Las fuertes lluvias e inundaciones que se presentaron el miércoles en la noche afectaron un amplio sector del sur de Medellín, en especial el corregimiento de San Antonio de Prado. De acuerdo con el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, el cuerpo oficial de bomberos atendió inundaciones en distintos sectores.Pareja de esposos fue asesinada en su casa en Puerto Nare, AntioquiaAsimismo, el Dagrd confirmó varios colapsos de viviendas sin víctimas o heridos que lamentar. Más de 48 llamadas se hicieron al 123 solo desde San Antonio de Prado por insuficiencia de drenajes, caída de árboles, casas destechadas y desbordamiento de quebradas.“Tenemos nueve zonas afectadas entre las que encontramos el sector de Palo Blanco, El Limonar, la vereda Santa Rita y Potreritos, entre otros. El balance, de manera parcial, es de 45 viviendas afectadas posterior a la lluvia, el colapso de un puente y una de estas viviendas presentó colapso total”, expresó Laura Duarte, directora del Dagrd.Varias personas grabaron con sus celulares los momentos de pánico que se vivieron por las inundaciones. Balacera y persecución de película en medio del robo a una familia en El Poblado
Una noche fría y de zozobra tuvieron que pasar decenas de familias fuera de sus viviendas en el barrio Santa Rita, en el corregimiento de San Antonio de Prado. La emergencia deja una mujer y un niño de 3 años muertos, madre e hijo.En la casa de Héctor Chalarca viven tres adultos mayores, tienen orden de evacuación, pero su casa es lo único con lo que cuentan y no quieren abandonarla. “No podemos, no tenemos para dónde irnos, toca a la mano de Dios”, exclama.Gloria Arango, otra de las afectadas, evidenció la angustia de vivir entre la incertidumbre: “Yo me voy a quedar despierta, tengo mucho susto. Yo le pido mucho al Señor que no pase nada”.La noche la pasaron en vela, sentados en el piso, algunos con cobijas en las calles, y la maleta lista por si algo volvía a ocurrir. La paz de unas 500 familias que están en riesgo se desdibujó por completo.“Aquí hay mucha gente que es de escasos recursos y no sabe para dónde coger, los alberges están llenos”, señaló otro de los damnificados.El sonido de la quebrada tampoco los dejó dormir. El agua densa, con lodo y poco caudal da cuenta del represamiento. Según las autoridades, hay aguas arriba y podría generarse una avenida torrencial.Durante toda la noche, un equipo técnico del DAGRD fue casa por casa a evaluar los riesgos y recomendar la evacuación preventiva de unas 120 personas.Reportan fuertes enfrentamientos en zona rural del municipio de Carepa, Urabá antioqueñoLa comunidad pide que se habiliten más albergues temporales porque ya no dan abasto.
En la tarde de este miércoles, 13 de julio de 2022, se presentó un grave deslizamiento de tierra en el corregimiento San Antonio de Prado, zona rural de Medellín, que deja preliminarmente dos muertos: madre e hijo. Impresionante video de deslizamiento de tierra que se registró en corregimiento de MedellínDe acuerdo con la información revelada por el alcalde de la capital antioqueña, Daniel Quintero, entre las víctimas hay un menor de 2 años.Luego de ordenar de manera urgente la evacuación de las laderas de la quebrada Doña María en el corregimiento San Antonio de Prado y en el municipio de Itagüí, Quintero entregó un reporte preliminar de víctimas.No es uno, son dos los videos íntimos grabados recientemente en lugares públicos de Medellín“Lamento informar la perdida de la vida de una mujer de 30 años y la de un menor de 2 años en el movimiento en masa presentado en el corregimiento de San Antonio de Prado”, informó en Twitter. Autoridades han informado que continúan las labores de búsqueda y rescate en la zona.
Una locura desató la presencia de Karol G en el corregimiento de San Antonio de Prado, sur del Valle de Aburrá. La ‘bichota’ no pasó desapercibida y se subió sobre su camioneta para saludar a sus seguidores.Luego de protagonizar dos multitudinarios conciertos en el Atanasio Girardot el fin de semana, Karol G salió la noche del lunes a comer en un restaurante de este corregimiento de Medellín.Ella es María Silena Ovalle, acordeonera que la rompió con Karol G en MedellínPoco a poco se corrió la voz de la visita de la aclamada artista y la romería no se hizo esperar.En varios videos que circulan en redes sociales se le vio saludando y departiendo con la gente desde una ventana, sin embargo, la multitud quería más.En otra grabación se puede ver que la cantante le dio gusto al público y se subió sobre su camioneta para saludar.La sorpresiva visita de Karol G paralizó el tráfico e hizo felices a decenas de personas que tuvieron la oportunidad de verla de cerca y hacer fotos y videos de ella.Además de sus conciertos, la artista también realizó una visita a las internas de la cárcel Pedregal.
