Usar la mascarilla es obligatorio en la mayoría de las actividades que representen riesgo de contagio del COVID-19. Hasta ahora ha sido el principal aliado para contener este virus, que ha dejado miles y miles de muertos.En Grecia se autorizó a las iglesias funcionar, eso sí, siempre y cuando sus feligreses respeten el uso de la mascarilla y el espacio de vida, dos metros entre cada persona.Desafortunadamente, en medio de una ceremonia en una iglesia ortodoxa, algunos no estaban cumpliendo y creyeron que el sacerdote soportaría esta situación. Sin embargo, el hombre detuvo la misa para pedirles que se retiraran."No vamos a iniciar un diálogo. Aquellos que no usan mascarilla deben irse. Respeten a sus semejantes y la ley", sintetizó el religioso sin necesidad de discusiones sobresaltadas.La grabación no permite saber cuántos eran los indisciplinados, sin embargo, les quedó la lección.
Un joven agricultor acusado de violar y asesinar a una científica estadounidense cuyo cuerpo fue hallado en un búnker abandonado fue condenado a prisión perpetua en la ciudad de Rétino, en la isla griega de Creta.Yiannis Paraskakis, un cretense de 28 años y padre de dos hijos, había confesado haber violado y asesinado a Suzanne Eaton, una bióloga molecular de 59 años. Su cuerpo fue hallado el 8 de julio de 2019. El joven aceptó los cargos de violación, asesinato y posesión ilegal de armas de fuego.En la audiencia, uno de los policías que lo interrogó dijo que el acusado inicialmente negó ser el autor de los crímenes, pero después "dijo que estaba poseído por los demonios que le dieron órdenes".El cuerpo de Eaton fue descubierto seis días después de su desaparición en un búnker abandonado de la Segunda Guerra Mundial cerca de la ciudad de Chania (Creta).La víctima estaba en Creta por una conferencia de ciencia y fue vista por última vez el 2 de julio de 2019.(Otras noticias: ¿Sin justicia para Lucky? Hacen efectiva orden de regresar cachorro maltratado a supuesto agresor)Según los investigadores, el imputado se encontró con la víctima en un camino rural y la atropelló con su auto, antes de transportarla en el baúl de su vehículo a un búnker aislado, donde la agredió sexualmente. Luego, la arrojó a través de un hueco de ventilación en el techo del búnker.La víctima estaba casada con el científico británico Anthony Hyman, con quien tuvo dos hijos.El agricultor pidió perdón en la audiencia a la familia de la difunta y aseguró que su muerte fue "un accidente".Pero el fiscal refutó su argumentación, al considerar que "tenía plena conciencia de sus actos", y que la muerte fue provocada por “asfixia".Yiannis Paraskakis tiene "frecuentes alucinaciones auditivas, dificultad para concentrase y miente constantemente”, precisó Anna Eleftheriou, una psicóloga que lo atendió durante la detención.
En Lesbos, una isla ubicada en Grecia, la situación es compleja para cerca de 13 mil migrantes que no tienen un sitio para pernoctar, luego de que su campamento fuera incendiado el 10 de septiembre.Las personas se niegan a trasladarse a una nueva locación argumentando que no quieren vivir un segundo infierno.Por lo anterior, miles de familias volvieron a despertar a la intemperie, soportando las dificultades climáticas de la isla. A esto se le suma que no tienen alimentos y mucho menos agua para subsistir."Las condiciones son muy difíciles, esta vida es muy dura para todos los que estamos aquí. No tengo agua, no tengo baño”, relató Ahmad, un migrante afgano.Según Mustafá, otro migrante proveniente de Afganistán, madres, esposos e hijos se niegan a ir a un nuevo campamento: “Ahora pueden ver que hay un campamento nuevo y quieren trasladarnos allí, pero no hay nada bueno, es un segundo infierno.El nuevo campamento se está construyendo a toda velocidad en una base militar. Allí se dará alimento y refugio a estos más de 13 mil migrantes. Ellos llegaron a Grecia huyendo de las guerras en sus países.Por el momento, 200 migrantes ya han sido instalados en el nuevo campamento.Papa Francisco expresó solidaridadPor su parte, en su tradicional ángelus el papa Francisco expresó su solidaridad con las personas que están viviendo en situaciones difíciles y precarias.“Siempre recuerdo mi visita allí para dar una acogida humana y digna a mujeres y hombres. Ellos son refugiados que buscan asilo en Europa. Expreso solidaridad y cercanía a las víctimas de estos dramáticos hechos”, indicó el sumo pontífice.
