La obra cumbre de Gabo ya camina por fuera de las páginas del libro. Netflix reveló las primeras imágenes de la serie Cien años de soledad, que relata cinematográficamente la historia de la familia Buendía y de un pueblo que el mundo entero conoce en la imaginación: Macondo.¿Dónde queda Macondo? Netflix lo recreó para Cien años de soledadLas breves escenas divulgadas por los productores de la serie ya dan pinceladas mágicas del acontecer de la historia. Aureliano Babilonia descifra los pergaminos de Melquíades donde estaba escrita la historia de la familia hasta el último de su estirpe. Aureliano Buendía, el primer ser humano que nace en Macondo, espera la orden de su fusilamiento. Sus padres, Úrsula Iguarán y José Arcadio Buendía, habían cruzado la sierra, y a orillas de un río de piedras como huevos prehistóricos, fundaron el pueblo.Ese era el primero de los Macondos que construyó Netflix para contar la historia: el Macondo de las casas de barro y cañabrava. Después vino otro Macondo, el que recorrimos en Alvarado, Tolima, el de los años de la prosperidad.Travesía por Macondo, de la imaginación de Gabo a una serie de NetflixArquitectos, ingenieros, productores, artesanos y todo tipo de profesionales armaron y decoraron el pueblo, con almendro en la plaza, con tienda de abarrotes, con farmacia como las que tuvo el papá de Gabo, con oficina de corregidor y hasta con quinta avenida, la llamada Calle de los Turcos. Las quinientas personas que levantaron Macondo no le quedaron debiendo nada a la obra literaria. Lo recrearon, incluso, con bar del pecado, hotel de Jacob y templo de la oración.Levantaron la mansión de los Buendía en 800 metros cuadrados, a imagen y semejanza de la casa que pintó Gabo en la novela, con cocina de dos hornos donde Úrsula hacia los animalitos de caramelo, con comedor de doce puestos y con jardín de las begonias. Y en el centro, el árbol de castaño, fabricado por expertos artesanos, donde habría de terminar amarrado el patriarca de los Buendía desde los días en que perdió el juicio.Cien años de soledad espera ver la luz en Netflix antes de terminar el 2024, como el gran lanzamiento cinematográfico del año. El pueblo y el primer anticipo deslumbran. Los amantes de la novela, que son millones en el mundo, también esperan que la historia, por fuera de las páginas inmortales, también deslumbre.Netflix revela primeras imágenes de Cien años de soledad, serie inspirada en el Macondo de Gabo
De la travesía de los colonos en Cien años de soledad surgió el primero de los muchos Macondos de la novela: el de los orígenes. La urbanización y la llegada de nuevos pobladores, de lejanas latitudes y con costumbres distintas, creó los otros Macondos: el de la prosperidad, el de la Guerra de los Mil Días, el del esplendor del banano, el del apocalipsis.Hijos de Gabriel García Márquez revelan los secretos de 'En agosto nos vemos'La obra cumbre de Gabo sedujo desde siempre al lector Alex García López, director junto con Laura Mora, de la producción audiovisual de Cien años de soledad. “Creo que cualquier persona en el mundo puede identificarse con una pareja joven de 19 años que se casa y desea escapar de su pequeño pueblo, alejándose de las preocupaciones y responsabilidades de sus padres para embarcarse en su propia aventura. La idea de crear un pueblo, una utopía inocente donde todos se tratan bien, es reconocible incluso desde el punto de vista bíblico. Sin embargo, luego llegan los obstáculos y distracciones externas, como la política, la iglesia e incluso Melquiades, quien representa la fascinación y la obsesión humanas por la sabiduría”.De las páginas del libro, como dibujando la novela, productores y diseñadores pintaron y levantaron el pueblo de la ficción en un territorio de la realidad: una finca de Alvarado, Tolima, que se adaptaba perfectamente a las necesidades del rodaje. Detrás de la plaza, de las paredes de las casas, de la iglesia y de los árboles, y, por supuesto, detrás de la casa de los Buendía, está el trabajo de decenas de de artistas, artesanos, historiadores, arquitectos, decoradores y todo tipo de técnicos y profesionales en muchas áreas. Bárbara Enríquez, la diseñadora de producción, relata cómo se unieron todos esos conocimientos para crear