Un hombre fue sentenciado a 18 años de cárcel por abusar sexualmente de la nieta de su pareja sentimental, en Medellín. Según las autoridades, los hechos se registraron en el corregimiento de San Antonio de Prado entre los años 2010 y 2018.“Los investigadores establecieron que los vejámenes sexuales comenzaron cuando la víctima tenía 5 años”, indicó la Fiscalía en un comunicado.Otras noticias: En tragedia terminó viaje de esposos a Medellín: mujer murió tras una cirugía estéticaEl procesado -de 68 años- fue condenado por los delitos de actos sexuales con menor de 14 años y acceso carnal abusivo con menor de 14 años, ambas conductas agravadas y en concurso homogéneo y sucesivo.Según la investigación, durante 8 años el hombre le realizó tocamientos de carácter sexual a la nieta de su pareja y también la accedió carnalmente.“La decisión de primera instancia proferida por el Juzgado 18 Penal de Circuito de Medellín fue apelada por la defensa ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Distrito Judicial”, indicó la Fiscalía.DenunciePara reportar casos de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes puede comunicarse a:Teléfono 260 14 00 (Cerfami) para atención psicojurídica para mujeres víctimas o en riesgo de violencia.Líneas 123 Social y Línea 123 Mujer.Línea 155 de la Policía Nacional.Línea 122 de la Fiscalía General de la Nación.Líneas 141, 01 8000 91 80 80 y 018000 11 24 40 del ICBF.Lea además: Motociclista arrolló y mató a una adolescente en el Valle de Aburrá
Bomberos de Medellín protagonizaron el sábado una compleja operación de rescate para salvar a un toro de 600 kilos que había caído al caño de una quebrada y se encontraba en peligro.El hecho se registró en el sector Santa Rita del corregimiento San Antonio de Prado, suroccidente de la ciudad.“Al llegar al sitio, las unidades encontraron un escenario complejo y de difícil maniobra. Un toro de 600 kilos, con nombre Nerón, había rodado hasta una zona donde no podía salir por sus propios medios”, detalló el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Medellín.La comunidad, en su intención de rescatar al animal, había desfallecido por su peso y las difíciles condiciones del terreno.Los bomberos con su experticia en el trabajo de cuerdas lograron atar al toro y la cooperación colectiva terminó en un final feliz: finalmente pudieron rescatar a Nerón.“Tras una pausa y el estrés propio causado por la situación, el animal se paró en sus cuatro patas y caminó dejando atrás ese mal recuerdo”, dijo el cuerpo de Bomberos.
Entre arengas y silbidos empezaron las manifestaciones en el corregimiento de San Antonio de Prado, en Medellín, donde los marchantes se apostaron al ingreso de la estación de Policía. Allí gritaban una y otra vez mensajes en rechazo a los hechos ocurridos en Bogotá, donde murió Javier Ordóñez.En segundos, el panorama cambió y personal del Esmad empezó a disipar la concentración que bloqueaba la vía, a la vez que algunos manifestantes lanzaban piedras y elementos contundentes contra los uniformados. Negocios y vehículos sufrieron cuantiosos daños. La comunidad pidió calma y cuestionó los hechos violentos.“Venían pacíficamente, por la cuestión de la muerte del muchacho en Bogotá, cuando ya al rato fue que empezó la algarabía, tirando piedras, tirando gases lacrimógenos, bombas (lacrimógenas), de todo; dañaron carros, dañaron canecas de la basura”, manifestó Martha Luz López, habitante de San Antonio de Prado.Videos en manos de la comunidad demuestran que hubo agresiones de parte y parte. Tres personas fueron capturadas.“Uno de los jóvenes que había en la marcha se entregó, e inmediatamente ellos lo cogieron le empezaron a dar patadas”, expresó María Elsy Marín.En un video se ve a un joven con heridas en su cabeza. Un policía fue atendido por personal médico por las lesiones provocadas por algunos manifestantes, según la institución.El Comando de la Policía Metropolitana, ubicado en la avenida Oriental en el centro de la ciudad, también se convirtió en el escenario de actos vandálicos por parte de algunos manifestantes.La puerta del Comando fue derribada, mientras al interior, las alarmas sonaban y los policías corrían para evitar que la turba ingresara al lugar.“Trataron de ingresar de manera violenta, se impidió esa acción, entonces pretendieron incinerar las puertas de ingreso”, indicó el coronel Ómar Rodríguez, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.Con la luz del día se pudo evidenciar el resultado de una difícil jornada. Las calles de San Antonio de Prado quedaron llenas de piedras, palos, elementos incinerados, carros y casas con vidrios rotos y el robo de las cámaras de seguridad.
