacer que esa velocidad de trasmisión del virus disminuya”, anota el epidemiólogo Carlos Álvarez.Por su parte, el epidemiólogo Jorge Cortes asegura que desde la perspectiva de salud pública son efectivas las medidas.“Disminuyen el número de enfermos, disminuyen el número de hospitalizaciones, disminuyen la mortalidad; de hecho, los chinos comprobaron que con estas medidas se podía controlar la pandemia”, agrega.Para ellos la mayor presión está en las UCI y también es la principal razón para que se adopten medidas como la ley seca y los toque de queda.“Es básicamente disminuir la presión que tienen las unidades de cuidado intensivo recibiendo otro tipo de pacientes, que no sean pacientes con COVID”, subraya Jaime Ordóñez, epidemiólogo y magíster en economía de la salud.“Quedarnos en la casa ayuda a disminuir la cantidad de casos que van a llegar, obviamente la cantidad de casos de infección, pero también la cantidad de casos que llegan a las unidades de cuidado intensivo”, explica María Fernanda Gutiérrez, viróloga de la Universidad Javeriana.Pero, además, coinciden en que mientras no haya vacuna, frente a los picos de contagios, las cuarentenas serán necesarias.“Lo que pretende este tipo de cuarentenas es disminuir la alta ocupación en las unidades de cuidado intensivo en los sectores que hoy están presentando ocupaciones superiores al 80 por ciento”, manifiesta Fabiola Rey, epidemióloga de la Universidad EAN.“La mejor forma de mantener un equilibrio adecuado entre la economía y la salud es hacer una búsqueda activa de personas asintomáticas en la población general, aunque el país ha aumentado el número de pruebas en los últimos días se deben al menos triplicar”, agrega Ordóñez.Bogotá ha sido la ciudad más golpeada por las restricciones y donde se alberga gran parte del comercio en el país, solo la capital representa la mitad de los costos que a nivel nacional dejarán los confinamientos.Por eso, hay una mesa de diálogo entre los gremios y el Distrito para evaluar las medidas a tomar frente a la crisis.“Los sectores nos han enviado cartas donde muestran sus números y nos proponen unas soluciones que van desde el tema tributario hasta el tema de fondos o inclusive como hablaron los doctores del rastreo y desde ahí nos sentamos a mirar qué es viable de manera inmediata. Por eso sesionamos cada 15 días para ir en la misma secuencia de la enfermedad. La pandemia sin duda ha ocasionado unos costos muy altos en el mundo y por donde lo mires y como lo midas y Bogotá no es la excepción y por eso queremos estar sesionando colaborativamente con los expertos en economía, así como están sesionando los expertos en salud”, asegura Carolina Durán, secretaria de Desarrollo Económico.Los médicos reiteran la importancia del autocuidado como una medida fundamental para, entre todos, frenar la propagación del virus.
Dos sismos de 7 y 5,9 grados de magnitud en la escala de Richter sacudieron este sábado, con apenas 30 minutos de diferencia, la Antártida y el centro de Chile, respectivamente, y las autoridades chilenas pidieron evacuar las zonas costeras del continente helado por riesgo de tsunami.La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) explicó que el primer temblor tuvo lugar cerca de las 20:36 hora local (23:36 GMT), a 210 kilómetros al este de la Base Eduardo Frei, que presta apoyo a todo tipo de investigaciones científicas y de donde fueron evacuadas 80 personas.También fueron retiradas 40 personas de la Base Bernardo O'Higgins, gestionada por la Armada chilena, así como personal de otras bases extranjeras cercanas, y hasta ahora no se han registrado daños.Tras el terremoto, los ciudadanos de Chile recibieron un mensaje de alerta en sus teléfonos móviles en el que se pedía evacuar todas las playas por riesgo de tsunami y fueron varias las escenas de pánico registradas a lo largo de todo el país, que se encuentra en plena temporada estival, con miles de personas de vacaciones en las zonas costeras.Las cadenas locales emitieron imágenes de familias enteras huyendo de las playas y subiendo a los cerros y de ciudadanos agolpándose en las gasolineras para rellenar los depósitos de los autos.La Onemi aclaró luego que la alerta se trató de un error de digitalización y que la evacuación se refería solo al territorio antártico."Atención. Reiteramos que no se ha declarado evacuación para el borde costero a nivel nacional, sólo para zona de playa del territorio antártico", insistió la institución dependiente del Ministerio del Interior en su cuenta de Twitter.Apenas treinta minutos después del temblor en Antártida, un nuevo seísmo de 5,9 grados de magnitud y 122,4 kilómetros de profundidad, se produjo a las 21:07 hora local (00:07 GMT), a 14 kilómetros al este de Farellones, en la zona central de la cordillera de Los Andes.El movimiento telúrico, que no ocasionó ni destrozos ni víctimas, se sintió con especial intensidad en Santiago, donde cientos de personas abandonaron sus viviendas, confundidas además por el erróneo mensaje de emergencia.Desde la época de la colonia, Chile, de 19 millones de habitantes, ha tenido al menos 80 terremotos, que solo en los últimos 60 años han causado más de 40.730 muertos.Situado en el llamado Cordón de Fuego del Pacífico, Chile es considerado uno de los países más sísmicos del planeta y sufrió su último gran terremoto en febrero de 2010, que fue de 8,8 grados de magnitud y provocó más de 525 muertos.