un pueblo a la altura del Macondo de la novela. “Hicimos una investigación muy exhaustiva, de su historia y de su arquitectura", cuenta.La casa de los Buendía, un personaje vital de la novela, un cuyo centro descansa un inmenso árbol de castaño, fue calcada de la novela. “La casa es como se siente Úrsula Iguarán. Ella la renueva, la envejece, la vuelve a renovar”, asegura Enríquez.En el recorrido por sus corredores es imposible dejar de ver el castaño en el que terminó encadenado José Arcadio Buendía desde los días en que perdió el juicio.Cada espacio de la casa obedece rigurosamente a la narración de Gabo, como lo demuestra este fragmento de la novela y lo comparamos con las imágenes. “La cocina es el corazón de la casa”, dice Bárbara Enríquez. “Allí Úrsula hacía sus caramelos que llevaron fortuna a la familia. Nuestra cocina la podemos prender porque ella pasa en ese lugar mucho tiempo.”Puertas afuera, Macondo vive los revoltijos de la política a finales del siglo XIX. La polarización política de la época era visible con los colores de las casas, testimonio de un país fragmentado. “La polarización política también es evidente”, señala el director Alex García. “Como bien lo expresó el padre Nicanor: la única diferencia es que los liberales van a misa de cuatro y los conservadores van a misa de siete. Creo que estas preocupaciones y momentos sociológicos son comprendidos por cualquier persona, ya sea en Estados Unidos, Inglaterra, Argentina, Colombia o cualquier parte del mundo”, agrega.‘En agosto nos vemos’, la novela póstuma de Gabo, es magnífica: Héctor Abad FaciolinceEn la plaza de la novela y en la plaza de la serie está el almendro y desde allí se abren las calles. La más famosa de todas es “La calle de los turcos”, motor de la economía del pueblo, que los productores de la serie llamaron “La Quinta Avenida de Macondo”.Después de conocer el Macondo de Netflix surge una pregunta: ¿el Macondo de Alvarado, Tolima, desaparecerá como ocurrió con el Macondo que nace, crece y muere en las páginas de Cien años de soledad? Bárbara Enríquez no conoce la respuesta. “En el libro, Macondo y la casa de los Buendía se destruyen, pero ¿qué va a pasar con el pueblo? Es una respuesta que no puedo dar porque no la sé”.Macondo desapareció de la faz de la tierra y de la memoria de los hombres, pero quedó descrita con tal precisión por su creador que fue posible hacerlo vivo para una serie de 16 capítulos. El reto ahora es cautivar al público con la primera adaptación audiovisual del más grande de los clásicos colombianos de la literatura universal.
Los pájaros de “Cóndores no entierran todos los días” actuaron en la realidad de los años de la violencia bipartidista en Colombia como lo harían años después los paramilitares de Carlos Castaño en su proyecto criminal contra la izquierda. Es por eso que la novela de Gustavo Álvarez Gardeazábal, que ya cumplió cincuenta años, parece una fotografía reciente.¿Cuáles son las resurrecciones de León María Lozano de Cóndores no entierran todos los días?Pájaros en aquellos tiempos y paramilitares en tiempos mas recientes contaban, de la misma manera, con la bendición de poderosos en el gobierno y en el estamento militar. Esta afirmación la corrobora en su tesis Sebastián Martínez Mena, el bisnieto de León María Lozano. Silenciar voces para mantener el orden, sostiene en su trabajo de grado para optar por el título de politólogo: “Esa forma de hacer violencia, esa política del miedo, la política del Estado, causar temor para mantener el statu quo de la sociedad se mantiene actualmente intacta". La novela de Álvarez Gardeazábal cuenta una historia que parece repetirse en la era del paramilitarismo. La única diferencia es la víctima.En tiempos mas recientes, los paramilitares, con su ejércitos criminales, llegaban borrachos a los pueblos y masacraban gente con el único ideal de acabar con todo lo que les oliera a guerrilla. Actuaban con la anuencia comprobada de sectores del Estado, hasta el punto de masacrar a la UP, el partido político que nació de los acuerdos de paz con las FARC en el gobierno de Belisario Betancur.En la era de "El Cóndor" esa alianza criminal con poderosos era evidente porque compartían el mismo odio. La violencia llegó desde