Al igual que en la capital del país, en Medellín se vivieron manifestaciones contra la fuerza pública que terminaron en desmanes en el centro de la ciudad, propiamente en la avenida Oriental, y en el corregimiento de San Antonio de Prado, en el suroccidente.De acuerdo con el coronel Ómar Rodríguez, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, desconocidos intentaron tomarse las instalaciones del comando ubicado en la Oriental, incluso tumbaron la puerta.“Lo que inició como una protesta pacífica terminó con unas cuantas personas en acciones vandálicas en el comando de la Metropolitana, una vez intentaron entrar y, al no poder, trataron de incinerar las puertas. La reacción oportuna deja un capturado”, indicó el alto oficial.Asimismo, durante la noche del miércoles y parte de la madrugada de este jueves, trataron de prenderle fuego a la estación de policía de San Antonio de Prado.“Aproximadamente 80 jóvenes cometieron actos vandálicos intentando entrar con bombas molotov, incendiarias, a la estación de policía. Hubo una reacción del Esmad, tenemos uno de nuestros policías heridos con arma contundente”, precisó el coronel Rodríguez.Estos desmanes se extendieron hasta las 2:40 de la mañana, aproximadamente.“Tenemos unas imágenes, tenemos unos videos, tenemos unas personas identificadas y vamos a iniciar unos procesos de judicialización, unas denuncias ante la Fiscalía por estas actividades”, añadió el subcomandante de la Policía Metropolitana.También, en Envigado, sur del Valle de Aburrá se registraron protestas.Hasta el momento, tres personas fueron capturadas por los desmanes, quienes deberán responder por los delitos de ataque a servidor público y daño en bien ajeno.El uniformado lesionado está estable y recibió algunos días de incapacidad.Vea, además:
Con puños y patadas, dos hombres frustraron intento de robo en una joyería del corregimiento de San Antonio de Prado, suroccidente de Medellín.Una cámara de seguridad del sector conocido como El Dorado grabó el momento en el que uno de los ladrones fue golpeado por el dueño del local y otro hombre que lo acompañaba. El cómplice del asalto, al ver la reacción violenta de su víctima, huyó del lugar.La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá llegó de inmediato, luego del llamado de la comunidad, lo que permitió la captura de uno de los delincuentes.Según información preliminar, los dos ladrones llegaron con armas de fuego para amedrentar al dueño de la joyería, pero no contaban con que el comerciante se defendería a puño limpio.De acuerdo con las autoridades, aunque los hurtos en Medellín han disminuido en un 47 % por la cuarentena del coronavirus, se han reportado alrededor de 1.400 denuncias por este delito en lo que va del 2020.La modalidad del fleteo se mantiene como uno de los flagelos de los habitantes de la capital antioqueña.
Según el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd), el vehículo se volcó a eso de las 5:22 p.m. en la calle 57 Sur con carrera 62B del barrio El Limonar.Las primeras versiones indican que el conductor del vehículo, tipo camión, perdió el control del volante y fue a dar de manera estrepitosa cerca de una placa deportiva y se llevó por delante un pequeño kiosko de ventas informales.El automotor iba cargado con abundante material de construcción, el cual quedó regado en el suelo, según se puede ver en las imágenes divulgadas por el grupo de denuncia ciudadana Guardianes Antioquia.Tras lo ocurrido, fueron enviadas dos tripulaciones de Bomberos Medellín para que atendieran el caso, con apoyo de la Secretaría de Salud, informó el Dagrd.Los dos heridos remitidos a centros médicos son un motociclista que pasaba por la zona y el conductor del vehículo accidentado.
