Medellín, según el más reciente informe del DANE, logró un crecimiento económico importante en la creación de microempresas durante la época de pandemia del COVID-19.A diferencia del resto del país, tuvo un crecimiento del 5,3% en lo que tiene que ver con la creación de micronegocios, es decir panaderías, negocios de barrio, entre otros.Don Ómar García es uno de los cientos de comerciantes que pese a la pandemia le apostaron a crear un negocio como medio de sustento.En su caso, una repostería con la que logra mantener unos cuatro empleos, pese a los coletazos del coronavirus.“La situación es muy compleja y, como le digo, hay que jugársela con muchos métodos, con buena calidad, con buen servicio”, dijo.Una fórmula que -según Ómar- debe ir acompañada de buena vibra.“La actitud juega un papel muy importante, uno no se puede quejar ante las adversidades y hay que dar siempre un paso adelante cuando la situación está muy difícil. Lo único que lo saca a uno adelante es la actitud ante la situación”, agregó.Mario de Jesús Ríos, un comprador, dijo que ese tipo de negocios sale adelante por “el crecimiento paisa, el forjamiento de la gente. Uno ve que los negocios trabajan, laboran, pero todavía tenemos el problema”.Fenalco Antioquia se refirió a esta cifra de crecimiento alcanzada con los micronegocios.“Encontramos que sucedió lo contrario, en Medellín hubo un incremento del 5,3% en la creación de nuevos micronegocios. En 2019, para igual período de enero a octubre, teníamos en la ciudad 330.084 micronegocios y en igual periodo del 2020, los 10 primeros meses del año, teníamos 347.697 micro negocios”, indicó Claudia Bustamante, economista de Fenalco Antioquia.Es decir, más de 17 mil nuevos emprendimientos surgieron.Distinto es el panorama de cientos de ciudadanos, que desde la informalidad buscan tener un sustento que les permita vivir en tiempos de pandemia.Pese al positivo balance, todavía hay empresas y también micronegocios que aseguran que la situación sigue siendo muy crítica e incluso muchos de ellos han tenido que cerrar sus puertas.
Entre enero y octubre de 2020, Medellín pasó de tener 330.000 microempresas a 347.000, lo que representa un aumento del 5% en comparación con el mismo periodo de 2019. Así lo reveló Fenalco Antioquia tras un informe del DANE que advierte del cierre de 509.000 micronegocios en todo el país durante la pandemia.Las cifras de Fenalco contrastan con los letreros de se arrienda o se vende, presentes en las fachadas de cientos de locales comerciales de la ciudad.Es el caso de Marco Madrigal, quien se vio obligado a cerrar su café, ubicado en El Poblado.“Nosotros teníamos un negocio hace cuatro años y nos trasladamos a Provenza con el objetivo de crecer y el pasado 31 de diciembre nos vimos en la obligación de cerrar, de liquidar la razón social, de despedir empleados y de declararnos en quiebra”, lamenta el microempresario.Marco, además, cuestiona las cifras entregadas por Federación Nacional de Comerciantes:“Nosotros nunca hemos hecho parte de Fenalco, nadie ha venido a prestarnos sus servicios y nosotros no conocemos las cifras. No creo que nos represente, así como no creo que represente a pequeños comerciantes como yo”.Después de Bogotá, Medellín es la ciudad de Colombia con mayor número de micronegocios, 347.697 en total.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, dio a conocer que el desempleo en Colombia subió al 17,3% en enero pasado, época en que se presentó el segundo pico del COVID-19 en varias regiones. Según la entidad, en el primer mes de 2021 la población ocupada en el país era de 20,2 millones de personas, mientras que en enero de 2020 fueron 21,5 millones, lo que quiere decir que se presentó una reducción del -7,3%.En enero de 2021 se evidenció en Colombia una reducción del 10,8% de la población de mujeres ocupadas y del 5% de hombres ocupados, en comparación con el mismo mes del año anterior, informó el DANE.En cuanto a la edad, las mayores disminuciones de la población ocupada se registraron en las mujeres de 25 a 54 años (-644 mil) y en los hombres de 10 a 24 años (-248 mil).Servicios de alojamiento y de comida presentaron la mayor reducción de personas ocupadas, algo que se viene presentando desde noviembre de 2020.