arriba, desde las élites, en la llamada Época de La Violencia. El catedrático Omar Franco lo afirma: "Como lo dijo Alfonso López Pumarejo fue una violencia inducida, vino desde lo alto".Hija de León María Lozano, el Cóndor, habló por primera vez de su padre en TV: "El mejor"¿Y en estas épocas del paramilitarismo también viene de arriba? se lo preguntamos a Marta Ruiz , una de las comisionadas que trabajo en la construcción del informe final de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, creada en el marco del proceso de paz con las FARC en el gobierno de Juan Manuel Santos. "La historia ha sido que las élites y los gobiernos y el Estado toleran, crean y se amangualan con unos grupos armados ilegales y luego no saben qué hacer con ellos cuando se les crecen. Castaño se explica porque tuvo protección del Ejército, porque lo dejaron hacer", dice la investigadora.Son las resurrecciones del cóndor: de pájaros a sicarios, de sicarios a paramilitares, de paramilitares a rastrojos, caparros o águilas negras, o como se hagan llamar. O La Inmaculada que siembra el terror en Tuluá.A León María le vendieron la idea de que era el salvador de la moral y las costumbres. Lo instrumentalizaron para conservatizar al país, afirma en su tesis de grado Sebastián Martínez, su bisnieto. "Fue víctima y victimario", afirma. En tiempos mas recientes, criminales como Carlos Castaño y Salvatore Mancuso que se creyeron llamados a "refundar la patria", fueron también instrumentalizados por el poder para ganarle la guerra a las guerrillas a cualquier precio, a costa de la vida de miles de colombianos inocentes.Gustavo Álvarez es contundente en la conclusión: "Ese efecto de enfrentarnos y no ponernos de acuerdo ha sido motivador no solo de las novelas de Gardeazábal sino de la forma como a este país lo organizaron."Entre 1985 y 2018, según la Comisión de la Verdad, los paramilitares cometieron 205.028 homicidios. Las guerrillas no se quedaron atrás: mataron 122.813 personas. Un alto precio por no ponernos de acuerdo.
Gustavo Álvarez Gardeazábal, autor de Cóndores no entierran todos los días, le rinde tributo a la mujer que se convirtió en el símbolo de lucha contra los violentos en Tuluá en la mitad del siglo XX: Gertrudis Potes.La realidad de la ficción de "Cóndores no entierran todos los días"“Era una mujer berraca, de esas que ya no hay. Ella no solo fue una líder cívica, sino una persona que impuso su normatividad, que generó la llama del Partido Liberal, fue la heredera de Uribe Uribe, del doctor Tomás que vivía en Tuluá, y por ende del mito que fue Rafael Uribe Uribe. Gertrudis es la antagonista exacta de León María y creo que allí está la fuerza de la narración”, comentó Álvarez Gardeazábal.Gertrudis Potes representó la fuerza femenina de la política en un mundo que por aquel entonces era dominado netamente por hombres. Tanto así que llegó a ser alcaldesa de Tuluá."Como política yo diría que Gertrudis le arrebató la bandera a muchos hombres con criterio de autoridad social y símbolo del respeto que aglutinaron los tulueños hacia ella", manifestó Daniel Potes Vargas, familiar de Gertrudis Potes.Gertrudis Potes impulsó a los líderes liberales a escribir una carta para denunciar las acciones violentas del cóndor y su ejército de pájaros. Algunos calificaron la misiva como documento “singular y valeroso”, mismo que no todos firmaron, por miedo físico.Javier Moro presentó Nos quieren muertos, libro que reseña la pérdida de la democracia en Venezuela
En Tuluá, Valle del Cauca, quedó escrita la historia de un ciudadano ejemplar que se convirtió en jefe de Los Pájaros, una cuadrilla de asesinos que tenía como encargo del gobierno de su tiempo ayudar a imponer un modelo de país. León María lozano, conocido como el Cóndor, es el retrato viejo de una realidad que no cambia.La Vorágine: así fue el sufrimiento y la masacre de los indígenas en la ruta del cauchoAsí lo confirma el autor de “Cóndores no entierran todos los días” cuando cuenta que un profesor de Stanford aseguró en su tesis de grado que los pájaros de Gardeazábal y los paramilitares de Castaño son lo mismo. “Se forman por reacción”, asegura. El autor explica que primero reaccionaron contra los liberales en la época de La Violencia, cuando mostraron su poder el 9 de abril, y después contra el comunismo en los tiempos de la guerrilla.