Erdogan derrotó a su principal rival, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, quien obtuvo el 44.59% de los sufragios, con el 99,5% de los votos escrutados.Gobernador Ron DeSantis lanzó por Twitter su campaña a la Presidencia de Estados UnidosEl mandatario turco celebró su victoria en un discurso ante miles de seguidores en Estambul, su ciudad natal, donde agradeció el apoyo del pueblo y prometió gobernar el país con justicia y democracia.Varios líderes políticos del mundo le han dado sus felicitaciones a Erdogan por ganar de nuevo la presidencia del país euroasiático. Entre estas figuras, se encuentran Vladimir Putin, presidente de Rusia; Nicolás Maduro, presidente de Venezuela; Lula Da Silva, presidente de Brasil, entre otros.El líder turco, que lleva en el poder desde 2003 como primer ministro y desde 2014 como presidente, se asegura así un nuevo mandato de cinco años con amplios poderes ejecutivos que le otorgó la reforma constitucional aprobada en 2017 por un estrecho margen.Colombiano Andrés Guzmán estrena cargo de comisionado para DD. HH. del gobierno de Nayib BukelePor su parte, Kiliçdaroglu, rival político del presidente, reconoció su derrota y felicitó a Erdogan por su triunfo. El líder opositor dijo que respetaba la voluntad del pueblo y que seguiría trabajando por una Turquía “más libre y próspera”."Quiero felicitar al señor Erdogan por su éxito electoral. Espero que gobierne el país con sabiduría y responsabilidad. Nosotros seguiremos defendiendo nuestros principios y valores democráticos. No nos rendiremos ante el autoritarismo y la injusticia", declaró Kiliçdaroglu.La segunda vuelta de las presidenciales se celebró después de que ninguno de los candidatos lograra la mayoría absoluta en la primera ronda del 14 de mayo, que coincidió con las elecciones legislativas. En esa ocasión, Erdogan obtuvo el 48% de los votos y Kiliçdaroglu el 41%.Las elecciones se desarrollaron en un clima de alta polarización política y social, marcado por la represión del gobierno contra la oposición y los medios críticos tras el fallido golpe de Estado de 2016. También estuvieron influidas por la crisis económica que atraviesa el país, con una alta inflación y una fuerte depreciación de la lira turca, moneda oficial Turquía.
Un informe de uso exclusivo de inteligencia militar que revela detalles de las actividades de un cabecilla del frente Carolina Ramírez del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC fue conocido por Noticias Caracol. Se trata de Yeison Alexis Ojeda, alias ‘Danilo Alvizú’, quien, con un alto conocimiento en tecnología y comunicaciones, controla territorios.¿Quién es alias ‘Danilo Alvizú’, señalado del asesinato de cuatro menores indígenas?Él es el mismo que ordenó la masacre de los cuatro niños indígenas la semana pasada en el Putumayo. Una mente criminal con un largo prontuario en la antigua guerrilla de las FARC y ahora en las disidencias.Todos los esfuerzos militares se concentran en esa zona del país para dar con el paradero de uno de los hombres más buscados por su recorrido en la ilegalidad.El documento de inteligencia militar revela que Yeison Alexis Ojeda, alias ‘Danilo Alvizú’, ingresó como guerrillero raso en el 2010 al frente 48 de las FARC. Cinco años después se formó como comunicador.Tras la firma de los acuerdos de paz en el 2016, estuvo en el espacio de reincorporación La Carmelita en Puerto Asís, Putumayo. Durante dos años creó una escuela en la que capacitó a reincorporados en comunicaciones y producción audiovisual.Así lo relató a Noticias Caracol un reincorporado, cuya identidad y voz se mantienen bajo reserva por su seguridad: “Había la necesidad de comenzar a contar lo que se estaba haciendo… Era el afán de poder crear una escuela, formar integrantes de organización revolucionaria, igualmente parte de la población civil… edición de video, fotografía, algunos que pudieran acceder al micrófono y hacer entrevistas”.Alexander Africano, defensor de derechos humanos y analista político, señaló que alias ‘Danilo Alvizú’ “es una persona muy ilustrada en el tema de la tecnología” y “recia”.“Es autoritario y sabemos que es el que viene manejando la organización de masas y el tema político y el tema de finanzas de ‘Iván Mordisco’”, expresó.En 2018, alias ‘Danilo Alvizú’ regresó a las armas, ahora como cabecilla del frente Carolina Ramírez, quien ordenó el asesinato de los cuatro menores de edad que habían sido reclutados en Putumayo. Esta masacre rompió definitivamente el cese al fuego con este grupo armado ilegal.Así fue el asesinato de los cuatro menores indígenas: "Los masacraron delante de la comunidad"“Con su facilidad y convencimiento, expresividad, su capacidad para disuadir, es altamente peligroso en un momento donde el territorio es un territorio olvidado”, sostuvo Africano.Alias ‘Danilo Alvizú’ es el mismo que estuvo acompañando al máximo comandante del Estado Mayor Central de las disidencias de la FARC, alias ‘Iván Mordisco’, en los llanos del Yarí, en Caquetá, cuando reapareció en un evento público en el que estuvo Noticias Caracol.Contra él van dirigidas las nuevas operaciones ofensivas de las Fuerzas Militares que se reactivaron en Putumayo, Caquetá, Meta y Guaviare, con el fortalecimiento de tropas en las zonas selváticas donde delinque este frente armado para dar con su paradero.