Wilmer Sanjuán Pacheco es un biólogo-bioquímico, hijo de madre colombiana y padre venezolano, quien desde hace seis meses trabaja en un laboratorio ubicado en Bélgica que produce la vacuna contra el COVID-19 de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca.Él es uno de los responsables de fabricar el llamado principio activo, que es la base de una de las vacunas esperadas para luchar contra el COVID-19."Es una molécula parecida a la molécula spike, que es la molécula de la espina del virus COVID y lo que hacemos es tratar de copiar la molécula y producirla a gran escala. Es una molécula que va a entrar al cuerpo por medio de una vacuna y le va a decir al sistema inmune de los vacunados: ‘mira, pilas, hay un fulanito de tal que se parece a esto que te estoy trayendo, que si va a entrar a tu cuerpo te va a provocar muchos problemas de salud. Ponte a producir tus armas para cuando este fulanito entre a tu cuerpo estés preparado para poder combatirlo’.Es la proteína que simula la entrada del virus al cuerpo humano. El principio activo fue ensayado en las diferentes fases de preclínica en animales de laboratorios destinados para este tipo de ensayos y después en humanos, que fueron las fases de estudios para identificar cómo se va a comportar el cuerpo humano frente a este principio activo. Los resultados fueron prometedores, resultados de inmunización entre el 60 y 90%. Fue por eso que se dio la autorización para seguir produciendo ese principio activo", explica Wilmer.Vaticano destinó parte de vacunas contra el COVID-19 para habitantes de calleDesde su cargo, en la planta en Bélgica, Wilmer explica los tiempos de producción del principio activo base de esta vacuna que está siendo distribuida en varios países."Puede tardar tres semanas en producir digamos 1.500 litros de principio activo, y son procesos en continuo. En un mes, mes y medio, podríamos tener 1.500 litros de principio activo que digamos van a surgir o a llevar otros procesos para que sean finalmente aptos para la construcción de la vacuna”, dice.Desde el laboratorio, donde pasa gran parte del día junto a otros científicos asiáticos, africanos y de otras partes del planeta, cuenta detalles inéditos de lo que Oxford y AstraZeneca han hecho para lograr en tiempo récord una de las armas fundamentales contra la pandemia."Lo que estamos haciendo es como reciclar, estamos reciclando investigaciones que se hicieron hace 30 - 40 años. Las estamos reciclando, mejorando, para que nos ayude a que en este momento podamos producir mucho más rápido, sin problemas, y podamos saltarnos todos esos pasos desde los procesos de investigación y producción", asegura el científico.Para este científico colombo-venezolano, una de las ventajas de la vacuna en la que trabaja, es que es mucho más económica, más fácil de almacenar, de transportar y de distribuir en países como el nuestro, porque no necesita almacenarse a tan bajas temperaturas bajo cero."Creo que la demora está, más que todo, en cuestiones económicas y políticas. Las políticas públicas de cada país son diferentes en cuestiones de salud que muchas veces hay que acoplar esas políticas individuales a las políticas empresariales. Creo que no hay que asustarse mucho porque vacunas va a haber para todo el mundo, simplemente hay que esperar su turno porque cada país tiene sus procesos de vacunación diferente y turnos diferentes para tipo de persona o comunidad".Sé que Colombia se ha puesto las pilas en adquirir las dosis, las primeras necesarias para vacunar a la población, pero le hace falta más, creo que le hace falta más", agrega.Aunque produce la vacuna, dice que está a la espera de recibirla, pero envía un mensaje claro para que confíen en los científicos que trabajan en la elaboración y mejoramiento de esta vacuna contra el COVID-19 cuyo desarrollo, cuenta Wilmer, está liderado por mujeres."Aplaudo que es una vacuna de mujeres y las mujeres están teniendo un protagonismo grande, porque si vemos la historia de la vacuna de Pfizer fue creada por una investigadora húngara, que está en Estados Unidos, Katalin Karikó, que tiene muchos años en estos procesos de vacunas de RN y la de Oxford que es la que está trabajando con la farmacéutica AztraZeneca, que fue desarrollada por Sarah Gilbert, una bioquímica inglesa que lleva muchos años trabajando en la producción de vacunas" agrega Sanjuán.Para avanzar en esta vacuna, los científicos se basaron en investigaciones previas sobre el SARS y en otra sobre el MERS, causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio.