Álvarez Gardeazábal convirtió en inmortal la tragedia que vivió su pueblo, Tuluá, hace más de 70 años y cuyo punto de partida fue el magnicidio en Bogotá del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, perpetrado el 9 de abril de 1948. Ese día cambió el destino de León María Lozano. Así lo cuenta la novela.León María era conservador y católico por herencia y por convicción. Vivía muy cerca del lugar donde los salesianos levantaron iglesia y colegio, y se convirtió en uno de los más fieles servidores. Nunca faltó a misa de seis ni dejó de comulgar, cuenta la novela y lo dicen en el municipio quienes lo recuerdan.Por su acción del 9 de abril, el Partido Conservador lo elevó a la categoría de héroe y por esa vía le dio los argumentos y las armas para asignarle la infame tarea del exterminio liberal, que él asumió como misión encomendada por Dios porque hasta los curas decían desde el púlpito que matar liberales no era pecado.En compañía de Hugo Bolívar, integrante del Centro de Historia de Tuluá, recorrimos las calles de la novela y los caminos de la realidad por donde la muerte se asomó tantas veces durante esos años aciagos que sembraron la vida de cruces de liberales asesinados. El Puente Blanco o paredón del terror, el Happy Bar, la calle Sarmiento, el Parque Boyacá y muchos otros lugares del municipio y sus alrededores son escenarios de la ficción y de la realidad. Los lugares son marcas del poder que adquirió el Cóndor por encargo de los sectores más radicales del país.Es el origen de una época de terror para Tuluá, el microcosmos de un país en guerra que dejó 200.000 muertos entre 1946 y 1965.Álvaro Mutis, la magia entre dos aguas
En La vorágine de José Eustasio Rivera, que cumple 100 años, quedó registrado cómo se vivió la denominada fiebre del caucho, entre los años 1880 y 1912. En la tercera entrega de Sangre Blanca se reconstruyó la ruta del caucho hasta Europa y Estados Unidos, donde requerían este material para construir bicicletas y carros.Le puede interesar: Los 100 años de La vorágine: recorriendo la casa Arana, el epicentro de la masacre de las caucheríasLa Chorrera, en el Amazonas, es considerado como un sitio de bendición y maldición, pues la geografía le dio al lugar la belleza y la riqueza, pero al mismo tiempo puso sobre su magia los ojos hambrientos del peruano Julio César Arana, el más grande empresario del caucho en el Amazonas.La profesora Aurora Mendoza guarda con especial cuidado la copia de un mapa de 1906 ordenado a un cartógrafo por Julio César Arana y sus hermanos para no perder el control de todo el territorio que habían anexado a sus planes comerciales.Vea el informe completo en el video que encuentra al inicio del artículo.Lea, además: La vorágine de José Eustasio Rivera cumple 100 años: el clásico literario que denunció una masacre
Colombia celebra este 2024 los cien años de La vorágine, uno de los tres grandes clásicos colombianos de la literatura universal. José Eustasio Rivera se hizo inmortal con el relato de la tragedia que vivieron miles de indígenas en el Amazonas por cuenta de la fiebre del caucho.Recorrido por la Casa Arana, testigo mudo de la masacre de las caucherías “En el tiempo que los abuelos no tuvieron ese conocimiento de cómo defenderse, entonces fueron inocentemente acribillados, acabados, entonces somos los poquitos que existimos ahorita acá en Colombia”, le relató a Noticias Caracol Bartolomé Ápama, indígena okaina.Es uno de los cuatro hablantes de esa lengua que aún quedan vivos. “Éramos 15.000, según la información de los abuelos que hemos tenido, y ahorita somos 127”, dijo.Esta era la ruta del caucho, que ocasionó el suplicio a miles de indígenas (Tercera entrega)Su voz, como la de muchos herederos del holocausto, suena a fragmento de la novela de Rivera.La vorágine fue publicada hace 100 años, luego de que José Eustasio Rivera la tejiera en las aguas del Amazonas por donde circulaba el caucho untado de la sangre indígena. La novela se convirtió en la gran denuncia de las masacres de las caucherías y Noticias Caracol, en el especial Sangre Blanca, rinde tributo recuperando las voces de los nietos de las víctimas.