La jefe de gabinete del gobierno del presidente Gustavo Petro, Laura Sarabia, será citada a un debate de control político en el Congreso de la República, luego de que fuera revelado un supuesto abuso en contra de su exniñera.Le puede interesar: Rifirrafe entre Petro y Barbosa por detenidos de primera líneaAún no hay fecha, pero la solicitud la hizo el representante a la Cámara Óscar Villamizar, del Centro Democrático.Y es que toda la polémica se desató luego de que la exniñera de Laura Sarabia denunciara en la revista Semana que fue sometida al polígrafo y que habría sido tachada de “ladrona y mentirosa”, cuando en enero de 2023, en la vivienda de la mano derecha del presidente Gustavo Petro, se perdió un maletín con cerca de 7.000 dólares en efectivo.“Estoy citando a debate en plenaria de la Cámara para saber por qué realizaron estas acciones y se tomen medidas disciplinarias y penales, si hay lugar a ellas”, señaló el congresista Óscar Villamizar.Al respecto, la propia Jefatura para la Protección Presidencial de la República de Colombia respondió con un comunicado en el que asegura que todos los procedimientos se hicieron de acuerdo a la ley y que fue necesario porque un tema así de delicado puede poner en riesgo incluso la seguridad nacional o información clasificada.Gustavo Petro advirtió deslealtad de funcionarios en elección de gerente de Federación de Cafeteros“De acuerdo con la arquitectura legal que rige la seguridad de altos funcionarios del Estado colombiano, establecida en el Decreto 2647 de 2022, cuando se presentan incidentes que vulneren su seguridad y la de su entorno, de inmediato se activan todas las acciones previstas en el Decreto 1066 de 2015”, apuntó.El fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, afirmó que ya hay una investigación y que la Fiscalía le otorgó medidas de protección a la exniñera, aclaró que la prueba de polígrafo no fue autorizada por la entidad, que es la única autorizada para adelantar procesos de investigación.Noticias Caracol conoció un documento en el que la jefe del gabinete del gobierno del presidente Gustavo Petro, Laura Sarabia, se dirige al fiscal y dice textualmente que “tanto al esquema de seguridad como a la señora (la exniñera) se les practicaron pruebas de polígrafo, previo consentimiento informado y autorización voluntaria de su práctica”, además de agregar que hay pruebas de audio y video sobre ello, pero que aún no son públicas.En su comunicado, la Jefatura para la Protección Presidencial de la República de Colombia precisó que “la jefa de despacho presidencial fue víctima de un hurto en su residencia en enero de 2023” y que “el día 29 de ese mismo mes fue formulada la respectiva denuncia penal ante las autoridades competentes”.