En una humilde vivienda del barrio El Dorado de la localidad de Santa Fe, oriente de Bogotá, Yeimy Constanza Tovar se las ingenia para que sus hijos tengan acceso a la educación y sean, como ella misma dice, alguien en la vida.Sin embargo, la falta de conectividad y dispositivos móviles ha dificultado que sus seis pequeños puedan recibir al menos una clase por día.“Tengo un solo celular para seis niños. Nos toca una hora uno, a otra hora la otra y así. En este momento no están estudiando porque no llega la señal, no tenemos la forma”, lamenta.La pandemia puso en jaque la educación de sus hijos, pues no pueden recibir clases ni en persona ni mucho menos desde la virtualidad, situación que desvela Yeimy.“Los niños antes podían ir al colegio y ya no tenemos forma de que ellos estudien, únicamente contamos con un celular para todos. Es muy difícil la señal acá, nos toca recargar porque no hay línea de internet. Esta no es la mejor situación para los niños si queremos que sean alguien en este país”, reclama la madre.Pero la educación no fue lo único que se vio golpeado por el COVID-19. Yeimy perdió su trabajo y ahora se la rebusca para llevar un bocado de comida.“Yo trabajaba vendiendo piñatas, pero por la pandemia me tocó ir al monte a coger eucalipto para poder sostener a mi familia, vendiendo eucalipto. Eso meda para sostener a mis hijos. Ahorita estoy debiendo el arriendo, no lo he podido cancelar porque no me alcanza. Si antes de la pandemia de pronto se movía el centro, ahorita está muy quieto, el centro no se mueve igual que antes”, detalla la jefa del hogar.Por eso, Yeimy Constanza clama por ayuda para ella y sus pequeños:“En este momento necesito colaboración para poder sacar a mis hijos de aquí, no es lo mejor para ellos y yo quiero que ellos sean alguien. Necesito que por favor me colaboren con una casa y el estudio de mis hijos, es lo único que pido, porque yo tengo las ganas y verraquera para seguir trabajando por ellos. Si alguien me puede ayudar con un trabajo formal estaré muy agradecida”.Como esta madre, son miles los colombianos que deben racionar la ingesta de alimentos, muchos pasaron de comerse tres platos al día a solo dos.Según cifras del DANE, en Cartagena, por ejemplo, solo el 33,5% de su población come tres veces.Le siguen Barranquilla (45,3%), Santa Marta (45,4), Sincelejo (51,3), Montería (54,4%) y Pasto (57%).Pese a que las ayudas del Gobierno Nacional aumentaron en un 24% durante el 2020 por la pandemia, esto no ha sido suficiente. El hambre, la necesidad y la incertidumbre están al orden del día.
“Hago esto porque es mi último recurso. No sé si lo vayan a ver. Estoy haciendo esto es porque estoy buscando ayuda, llevo un año y tres meses sin empleo, la situación en mi casa es muy difícil económicamente hablando y ya no sé qué hacer”.Lo dice, con la voz entrecortada, Samuel Rodríguez, un joven de 21 años que expresa la dura situación que vive en su casa por cuenta del desempleo.“No sé qué buscan las empresas, ni qué quieren las empresas de un joven como yo que hasta ahora está intentando conseguir su primer empleo. No me llaman de ninguna parte, ni con experiencia, ni sin experiencia, o me dejan los procesos a medias; sinceramente, no sé qué hacer. Solamente necesito una ayuda”, expresó.El drama de Samuel no es único. Se repite en cada barrio, en cada ciudad de Colombia.Juan Daniel Ovideo, director del DANE, lo explicó así: “Hay varios problemas estructurales detrás del desempleo juvenil en el país. Buena parte del empleo de jóvenes entre 14 y 18 años está concentrado en el comercio, agricultura, actividades pecuarias y actividades de industria manufacturera e industria de alojamiento y cultura”.“Eso lleva a que los jóvenes estén sobrerrepresentados en esas actividades, llamémoslas, vulnerables de la pandemia. Detrás de eso puede haber un efecto sobre la falta de coincidencia de las competencias que están desarrollando los jóvenes frente a las que necesita el país”, indicó.