El agua dulce y el agua salada son las fuentes de las que Álvaro Mutis bebió en su literatura. “En las novelas el mar y en la poesía el río”, dice su hijo Santiago. Habla del río Coello, ese fluir de aguas que lo traía al pasado, a su verdadera raíz.'La creciente', un poema juvenil, es una de las primeras marcas de agua dulce en su escritura.Nacido en Bogotá y criado en Bruselas, Álvaro Mutis conectó sus dos mundos por el mar. En esos viajes, relata el escritor Juan Esteban Constaín- nació Maqroll, el Gaviero. “Ya de niño en sus viajes en trasatlántico, el mar para él se volvió una suerte de obsesión y un territorio en el que va a desembocar ese personaje desastrado y lúcido.”El personaje de la novela vio la luz en México, el país donde Mutis residió por más de cincuenta años. En un bello prólogo para la reedición de 'Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero', Constaín recuerda uno de los más duros episodios de la vida de escritor y de la forma como esa experiencia lo construyó literariamente. Allí, cuenta, “Mutis descubrió una versión de la vida, el sufrimiento y la compasión que no estaba en sus libros.”Álvaro Mutis pintaba así, con sus palabras, cómo veía a los hombres: “La historia no es una suma de hechos felices, es una serie de horrores.”La tierra caliente, como el agua, cruza la obra de mutis, como la cruza la desesperanza, que no es pesimismo sino aceptación de la realidad. Dice Mutis:Álvaro Mutis, un ciudadano del mundo, jamás dejó de pregonar su colombianidad. Muchas veces dijo que toda su escritura estaba destinada a perpetuar el rincón de la tierra caliente del Tolima, donde pasaba vacaciones en su infancia.La casa que albergó esos sueños en Coello–Cocora, un corregimiento de Ibagué, hoy es como 'La mansión de Araucaima', una de sus célebres novelas: una casa abandonada al viento y a la maleza que revienta sus baldosas.
Las pistas que daba la Central de inteligencia de los Estados Unidos, CIA, sobre la presencia de Hitler en Colombia en 1954 despertaron el olfato periodístico del periodista Abel Basti. El documento revelaba una fotocopia de la fotografía y la identidad del acompañante: Philip Citroën. Además, nombraba el lugar donde fue tomada la imagen: una pensión de lujo llamada Residencias Colonial, en la capital de Boyacá, donde permanecía Citroën con su familia."La Oculta", la historia del apego a la tierraEl presidente de la Academia Boyacense de Historia, Javier Ocampo López, una de las voces que iluminan el libro de Basti, y quien fue consultado por Noticias Caracol, da fe de que eso ocurrió durante el gobierno del General tunjano Gustavo Rojas Pinilla.Basti describe el documento de la CIA y el hallazgo de la foto original con estas palabras:Con ese tesoro en su poder, Basti empezó a tramitar los análisis científicos. Lo primero que encontró con un peritazgo hecho en Ámsterdan fue clave: el papel escaneado era de los años cincuenta.Enrique Prueger, licenciado en criminalística y reconocido por su papel en sonados casos penales en Argentina, sometió la foto a análisis biométrico. Su conclusión no da lugar a dudas.EP: A pesar de que la foto está maltratada por el tiempo, los detalles coinciden perfectamente con Hitler.AM: ¿Está descartado que se trate de un doble?EP: ¡Olvídese! Con los elementos orgánicos nos encontramos con Hitler. Es asombroso.En el estudio biométrico, Prueger halló un detalle especial. En la fotografía Hitler en Colombia es visible la marca del atentado que sufrió el líder alemán el 20 de julio de 1944, durante la llamada operación Valkiria.A los hallazgos científicos, se suman las voces que hablan de Hitler en Colombia, donde se reunió con políticos y camaradas, uno de ellos Julius Sieber, rector de la Universidad de Tunja. El dato lo corroboró el Presidente de la Academia de Historia de Boyacá, quien relata que el propio rector, cuando él era estudiante, se lo contó a los alumnos. Cuenta Basti en su libro "Las fotos de Hitler después de la guerra" que el Führer se movía por América Latina por cuenta de los intereses alemanes en muchos países. En el caso colombiano, tenían especial interés en industrias como la metalúrgica y la farmacéutica. Hoy, con la investigación de Abel Basti, la muerte de Hitler y su mujer Eva en una Berlín en llamas queda en entredicho y pone a patinar la versión oficial del suicidio que lleva décadas dando vueltas por el mundo.