El 20 de enero fue viernes y Pablo Angulo Cortés había pasado todos los días de esa semana por el mismo camino para trabajar en un cultivo de cacao, en la vereda pital, en Tumaco. Aunque pisaba el suelo del Alto Mira, la que puede ser la región más minada de Colombia, tenía la confianza de que ese camino, tan conocido por él, era seguro. Pero tal certeza se esfumó violentamente cuando escuchó un estruendo y sintió que su cuerpo era lanzado por el aire.En el corazón de la operación Esperanza: detalles inéditos de búsqueda de niños perdidos en Guaviare“Me sube para arriba y cuando bajo ya quedo es como loco, y cuando vengo a darme cuenta estaba todo esto desbaratado. Esta pierna estaba partida”, cuenta. Pablo Angulo, un campesino de 63 años, que desde niño ha trabajado la tierra, quedó tirado en el suelo, abatido por el dolor. Y allí estuvo, pidiendo auxilio a gritos, durante más de una hora. Segundo Serafín Landázuri, el dueño del cultivo donde trabajaba Pablo, fue uno de los primero que llegó a ayudarlo.“Cuando llegamos estaba aquí del golpe salió y quedó bien patas arriba, quejándose, decía que no quería vivir más, que lo mataran. De ahí lo recogimos con miedo”, cuenta. Desde ese día, hace ya cuatro meses, ni don Segundo ni nadie se había atrevido a pisar el cultivo de cacao donde cayó Pablo. Esta vez lo hizo solo para acompañar al equipo de Noticias Caracol que llegó al lugar. La sospecha es que los bordes del camino que recorrimos junto a él están minados.“Está abandonado, yo no había entrado a mi finca porque a uno le da miedo que haya más, se está perdiendo la cosecha”, dice. Ese miedo que siente don Segundo cuando pisa su propia tierra es el mismo que se siente en gran parte de en el Alto Mira y Frontera, un territorio al sur de Tumaco, con 17.000 habitantes, que colinda con Ecuador y está lleno de cacao, palma, también de coca, y ahora, desde el último año, de minas antipersonal. “Aproximadamente 40 personas afectadas por este tema de minas en lo que va de corrido del año”, dice Martín Cabezas. Ese registro haría de esta zona la más afectada del país por esos explosivos. “Es una desgracia de la que no se libra ni siquiera él, el presidente del consejo comunitario del Alto Mira y Frontera. “La finca mía tiene minas, hace como 20 días el Ejército sacó dos, pero las otras están ahí”, cuenta el líder.Preocupación por amenazas de disidencias de las FARC contra candidatos a elecciones regionalesLa región terminó plagada de minas porque desde el año pasado acá empezó una guerra brutal entre dos disidencias de las FARC: los Guachos, asociados a la Segunda Marquetalia de Iván Márquez, y la columna Urias Rondón, aliados de las guerrillas de Iván Mordisco. En medio de los enfrentamientos, y de los choques con el Ejército, esos grupos minaron el territorio.“Cuando estos combatientes de estos grupos salen, ellos no se van a poner a recoger las minas, las minas quedan sembradas y, a quiénes nos afectan, a nosotros como comunidad”, dice Cabezas. Las edificaciones de la vereda Mata de Plátano son la evidencia clara de esa guerra.El centro de salud fue baleado durante los enfrentamientos del año pasado. La caseta que sirve de salón social, los postes de luz y hasta la escuela a la que asisten decenas de niños también recibieron impactos de fusil. Algo parecido padecen en la vereda vecina de Vayanviendo. “Aquí fue un lugar donde cayó un artefacto explosivo. Eso fue en momentos de combate, cayó aquí. Eso fue en diciembre. Esto es al lado de la escuela, por ahí a doce metros de la escuela”, cuenta Diego Cortés, el presidente de la junta de esa vereda que se está convirtiendo en un pueblo fantasma.De los 240 habitantes que tenía a finales del año pasado, dice que ya solo quedan alrededor de cien. El resto se han ido por el miedo a los combates y las minas, dice Cortés. “El conflicto ha sido mucho más fuerte y eso trae que aquellos artefactos vayan siendo sembrados sin saber quién. Lo que sabemos es que tenemos muchas fincas que están abandonadas por eso”.Tragedia en Bajo Baudó por muerte de niños asociada aparentemente a desnutrición y una infecciónDos mujeres perdieron sus piernas este año al caer en minas sembradas a menos de 300 metros del casco urbano de Vayanviendo, una de ellas apenas tiene 15 años. “En ese momento estaban en combate, entonces ella queriendo escapar por un camino donde había sido puesto aquel artefacto y cayó en ese artefacto. Escuchamos la explosión de la niña, pero no pudimos ayudarla porque estaban en combate”, cuenta Cortés.Los niños de