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia cayó un 6,8% en 2020 en comparación con 2019 cuando tuvo un crecimiento del 3,3% en el que había sido el mejor resultado del país en cinco años, informó este lunes el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).El resultado negativo es histórico para el país y está relacionado con los efectos adversos que tuvo la economía debido a la pandemia del coronavirus, que obligó a confinamientos y cierres de la actividad productiva.Según el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, la caída del PIB en Colombia en 2020 estuvo dentro del rango previsto por el Gobierno, analistas y el Banco de la República (emisor), que oscilaba entre el -6,5% y el -7,2%.En una rueda de prensa virtual, Oviedo detalló que la cifra se explica por la contracción en sectores como la construcción (-27,7%), minas y energía (-15,7%) y el comercio (-15,7%).El funcionario añadió en el primer trimestre del año pasado la economía colombiana creció un 0,7 %, en el segundo cayó 15,5 %, en el tercero el retroceso fue del 8,5 % y en el cuarto la cifra fue de - 3,6 %.Expectativas de crecimiento en 2021Al analizar los resultados del PIB de 2020, el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, señaló que "la economía decreció 6,8% el año pasado, pero que hay cosas muy importantes que destacar"."Lo primero es que la caída más importante se dio en el segundo trimestre del año pasado, cuando, debido a las cuarentenas, la economía cerró más o menos en un 30%", añadió.Puntualizó que justo en ese segundo trimestre de 2020 la economía cayó en términos anuales más de 15% y a medida que las "autoridades disminuían las restricciones de movilidad, se ve cómo el PIB se va recuperando paulatinamente".Conocido el resultado del impacto de la pandemia en el crecimiento de la economía el año pasado, las perspectivas de las autoridades económicas son de un rebote en el PIB dado que Colombia comenzará este mes la vacunación, con lo que se espera un ritmo más acelerado para la reacción económica.Colombia recibió este lunes el primer lote de 50.000 vacunas contra la COVID-19 producidas en Bélgica por la farmacéutica Pfizer.La pandemia deja en Colombia hasta el momento 2.195.039 contagiados y 57.605 fallecidos.
Un estudio del Dane sobre la pandemia en Colombia revela que, entre el 2 de marzo de 2020 y el 17 de enero de este año, el COVID-19 les arrebató la vida a 55.271 personas. Sin embargo, este número podría ser mayor, pues de acuerdo con Juan Daniel Oviedo, director de la entidad, “todavía existe una sospecha sobre la causa de muerte asociada a COVID-19 para 14.391 defunciones”. Esto ocurre porque son casos en los que la persona ingresó al centro de salud con una infección respiratoria, pero su deceso se produjo antes de que una prueba confirmara que era positivo o negativo para el virus. En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud ha establecido que cuando se presentan estas situaciones se debe dejar un espacio de sospecha. “Desde junio de 2020, el Ministerio de Salud definió, a través de una resolución específica, qué se debe hacer para quitar ese algo de sospecha. Por ejemplo, autopsias verbales e identificar con el círculo familiar las otras condiciones clínicas en la causa de muerte y si efectivamente, a pesar de que no hay una prueba, el COVID-19 está detrás como la causa principal de la defunción del paciente”, explicó Oviedo. Luego de ese ejercicio, que se realiza continuamente con el Ministerio de Salud, se puede decidir si esas defunciones sospechosas pasan a confirmarse o por el contrario pasa a determinarse otra causa de muerte como, por ejemplo, una neumonía, manifestó el director del Dane. También ha confirmado el estudio que el COVID-19 afecta a dos terceras partes de hombres y una tercera parte de mujeres. El análisis también logró definir cuáles fueron las semanas con más muertes por coronavirus a lo largo de la pandemia en el país. De acuerdo con Oviedo, fueron la primera semana de agosto de 2020, la última semana del mismo año y la segunda semana de enero de 2021. “Vemos que la segunda semana de 2021 presentó aproximadamente 8.175 defunciones, por todas las causas, mientras que la semana 31 de 2020, que fue la última semana de junio, solo presentó 8 mil defunciones, eso significa que la segunda semana de enero, del 11 al 17, tuvimos más muertes por todas las causa que todo lo que hemos visto a lo largo de la pandemia”, apuntó. Las cifras señalan además que la población mayor de 55 años es la que más fallece por la enfermedad, ya que allí se concentra el 85,9% de muertes confirmadas por el virus y también el 80,5% de decesos sospechosos por COVID.En contraste, en los menores de 20 años es donde hay menos casos de letalidad, pues solo se registra un 0,4% de muertes confirmadas y un 2,7% de fallecimientos sospechosos.