Un grave incendio se presentó en Moria, el mayor campo de refugiados de la isla de Lesbos en Grecia. Debido a la emergencia, unas 13 mil personas que buscan asilarse en Europa viven ahora un drama humanitario.“No sabemos a dónde ir y todos los refugiados están afuera y tratando de encontrar un lugar al menos donde quedarse”, aseguró Yaser, un migrante de Afganistán.En los últimos años, las oenegés han criticado el campo de Moria por su falta de higiene y su hacinamiento.“Todos estamos conmocionados, pero no sorprendidos, ya que la situación era una bomba de tiempo que esperábamos explotará cualquier día. Europa ha fracasado en su estrategia y hoy este es el resultado”, dijo Giovanna Scaccabarozzi, de Médicos sin Fronteras.La Comisión Europea, por su parte, dijo que asumió el traslado inmediato a Grecia continental de 400 niños y adolescentes del campamento.Según la agencia griega ANA, los incendios pudieron ser provocados por los mismos migrantes rebelados ante las restricciones impuestas en medio de un aislamiento, establecido luego de detectarse un brote de 35 personas contagiadas con coronavirus COVID-19.El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, expresó "tristeza por los incidentes".“Reconozco las difíciles condiciones. Sin embargo, nada puede convertirse en una coartada para las reacciones violentas a los controles médicos”, afirmó.Los disturbios y las peleas en Moria eran casi diarios. Desde enero hasta finales de agosto, cinco personas fueron apuñaladas en más de 15 ataques.
Esta es la situación en Grecia.El prostíbulo donde trabajan Bella y otras muchachas venezolanas, aliviadas de volver a trabajar después de las dificultades del confinamiento, está lleno de clientes en una calurosa tarde de julio en Atenas."Nuestro trabajo es como la ruleta rusa. Nos ponemos en peligro a nosotras mismas y a nuestras familias, pero de lo contrario nos morimos de hambre", dice Anna Kouroupou, una transexual que encabeza el Paraguas Rojo en Atenas, una iniciativa para apoyar a las personas que viven de esta actividad.Después de tres meses de confinamiento, la asistencia es densa en el burdel del centro de la ciudad, ya que las prostitutas fueron autorizadas a reanudar sus actividades a mediados de junio.Es que tienen apenas dos opciones: volver al trabajo o quedarse en la penuria."Traté de dormir lo más posible para olvidar mi hambre durante esos tres meses", dijo Bella, quien también es madre de un niño.La joven prostituta habla con AFP en un período entre dos clientes, mientras que la señora de la limpieza limpia y ventila la habitación.Autoridades griegas han anunciado una lista de medidas de salud y seguridad para proteger a clientes y prostitutas, una de las profesiones más expuestas al riesgo de contaminación.Pero estas medidas no son aplicables, coinciden las muchachas.Las medidas "son ridículas", dice Dimitra Kanellopoulou, presidenta de la Asociación Griega de Trabajadores Sexuales. "No podemos estrechar una mano en la sala de espera y luego vamos a la habitación, con todo lo que allí sucede", se queja.Las prostitutas deben "mantener su distancia" y evitar el "contacto cara a cara", según las instrucciones de las autoridades. También están invitados a usar una máscara que sugiere que puede "ser parte del juego sexual".Máscara con cremallera"Es una broma. ¿Cómo puede una chica satisfacer a un cliente con una máscara? ¿Tiene que poner una cremallera en la máscara?", se pregunta Katerina, que dirige otro burdel en el centro de Atenas.Entre las pautas también está la obligación, casi surrealista, de mantener los datos de contacto del cliente durante cuatro semanas en un sobre cerrado, en caso de que se detecte un caso de coronavirus en el establecimiento.Unas pocas hojas de papel blanco pegadas a los sofás de la sala de espera instan a los clientes a mantener la distancia.Como recordatorio de que la pandemia no ha terminado, uno de ellos se pone una máscara suelta alrededor del cuello.El peor momento"Este es sin dudas el peor momento para nuestra profesión", agrega Kouroupou. "Fue catastrófico con el SIDA, pero en ese momento en unos meses habíamos aprendido a ponernos un condón. Pero ahora no hay forma de protegerse", comenta.El limbo jurídico en que se encuentran los burdeles en Grecia priva a la mayoría de ellos de la ayuda estatal otorgada durante la pandemia.Según la ley griega, un establecimiento de prostitución para ser legal debe estar a más de 200 metros de cualquier lugar público, como hospitales, parques, iglesias, escuelas o estadios, pero ello es prácticamente imposible en el centro de la ciudad.Según el Paraguas Rojo, más de 600 burdeles operan ilegalmente en Grecia."Ningún edificio cumple con los requisitos de la ley en Atenas", dice Dimitrios Moraitis, abogado de la Asociación de Trabajadores Sexuales."Más de 100.000 personas trabajan en el sector y apenas (burdeles) equipados con una caja registradora y un permiso de actividad han