estas veredas han sido confinados a pequeños espacios. Son cosas difíciles para nuestros niños porque antes no había esa dificultad para andar, ahora solamente los podemos tener aquí dentro del corredor escolar, no los podemos dejar salir”, dice Cortés.Los pobladores del Alto Mira no se atreven a meterse a los ríos ni a caminar entre el monte. Hasta las labores más cotidianas quedaron suspendidas. “Están jugando, se les va el balón fuera del área del juego y ellos les da el miedo y ese balón se queda allá, no van por el balón”, cuenta un poblador que prefiere reservarse su identidad.Lo más grave es que cientos de personas están pasando hambre porque tuvieron que abandonar sus cultivos, por miedo a que estén infectados de minas. “El grupo que le tocó limpiar un filo de la vía se encontró con una poma de explosivos, una caneca, más o menos 7 u 8 kilos de explosivos, tenía un cable largo. Para nosotros fue algo terrible. Ya la gente quería sembrar esta tierra, pero por eso esto está así porque no se sabe si puede haber o no”, cuenta Robinson Zapata, un agricultor de cacao de la zona.Providencia lanza SOS por incendio forestal que ha arrasado más de 10 hectáreas de bosque“Un cultivo en estas condiciones ya no es garantía para entrar porque si hay una mina, fácilmente cae. Nadie quiere entrar aquí. Al no entrar nadie a cultivar, el dueño de qué va a vivir, se pierde la finca, y es posible que el dueño tenga que salir a aguantar hambre”, dice Martín Cabezas.Don Segundo, el dueño del cultivo donde cayó Pablo Angulo, hoy tiene que resignarse a ver cómo sus seis hectáreas de cacao se pudren, consumidas por la maleza, pues nadie se atreve a trabajarlas. “Este cultivo ya tiene siete años que estoy volteando aquí para tenerlo así, y ahora verlo todo perdido”, dice.En la vereda vecina de La Onda, Diego cortés Landázuri, un campesino de 39 años que se dedicó al trabajo del campo desde los 13, sufre porque no pudo volver a sus cultivos. “Yo soy una persona que desde pequeño siempre me ha gustado ponerle la mano a la tierra”. El 26 de enero cayó en una mina. “Yo me fui en la mañana como siempre a mi trabajo, y venía volviendo acá a la casa. Y ya había pasado, ese es el camino de rutina que uno tiene. Y al volver por el mismo camino cuando ya me encuentro con el aparato ese. En ese momento, cuando escuché el sonido, me volteé a ver y el pie no estaba. Me tiró por allá, en ese momento no sabía qué hacer, quedé aturdido, me mandé la mano a la vista y la vista reventada”.Diego Cortés perdió la pierna izquierda y el ojo derecho. “Ya de verme así yo pensaba era en morirme. Porque una persona que he sido muy trabajador y en verme así decía para qué sigo más. Hasta que me traían cargado por acá decía no me saquen más, déjenme porque yo ya para qué sirvo”, cuenta.Ese mismo día, Alberto Ortiz, de 33 años y con tres hijos, amigo de la infancia de Diego, pisó una mina cerca de allí, y también perdió una pierna. “Ahora somos como hermanos. Es una cosa increíble, caer el mismo día. Lo que a él le pasa y los trámites de él los sé yo, y lo mío lo sabe él”, cuenta Diego, quien hoy trata de reponerse de los dolores del cuerpo. “Esa pierna la tengo toda perdida pero usted siente como si la tuviera ahí. Eso se siente, le pica a uno debajo de la planta del pie, como si la tuviera ahí, eso no me deja dormir, es una cosa fea”.Sobre todo, trata de reponerse de la tristeza de ver sus anhelos desmoronados. En el campo, donde todo se gana con el esfuerzo del cuerpo, perder una extremidad significa quedar inhabilitado para casi cualquier actividad de subsistencia. Diego quería juntar recursos para irse a vivir a una ciudad, en calma, con sus tres hijos. Por eso trabajaba duro en los cultivos y había montado esta gallera en su casa, que hoy está abandonada.Los accidentes de estos hombres han causado un gran impacto emocional en el territorio. “A cualquiera se le arruga el corazón y se le salen las lágrimas, por lo menos con el compañero Diego, de La Onda. Hemos jugado fútbol, él en su vereda y yo en la mía. De pronto no me atrevo ni a ir a verlo, porque verlo que hace unos 8 meses jugamos fútbol, nos tomamos una cerveza, y ya hoy verlo que perdió una vista, a punto casi de perder las dos piernas. Es muy impactante. El territorio del Alto Mira en el tema de las minas está abrumado”, dice Carlos Angulo, de la vereda El Restrepo.Hace más de 10 años, el Alto Mira vivió una situación similar, un pico de accidentes con minas que dejó mutilados por toda la región. En ese tiempo, las Farc controlaban