Según el DANE, en el último trimestre del 2020 la tasa de desempleo en jóvenes fue del 21,6 por ciento, es decir, 5,6 puntos porcentuales más que en el mismo periodo de 2019.Es por esto que varias empresas han lanzado convocatorias con el fin de incorporar a jóvenes colombianos. Una de ellas es Ecopetrol, que está buscando 150 recién graduados o con tres años como máximo de experiencia en carreras como ingeniería de petróleos, eléctrica, industrial, mecánica, civil y química, entre otras.Las postulaciones se recibirán hasta el sábado 6 de febrero y el proceso de selección tendrá una duración aproximada de tres meses.Pero esa no es la única oportunidad. ‘Work and travel’, una empresa promotora de intercambios culturales, abrió convocatorias para llevar a enfermeros y niñeras a trabajar al exterior.“Profesionales enfermeros diplomados, entre 22 a 47 años. Tiene que tener un diploma profesional y querer aprender hasta un B1 de alemán. Se ofrecen 2 mil euros como sueldo mensual, un trabajo en una clínica geriátrica en Alemania”, explicó Mauricio Vargas, el director cultural de ‘Work and travel’.Mastercard y USAID se unieron para lanzar una convocatoria con el objetivo de beneficiar a mujeres que tengan emprendimientos relacionados con tecnologías financieras.María del Rosario García, la directora de desarrollo de la División Andina de Mastercard, dio a conocer los beneficios: “Acceso a mentorías de muy alto nivel, poder acceder a conocimiento muy especializado, muy específico y en la temáticas en las que ellas quieren trabajar; acceder a una red no solamente de mujeres con las que pueden compartir experiencias, sino también permitirles acceso a potenciales clientes, a potenciales inversionistas”.Estas convocatorias buscan ayudar a las poblaciones más afectadas por el desempleo, como los jóvenes y las mujeres, fenómeno que se ha dado en todo el mundo, según un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El DANE dio a conocer que, según una reciente encuesta, el 40 por ciento de los colombianos no estarían interesados en vacunarse contra el COVID-19.La cifra es preocupante. ¿Por qué? Porque las autoridades sanitarias buscan acelerar la inmunización de la población – una vez lleguen las dosis a Colombia- para alcanzar la llamada inmunidad de rebaño.“Lo primero que hay que decir es que las seis vacunas que hay, vienen tres o cuatro más, han hecho estudios muy poderosos vigilados por las agencias nacionales e internacionales de los países, que han sido sensatos en vigilar esos estudios, y han demostrado que son seguras y eficaces”, dice Jaime Castellanos, reconocido virólogo de la Universidad Nacional, de la Sociedad Colombiana de Infectología, e investigador de la Universidad El Bosque, de Bogotá.Pero, esto ¿qué quiere decir?“Seguras quiere decir que los eventos adversos son leves: dolor en el brazo, enrojecimiento, fiebre de un día; pasan en máximo uno o dos días, no produce daños a largo plazo”, explica Castellanos.“Eficaces porque protege a las personas de la enfermedad, lo más importante es que todas las vacunas han demostrado que protegen de enfermedad grave, es decir entrar a UCI y morir por COVID-19. Todas protegieron en los estudios a los individuos vacunados. Son seguras y eficaces, hay que usarlas, hay que vacunarse”, agrega.La inmunización evitaría que las cifras de contagio y muertes por COVID-19 sigan subiendo exponencialmente en el mundo, donde hay 10 mil muertos diarios por COVID, 2 millones 655 mil desde que llegó la pandemia; en Colombia cerca de 55 mil.Desde diciembre se han impuesto casi cien millones de dosis de vacunas en todo el mundo, según Castellanos. “Una locura, la proporción de eventos adversos es muy, muy bajo”, dice y explica que, por el contrario, no hacerlo sería dejar pasar las consecuencias que sufren quienes se contagian con el SARS COV 2, como le dicen científicamente al virus.“Las personas que tuvieron COVID asintomático o levemente sintomático quedan con dificultad respiratoria, con malestar, inclusive en las formas más benignas de la enfermedad, esas personas quedan con dificultad respiratoria por varios meses”, indica.¿Por qué hay que vacunarse?