podido obtener ayuda financiera del Estado, es decir, menos de 10%", apunta.Peor aún, las autoridades ahora sugieren que los clientes paguen con tarjeta bancaria, algo imposible para establecimientos que operan ilegalmente y que no tienen un terminal de pagos.Si bien el Ministerio de Protección Civil y los municipios están comenzando a establecer un registro de prostíbulos en Grecia, la enmienda para legalizar a cientos de ellos aún no se ha votado.Mientras tanto, muchas prostitutas se ven obligadas a desfilar por las aceras sin protección contra el virus para alimentar a sus familias.Muchas otras regresaron a sus países durante el confinamiento y ya no pueden regresar a Grecia.Para ayudarlos, el Paraguas Rojo recaudó unos 7.000 euros en cupones en supermercados. En las aceras de la capital, la asociación también distribuye gel hidroalcohólico a las prostitutas."No tengo miedo de la pandemia, tengo más miedo de un posible nuevo confinamiento", dijo Linda poco antes de iniciar una nueva noche de trabajo.
La tradicional ceremonia en Olimpia congregó a autoridades griegas y del COI. Por ahora, las justas se llevarán a cabo pese a temor por el coronavirus. La llama olímpica se encendió este jueves en las ruinas de Olimpia, en la tradicional ceremonia que entrega la antorcha al primer portador, que inicia el recorrido por tierras griegas hasta su entrega al país anfitrión, Japón. En un acto marcado por la precaución ante el avance del coronavirus, las medidas de acceso se han extremado, al limitar a 100 el número de acreditaciones expedidas por el Comité Olímpico Griego (HOC, por sus siglas en inglés). Entre las autoridades que estuvieron presentes, figuran el saliente presidente de Grecia, Prokopis Pavlópulos, quien mañana deja el cargo, y el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach. El representante especial de la delegación japonesa, Toshiaki Endo, agradeció al Gobierno griego las medidas de seguridad previstas para poder celebrar el acto e hizo referencia a la llama olímpica y al recorrido que sigue como "un símbolo de paz". El emisario nipón también hizo referencia a la lucha contra el cambio climático, ya que los Juegos de Tokio serán "los primeros en cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas". Según Endo, en el recorrido y en el encendido del pebetero se utilizará "hidrógeno producido en factorías de la prefectura de Fukushima". Thomas Bach, presidente del COI, alabó en su discurso el compromiso mostrado por el país anfitrión y dijo que "Japón ha demostrado su creatividad en cuanto a sostenibilidad, tecnología y crecimiento". En su intervención el presidente del Comité Olímpico Griego (HOC, por sus siglas en inglés), Spyros Capralos, destacó que por primera vez en la historia la primera portadora ha sido una mujer, la tiradora Anna Korakaki, lo que, dijo, constituye un "símbolo por la igualdad de género". Acto seguido, se procedió al encendido del fuego olímpico, que como marca la tradición, se hizo con rayos solares tras la plegaria, recitada por la actriz Xanthi Yeoryíu, en su papel de Gran Sacerdotisa de Olimpia. Dirigiéndose a Apolo, la sacerdotisa exclamó "Dios del sol y del ideal de la luz, envía tus rayos y enciende la llama sagrada para la ciudad hospitalaria de Tokio". Tras una danza musicada por el arpa del compositor Yannis Psimadas, Yeoryíu entregó la antorcha a la primera portadora, la tiradora olímpica helena Anna Korakaki. Korakaki llevó la llama ante el monumento a Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, y después pasó el testigo a la siguiente portadora, la maratoniana nipona Mizuki Noguchi. Con ese gesto se inicia el periplo -que durará una semana- por toda Grecia, que pasará por varios sitios arqueológicos, como Cnosos, Micenas o la misma Acrópolis en Atenas y finalizará en el Estadio Panatinaico, sede de los Juegos Olímpicos de Atenas de 1896. En ese lugar histórico, la antorcha será entregada a la delegación japonesa para continuar el relevo en el país anfitrión. Una vez situada en Japón, recorrerá miles de kilómetros y abarcará todas las prefecturas del país, pasando por más de 850 municipios. Para el Gobierno del país asiático, estos Juegos simbolizan la reconstrucción de las zonas más castigadas por la catástrofe natural de Fukushima, en la que murieron más de 18.000 personas. Incluso el diseño de la antorcha de estos Juegos hace honor a la recuperación de la región tras aquel fatídico día, ya que está fabricado con materiales reciclados de las instalaciones que se habilitaron para los afectados. Será en Fukushima donde tenga lugar el evento inaugural de los Juegos Olímpicos, con un partido de sóftbol entre las selecciones de Japón y Australia que se disputará el día 22 de julio. El presidente del Comité Olímpico Japonés, Yoshiro Mori, calificó de "inconcebible" la cancelación de los Juegos, a pesar de que la propagación del virus haya impedido la celebración de varios torneos clasificatorios.