el territorio. Stalin Buila vivió para contarlo: “Estábamos trabajando con un primo y ya íbamos saliendo para la casa como a las 3. Yo me resbalo con la raíz de un árbol, a orillita de camino, la bota me resbala así, y justo cae, la han tenido metido en medio de dos raíces, entonces yo me resbalo cuando siento ese boom, ya la pierna desbaratada ya, mochada, el hueso astillado, ya no había pie”.La nueva guerra entre los grupos residuales del desarme de las FARC revivió ese calvario para los habitantes del Alto Mira. “Yo estoy parado aquí dando esta entrevista y no creas que no tengo miedo, el miedo aquí lo tenemos todos porque si el Estado que es Estado no ha podido controlar a esta gente en su accionar de guerra, mucho menos nosotros los civiles. Nosotros estamos a merced de que nos consideren o nos quiten la vida”, dice Martín Cabezas.En medio de todas las carencias de este territorio, de la falta de vías y de agua potable, de la ausencia de un hospital para atender incluso a quienes pisan las minas, hoy hacen una petición urgente. “Lo único que estamos pidiendo es que el Estado, el gobierno de Gustavo Petro, habilite un equipo de desminado para que nos haga ese seguimiento de desminado y no tengamos que seguir sacrificando vidas en nuestro territorio”, dice Cabezas, el presidente del consejo comunitario.Pablo Angulo y Diego Cortés tratan de recuperarse de sus heridas recientes para empezar a reconstruir sus vidas. “Me siento bastante incómodo porque es que verme, un tipo que he sido de mi trabajo, y verme de esta manera, me siento mal, mal”, dice Pablo. “Que no nos den la espalda, porque así como uno está ahorita uno no puede hacer nada, eso es lo que yo pido, que no se olviden de uno”, concluye Diego.Mientras su suelo siga infestado con esa plaga, los habitantes del Alto Mira permanecerán privados de los más esencial para un campesino: su estrecha y libre relación con la tierra.
La desmovilización de las AUC en los Montes de María, Bolívar, supuestamente traería días de calma para sus habitantes, pero la realidad es que los grupos armados, hoy bajo otro nombre, siguen en los territorios y su control es total. A cinco meses de las elecciones regionales hay preocupación en la zona.Preocupación por amenazas de disidencias de las FARC contra candidatos a elecciones regionalesEl corregimiento de Las Palmas, en San Jacinto, es un pueblo que está proceso de reparación colectiva por las masacres que perpetraron las AUC a finales de 1999, allí poco ha cambiado pues ahora están las autodefensas gaitanistas.En el Carmen de Bolívar la cosa no es distinta. En esta zona existe un temor bien fundado entre su gente, saben que los vigilan. El campanero puede ser cualquiera, no se fían de nadie, saben que los observan, tienen claro que las paredes escuchan y que cada esquina tiene su dueño.“En el día a día es un poco difícil porque las personas temen ir a la finca a trabajar porque no saben con quiénes se van a encontrar allí y en las comunidades, los pueblos, tampoco. Es un poco difícil porque están controlando el tiempo, la hora en que las personas tienen que dormir, ponen horario en la noche para que a partir de tal hora no continúen en las calles”, comenta una lideresa zenú.Dicen las comunidades de los Montes de María que ni siquiera esperan un desplazamiento masivo porque se sienten confinados en su propia tierra.Informe revela cómo grupos armados ilegales imponen normas en zonas donde delinquen: ¿cuáles son?“Muchas comunidades han intentado salir y estos grupos lo que han dicho es: no se vayan porque los necesitamos aquí, como escudo, ósea, un desplazamiento masivo como tal ellos no lo van a permitir, pero sí hay un confinamiento y es vivir dentro de la zozobra y mezclados con los grupos armados a la fuerza porque nosotros somos sociedad civil”, resalta la lideresa de los Montes de María.En un panfleto que ha hecho circular este nuevo grupo armado, que se presenta como un reencauche de los antiguos rastrojos costeños, se declara enemigo del Clan del Golfo y el ELN, su presencia hace más compleja la situación porque es un nuevo actor en la confrontación armada.Desde el 1 de enero de 2021 y hasta el 5 de abril de 2023 se han registrado 18 agresiones contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, ocho municipios de la subregión fueron afectados por violencias selectivas y, según Indepaz, en lo corrido del año han sido asesinados tres líderes sociales en la zona. La Defensoría del Pueblo advierte que las AGC se perfilan como las presuntas responsables.