“Para alcanzar la inmunidad de rebaño. A un contagio del 70 por ciento de la población, a una tasa de 10 mil o 15 mil infectados diarios, entraríamos en dos o tres años, o sea, por contagio natural”, asegura y va más allá: “Si los pacientes COVID se siguen muriendo a la proporción que hoy está sucediendo, después de que se infecten 35 millones de colombianos tendríamos 700 mil fallecidos”.Es decir un número de personas fallecidas cercano a las poblaciones estimadas de Bello y Rionegro, en Antioquia.¿Estamos dispuestos a soportar la carga de 700 mil fallecidos, dos millones de enfermos graves en sus casas, y otros dos o tres millones de personas en sus casas con neumonía, medicamentos, oxígenos, en sus casas? Hay que vacunarse porque es la forma básica y eficiente de llegar a la inmunidad de rebaño”, insiste.¿El virus llegó para quedarse cuánto tiempo, cuántos hay?“Hay siete coronavirus que infectan humanos. El de 2003 de China, el 2012 de Arabia Saudita; tenemos cuatro que han circulado durante mucho tiempo que nos producen gripa leve, y este el séptimo coronavirus.Dos de ellos son muy graves y nos circulan, afortunadamente, pero los otros cuatro circulan de manera permanente, causan gripa, se van y vuelven e infectan. Esto pasa con este SARS COV 2”, explica.“Los virus tienden a evolucionar y a volverse menos virulentos. En cuestión de 10 o 20 años va a ser uno más de los que produce gripa, este virus va a permanecer por 500 o 1.000 años infectando a la gente”, señaló.¿Los alérgicos se pueden vacunar?“Sí, pero en un sitio especial, donde pueden esperar supervisión de que la vacuna no les cause ningún problema. Deben reportar que son alérgicos; es una proporción muy pequeña de la población”, manifiesta.“No hay contraindicaciones: si tiene cáncer, o comorbilidades, son los prioritarios para vacunarse”, advierte Castellanos.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) dio a conocer los resultados de una encuesta realizada a más de 10.000 personas, a quienes se les consultó si se aplicarían la vacuna contra el coronavirus COVID-19.De acuerdo con la entidad, 59,9% de los consultados aseguró que sí se haría inocular y el 40,1% señaló que no, es decir, dos de cada cinco personas no recurriría al inmunizante para protegerse contra el virus.Juan Daniel Oviedo, director del DANE, indicó que ha habido un cambio en la tendencia desde diciembre de 2020, pues en noviembre el 45% de los ciudadanos no pensaba aplicarse la vacuna, cifra que venía aumentando desde julio, cuando era aproximadamente del 27%.“Muestra efectivamente que hechos concretos sobre la estrategia del plan vacunación, la sensibilización hecha por el Ministerio de Salud, el presidente y demás entidades del Gobierno nacional, pues son una clave fundamental para convencer a las personas de esta importante responsabilidad de salud de querer aplicarse la vacuna”, aseguró.Las regiones de Colombia donde hay una mayor tendencia a inyectársela son Quibdó (71%), Pasto (69,1%), Riohacha (67,5%), Medellín (65,9%) y Bogotá (58,9%).Entretanto, los municipios donde se encuentran más personas que no se inocularían son Ibagué (49,7%), Bucaramanga (48,8%) y Cali (40,5%).Entre los argumentos para negarse a la aplicación de la vacuna figura la creencia de que es insegura y podría tener efectos adversos (65,5%), además de que no se considera suficiente efectiva (16,4%).
Un ciudadano murió tras atentado que se registró en una calle del barrio Porvenir, situado en Bosa, Bogotá. La persona fue auxiliada por la Policía, que lo subió a una patrulla y trasladó a un centro asistencial, donde falleció.En medio de esa labor, una moto de la institución, que hacía labores de escolta, chocó contra un bus del SITP y los dos uniformados que iban a bordo sufrieron graves heridas.Uno de los agentes se debate entre la vida y la muerte.“Se presenta un atentado contra una persona que se encontraba en vía pública, fue impactado con arma de fuego. Fue trasladado a la clínica de Occidente, donde pierde la vida”, indicó el mayor Danny Bobadilla, comandante de la estación de Policía de Bosa.La moto de la institución se estrelló en la avenida de Las Américas con transversal 86.Testigos aseguran que los uniformados se pasaron un semáforo en rojo.“Una de nuestras motorizadas sufre un accidente con un bus de servicio público. Tenemos a un policial en estado crítico”, recalcó Bobadilla.Mientras los galenos tratan de salvar la vida del uniformado, investigadores intentan determinar quién asesinó al ciudadano.