El periodista argentino Abel Basti ha dedicado treinta años de su vida a rastrear el exilio nazi a América. En esa búsqueda encontró las primeras huellas de Hitler, una de las cuales tiene como escenario una ciudad colombiana. Se trata de una fotografía del Führer, avalada científicamente con pericias forenses, que le permite al investigador afirmar que el hombre que aparece en la imagen es el jerarca nazi. La foto y los hechos que han rodeado el misterio sobre Hitler y su mujer hacen parte del libro “Las fotos de Hitler después de la guerra”.‘Licencia para espiar’, la novela de Carmen Posadas que retrata el papel de la mujer en el espionajeLa larga investigación de Basti le permitió establecer que la fuente del suicidio de la pareja alemana eran los nazis. La versión fue desmentida en su momento por el líder ruso Iósef Stalin, quien aseguró que habían escapado rumbo a España. Incluso el general Eisenhower, comandante supremo de los aliados durante la guerra, afirmó el 9 de octubre de 1945 que “hay razones para creer que Hitler está vivo”.“Hitler sale vía aérea con rumbo a España y luego viaja en submarino hacia la Patagonia argentina, en lo que fue una operación de evacuación que está confirmada en documentos rusos, soviéticos, norteamericanos y argentinos”, cuenta Basti en entrevista con Noticias Caracol.La fotografía de Hitler en Colombia no fue un hallazgo accidental, dice Basti. Un documento de la CIA, obtenido por él, contiene la foto con baja calidad y habla con tal detalle de esa imagen, que el investigador encuentra por ese camino cómo jalar la pita de la historia. Se trata de un archivo desclasificado, que muestra al Führer en compañía de un desconocido de apellido Citroën. Basti le siguió la pista a este hombre y descubrió quién era.'Extrañas', la publicación con la cual Guillermo Arriaga describe la transformación del siglo XVIIIAM: ¿Cómo entender entonces que Hitler se tomara una foto con un enemigo cuando lo que se pretendía era ocultar la verdad sobre su existencia?AB: "Consulté personas cercanas a las casas reales europeas. Hay gente que dice que nosotros sostenemos a Hitler, pero necesitamos pruebas de vida y la prueba de vida fue la foto con Citroën, hombre de confianza del Príncipe Bernardo. Citroën era un intermediario.”El Príncipe Bernardo de Holanda era -según la investigación- el cerebro detrás de la fuga de jerarca nazi. Los hallazgos de Basti le permiten al investigador lanzar una conclusión documentada. “Mejor decirlo en buen romance: los negocios no tienen ideología y, entonces, todo es posible.”, dice Basti en su libro donde afirma que ninguna empresa del Tercer Reich terminó con el fin de la guerra y, por el contrario, se asociaron con empresas especialmente norteamericanas y sus volúmenes de negocios aumentaron gradualmente.La Patagonia argentina fue el sitio de llegada de los nazis que escapaban de Berlín en llamas, pero la idea era instalarse en toda América Latina. Hitler se movía a sus anchas gracias a la presencia de dictaduras militares en el continente. Basti no solo ha encontrado huellas del Führer en Argentina y Colombia. También le ha seguido los pasos en Chile, Brasil, Perú y Paraguay, pero la prueba reina que desmontaría la historia de su suicidio la encontró en Colombia.