En el municipio de Palmira, Valle del Cauca, las autoridades encontraron a 40 personas que estaban al interior de un prostíbulo, incumpliendo las medidas de bioseguridad y el toque de queda que se impuso para evitar el contagio de COVID-19 y reducir la ocupación UCI.Óscar Escobar, alcalde del municipio en mención, explicó lo que sucedió con los ciudadanos que estaban al interior del prostíbulo.“Intervenimos seis establecimientos nocturnos que estaban abiertos y atendiendo a clientes hasta la madrugada, esto a pesar de las medidas sanitarias y el toque de queda. Pido a la ciudadanía conciencia con la situación que vivimos”, manifestó el mandatario.Actualmente, Palmira tiene una ocupación de camas UCI del 100%. Las autoridades piden a la comunidad que respete y cumpla las medidas restrictivas y de bioseguridad.
La Fiscalía presentó ante un juez de garantías a Julián Valente Ortegón Mosquera sindicado del crimen de la joven de 21 años Ana María Castro, en hechos ocurridos el pasado 5 de marzo de 2020 en Bogotá. Un caso que llamó la atención de los investigadores porque fue lanzada desde un vehículo en movimiento luego de una noche de fiesta. El capturado enfrenta el delito de feminicidio agravado. El fiscal del caso sostuvo que se realizaron actos urgentes, informe de arraigo del capturado y la forma como se realizó el procedimiento de captura. “Se abstiene de ir a Medicinal Legal indicando que no recibió ningún maltrato”, manifestó el fiscal Gerardo Ariza. En la audiencia, el abogado defensor dijo que el fiscal no hizo una sustentación jurídica sobre la forma cómo se hizo la captura. “No fue capturada en flagrancia, luego entonces es deber del funcionario delegado de la Fiscalía ser coherente con su petición, ser coherente con lo fáctico y lo jurídico. Aquí no existe esa coherencia”, indicó Rafael Gómez, abogado defensor. La Fiscalía había ordenado realizar algunas diligencias judiciales, como una inspección en el lugar de los hechos, un levantamiento de cadáver, entrevistas para determinar el tiempo modo y lugar de cómo había sido la muerte de la joven Ana María que al principio se quiso pasar como accidente. “No hay evidencia que se hayan extralimitado o hayan ejercido de manera arbitraria el uso de la fuerza para la aprehensión, por el contrario se tiene que el trato dado fue acorde a la dignidad humana de la persona capturada y esas condicionales viene en legalidad”, señaló la jueza. La jueza legalizó la captura del sindicado, quien no aceptó los cargos, y dio por terminada la audiencia. El próximo martes a las seis de la mañana la Fiscalía solicitará la medida de aseguramiento al capturado en centro carcelario. ¿Accidente o asesinato? La mañana del 5 de marzo Ana María Castro, de 21 años, salió de un bar en el norte de la capital en compañía del hoy capturado Julián Valente Ortegón Mosquera y dos jóvenes más, con quienes al parecer sostenía una amistad, según lo establecieron las autoridades. “El cuerpo técnico de la Fiscalía hizo efectiva la orden de captura en contra de uno de los responsables de la muerte de la joven Ana María Castro Romero, que generó una zozobra en la sociedad colombiana”, anunció el fiscal general de la nación, Francisco Barbosa. Luego de salir del lugar, de acuerdo con la investigación, las cuatro personas se subieron a un vehículo con destino a un apartamento en el barrio Pontevedra, localidad de Suba. Ana María iba en la parte trasera del carro. Allí, habría sido golpeada en el rostro y luego lanzada del vehículo en movimiento. “Esta joven fue lanzada de un vehículo en la calle 80 en la ciudad de Bogotá, la caída del vehículo le causó lesiones, entre ellos un trauma craneoencefálico que le causó la muerte”, aseguró Barbosa. Su madre había hecho un llamado a las autoridades el pasado 12 de marzo de 2020 para esclarecer lo sucedido. “Que me ayuden a aclarar la muerte de mi hija, porque mi hija, ni ningún ser humano merece morir como murió ella. Que hablen, necesito saber que paso con mi hija para poder estar más tranquila”, reclamó Nidia Romero, madre de Ana María.La víctima fue registrada en los centros asistenciales como desconocida, debido a la falta de documentos de identificación. Tiempo después, fue su madre la encargada de reconocerla.