El profesor Juan José Kuhnle murió tras chocar violentamente con un vehículo que, sin saberlo, era conducido por su padre. Según medios de Argentina, donde ocurrió el hecho, el hombre de 39 años no soportó las graves heridas que le produjo el choque cuando iba a casa a almorzar. Los hechos ocurrieron este martes, cuando el profesor se movilizaba por el barrio en el que vivía y donde era vecino de su padre. Al parecer, solo tenía algunos minutos para regresar al trabajo.En contexto: Atropelló a motociclista y al bajar a auxiliarlo descubrió que era su hijo: el final fue fatalTras esta tragedia que enluta por partida doble a una familia se han conocido más detalles. Juan José Kuhnle era docente de matemáticas y llevaba 16 años en la escuela agrotécnica República de Venezuela.Curiosamente, en esa institución educativa había culminado sus estudios y, además, sus padres también se habían desempeñado como docentes.
Dos fleteros en Bogotá que acababan de robar a una mujer asesinaron al taxista Miguel Ángel Gamboa, quien se les atravesó en su fuga.Cámaras de seguridad registraron cómo ocurrió el fleteo en el barrio Mandalay, en la localidad de Kennedy, y el posterior homicidio del conductor de servicio público.En las imágenes se ve una camioneta ingresando a un inmueble y, cuando están cerrando la puerta del garaje, aparece un sujeto que ingresa rápidamente corriendo. Diez segundos después sale con una maleta en la mano y buscando a su cómplice, que lo esperaba en una motocicleta.Otro video muestra a las víctimas del robo y varios ciudadanos persiguiendo a los fleteros para tratar de detenerlos y recuperar los elementos hurtados. Es en ese momento que aparece un taxi que choca la moto, con o sin intención, y hace que los delincuentes pierdan el control del vehículo.El parrillero, que llevaba un arma de fuego, le dispara por la ventana al conductor del vehículo de servicio público.“Este sicario, de una forma vil y cobarde, le dispara a mi familiar sin mediar palabra”, dijo el primo de Miguel Ángel, Marlon Gamboa.Los delincuentes huyeron con el botín por la avenida de Las Américas hacia el oriente, mientras que en el taxi quedó muerto el padre de dos hijos, que solo trataba de ganarse la vida honradamente.El taxista de 52 años es recordado por su familia como una persona que “siempre tenía una sonrisa en su cara”.“Era un gran padre, un gran esposo”, afirmó su primo Marlon.En febrero, 73 personas fueron asesinadas en Bogotá, entre ellas Miguel Ángel Gamboa.Los fleteros y asesinos están libres, igual que los criminales que le dispararon a Árnold Andrey Toro hace cinco meses.
La Secretaría de Seguridad de la capital del Valle del Cauca confirmó la captura de un joven de 21 años que es señalado por la muerte de Celeste, la bebé de un año que falleció en medio de enfrentamiento de hinchas del América y el Deportivo Cali.Conforme a lo revelado por el municipio, la detención se logró tras una investigación "exprés" que duró cuatro días y fue llevada a cabo por la Policía Metropolitana y la Fiscalía General de la Nación.El detenido se ocultaba en una vivienda situada en el barrio La Fortaleza, oriente de la capital del Valle del Cauca. Además, la Policía indicó que durante el incidente que apagó la vida de la pequeña Celeste también resultó herido otro ciudadano. Se le imputarán los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego.En su cuenta de Twitter, Jorge Iván Ospina, alcalde de la ciudad, indicó que ese “falso hincha” será “llevado ante la autoridad”.Cabe recordar que, tras ser impactada por el proyectil, Celeste fue llevada a una clínica al sur de la capital. Luego de luchar en una unidad de cuidados intensivos, murió por la gravedad de sus heridas.
Luke Dufrene conducía por una autopista en Luisiana, Estados Unidos, cuando vio a un hombre salir de su vehículo y dejar a un bebé en un costado de la carretera.“Me detuve y puse mi camioneta frente al niño porque sabía lo peligrosa que era esta carretera”, dijo Luke Dufrene para el medio local The Houma Courier. Posteriormente, llegó la madre del menor junto con otra persona.De acuerdo con la Oficina del Alguacil de Lafourche, la madre presuntamente había sido agredida por el hombre que dejó a su hijo en la autopista.El sospechoso es Dilon Terrebonne, de 27 años y quien se marchó en la camioneta de la mujer con su bebé. Unos kilómetros más adelante se detuvo, colocó al niño en el costado de la carrera y continuó su camino.Ahora se le acusa de agresión doméstica, por estrangular y golpear a la madre del niño, poner en peligro a un menor de edad y uso no autorizado de un vehículo motorizado.Por otro lado, Luke Dufrene manifestó que no se considera un héroe, sino un buen samaritano que estaba haciendo lo correcto: “Siento que hice lo que haría cualquier ser humano”.