En la localidad bonaerense de Magdalena, un hombre falleció al electrocutarse mientras intentaba robar cables de alta tensión.Contratista de Claro se electrocutó mientras trabajaba en poste del norte de BogotáDe acuerdo a información preliminar, el sujeto se encontraba con su esposa cuando ocurrieron los hechos.La mujer informó a las autoridades lo ocurrido y uniformados se desplazaron a la zona, así como también los trabajadores de una empresa de energía, para controlar el cableado aéreo.Según informó la mujer, su esposo murió al tocar accidentalmente el cable mientras perseguía a una iguana.Sin embargo y pese a la versión de la ciudadana, las pesquisas establecieron que “se trataría de un nuevo caso de intento de robo de tendido eléctrico, con fatal desenlace”. Esto se dedujo también porque los cables de alta tensión en la zona habían sido vandalizados.Asimismo, se conoció que se encontraron pisadas y otro tipo de cable oculto en la maleza. El caso es materia de investigación.Adolescente casi muere en su trabajo: una máquina le arrancó el cuero cabelludo
Desde el corregimiento de Media Luna, ubicado en el municipio de San Diego, Cesar, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró que “el progresismo merece 4 años más”. Según el jefe de Estado, este tiempo es necesario para que “avancen” las “reformas”.Le puede interesar: Iván Name no apoyó reforma pensional pero democracia es "aceptar decisiones de las mayorías" “Solo en dos años, hemos hecho lo que los Gobiernos de Colombia hicieron en diez años y nos quedan dos. Alcalde, nos quedan dos años, aunque yo sí creo que el progresismo merece cuatro años más después de estos dos”, manifestó el jefe de Estado.Petro aseveró que “estas reformas hay que avanzarlas”, haciendo referencia a los proyectos de ley que cursan en el Congreso de la República y a aquellos que todavía no han sido presentados.Gustavo Petro en CesarEl presidente Gustavo Petro llegó hasta el corregimiento de Media Luna para hacer la entrega oficial del centro de salud Leandro Montaña Portillo, mismo que tuvo una inversión que supera los 3.000 millones de pesos.Durante su visita a ese departamento, el mandatario de los colombianos estuvo acompañado por Guillermo Jaramillo, ministro de Salud; Elvia Milena Sanjuán, gobernadora del Cesar; Unaldo José Rocha, alcalde de San Diego, y miembros de la comunidad.Duro mensaje del presidente Petro a disidencias de las FARCUnas dos horas antes de sus declaraciones en Media Luna, el jefe de Estado envió un duro mensaje al Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC tras el golpe que asestaron las Fuerzas Militares contra ese grupo criminal en el Cauca y que dejó como saldo 15 señalados criminales abatidos.“No hay que jugar con la paz, si es guerra, es guerra. Detener la guerra implica ser serio con la Paz. El EMC en el Cauca no la ha tenido al matar la población civil. Esta es la mayor acción en su contra”, escribió el mandatario de los colombianos en la red social X.Duro mensaje de Petro a disidencias: “No hay que jugar con la paz, si es guerra, es guerra”
Un nuevo hecho de vandalismo y falta de empatía se presentó este jueves, 25 de abril de 2024, en carreteras de Colombia, más exactamente sobre la Ruta del Sol, sector 2, en Aguachica, Cesar, donde un tractocamión se volteó y fue saqueado.Comunidad saqueó tractocamión que se volcó en Magdalena, en lugar de ayudar al conductorSin importar que el conductor del tractocamión quedó herido y requería de su auxilio, los inescrupulosos se abalanzaron contra el vehículo y se llevaron más de 30 toneladas de arroz que este transportaba.En menos de 15 minutos, las personas desaparecieron la carga. Los conductores les solicitaron a las autoridades competentes ejercer mayor vigilancia sobre esta vía, ya que escenas como la de este jueves se han vuelto comunes en la zona.Sneyder Pinilla pidió principio de oportunidad y contaría todo sobre escándalo de carrotanques
Unas 160 ballenas piloto (Globicephala melas) se han quedado varadas en una remota playa de la localidad de Dunsborough, en el suroeste de Australia, de las cuales al menos 26 han muerto, según informaron este jueves, 25 de abril de 2024, fuentes oficiales. ¿Qué pasará con las 29 vacas que viven en casa de Bogotá? Dan ultimátum a su dueño"Tenemos entendido que hay cuatro grupos de hasta 160 ballenas pilotos en total repartidos a lo largo de unos 500 metros", indicó el Servicio de Parques y Vida Salvaje del estado de Australia Occidental en Facebook, al precisar que 110 de ellas están muy cerca de la costa. "Por desgracia, 26 ballenas que se quedaron varadas en la playa han muerto", agregó este organismo estatal. EL Servicio de Parques desplegó en la mañana equipos de expertos a un área conocida como la entrada de Toby, a más de 250 kilómetros al sur de la ciudad de Perth, para evaluar la situación de estos mamíferos marinos, intentar llevarlos a altamar o bien sacrificarlos si no hay otra alternativa. Muerte de un perro durante vuelo fue rechazada hasta por el presidente de BrasilBasándose en incidentes previos similares ocurridos en el suroeste australiano, los expertos consideran que generalmente la opción más humanitaria es la eutanasia. "Siempre esperamos lo mejor", precisó. Pese a diversas investigaciones, hasta la fecha los científicos aún no han podido explicar por qué en ocasiones las ballenas se desvían de sus rutas y se quedan varadas en aguas de poca profundidad, aunque se baraja la posibilidad de que se extravíen atraídas por contaminación de ruido o guiadas por un cabeza de grupo desorientado. El mayor varamiento de cetáceos conocido en Oceanía se registró en las islas Chatham, a unos 800 kilómetros de costa sureste de Nueva Zelanda cuando unas mil ballenas piloto se quedaron varadas en ese remoto lugar en 1918. En Australia, el peor varamiento masivo se produjo en 2020 cuando 470 ballenas piloto se quedaron varadas en una zona remota de la isla de Tasmania, de las cuales solo un centenar pudieron ser rescatadas y llevadas a altamar, mientras que dos años más tarde murieron la mayoría de las 230 ballenas pilotos que se quedaron en ese mismo lugar.
Colombia es un país al que cada vez llegan más turistas del mundo. Tan solo en el primer trimestre del 2024 lo hicieron más de un millón y medio de viajeros. La cifra se dio a conocer en la Asamblea Nacional de Cotelco en Bucaramanga.¿Colombianos se bañan mucho? Vea cuántas veces lo hacen en otros países¿Por qué los extranjeros están visitando a Colombia?Colombia, un territorio diverso, reconocido ahora en el resto del planeta como el país de la belleza, convocó en 2023 a los viajeros más que nunca. Exactamente a 5.9 millones de ellos. “Colombia hoy por hoy tiene unos puntos muy grandes para el turismo, está Bogotá, Medellín y Cartagena, y de estos lugares sale la gente hacia la zona cafetera, el Amazonas o Caño Cristales”, indicó Natalia Bayona, directora de la Organización Mundial de Turismo.Las cifras del Viceministerio de Turismo auguran que en 2024 la expectativa es mayor, pues 1.5 millones de turistas han llegado a Colombia en los tres primeros meses del año. “Colombia es un destino que va trabajando muy bien en materia de su percepción, así que es un destino de moda y que conecta muy bien con los mercados emisores”, precisó Arturo Bravo, viceministro de Turismo.Travesía por Macondo, de la imaginación de Gabo a una serie de NetflixLos extranjeros prefieren a Colombia porque es un territorio lleno de historias“Lo que busca un turista son experiencias únicas que les cuenten historias que sean memorables. No hay mejor educación que el turismo”, agregó Natalia Bayona.Los destinos más visitados son Bogotá, Medellín, Cartagena, Cali, Amazonas, el Eje Cafetero y Santander. De acuerdo con los expertos del turismo, que se reúnen este jueves en Bucaramanga, en la asamblea de Cotelco, los desafíos serán mayores.