El ejército griego puso alambres para reforzar la cerca que divide los dos países. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ordenó a los guardacostas que impidan a los migrantes cruzar el mar Egeo, rebajando las tensiones entre Turquía y la Unión Europea por la crisis migratoria. "Por orden del presidente (...) no se dará ninguna autorización a los migrantes para que crucen el mar Egeo debido al peligro que conlleva", informó el servicio de guardacostas en Twitter. No obstante, la decisión de "no impedir que los migrantes abandonen Turquía (por tierra) sigue siendo válida", precisó. El servicio de guardacostas aseguró que el jueves rescató a 97 inmigrantes en peligro y acusó a los griegos de "desinflar las tres embarcaciones" en las que iban "y dejarlas hundirse". Turquía denuncia la supuesta brutalidad de los griegos con los migrantes y Grecia acusa a los turcos de incitarlos y ayudarlos a pasar a su territorio. Desde que Erdogan anunció el 29 de febrero que dejaría de cumplir el acuerdo sellado en 2016 con la Unión Europea para que Turquía impidiera el paso de migrantes al espacio comunitario a cambio de ayuda financiera, unos 1.700 migrantes han llegado a Grecia desde el 1 de marzo. Se suman a los 38.000 que se hacinan en los campos de refugiados. El ministro para las Migraciones Notis Mitarachi anunció el sábado que su país proyecta construir dos nuevos campos para albergar a los solicitantes de asilo que han llegado después del 1 de marzo al país. "Queremos construir dos centros cerrados en Serres (norte) y la gran Atenas con 1.000 plazas. Necesitamos apoyo de las comunidades locales. No podemos dejar a toda esta gente en las islas", dijo el ministro a la cadena Skai TV. Esta situación tensa ha hecho pensar en la crisis migratoria de 2015. En un intento por desactivar la crisis, Erdogan habló por teléfono el viernes con la canciller alemana Angela Merkel, quien dirigió las negociaciones del acuerdo de 2016. La UE envió el viernes un mensaje disuasivo a los migrantes: "No vayan a la frontera. La frontera no está abierta", advirtió el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell. Nuevos enfrentamientos El sábado, se registraron nuevos enfrentamientos entre la policía griega y los migrantes desplazados hasta la frontera con Turquía. La policía impidió con gases lacrimógenos y cañones de agua el paso a los migrantes que trataban de forzar las vallas en el puesto fronterizo de Pazarkule (o Kastanies, de lado griego) mientras lanzaban piedras y gritaban: "¡abran las puertas!". En medio de la creciente tensión, un incendio arrasó este sábado un centro de atención para refugiados en las afueras de la capital de la isla de Lesbos. Por ahora no hay reporte de heridos. Por el acuerdo de 2016, Turquía había aceptado contener el flujo de migrantes que huyen de la guerra en Siria, a cambio de una ayuda de miles de millones de euros. Pero Turquía considera que esta ayuda es insuficiente para hacer frente al costo de tener 4 millones de migrantes y refugiados, principalmente sirios, en su territorio. La ofensiva lanzada en diciembre por el régimen sirio, con el apoyo de Rusia, en la provincia de Idlib, último bastión en manos de los rebeldes en Siria, ha provocado un millón de desplazados. Los europeos, que habían propuesto 1.000 millones de euros más de ayuda y que el gobierno turco rechazó, ven en la decisión turca de abrir las fronteras un chantaje político destinado a obtener apoyo occidental para las operaciones de Turquía en Siria, donde apoya a los rebeldes que el régimen sirio combate. "Es triste que la UE actúe en contra de sus propios principios apoyando a Grecia que viola la legislación internacional sobre los derechos humanos", aseguró la cancillería turca, que acusa a los 27 de "hipocresía" y de politizar el tema migratorio. Grecia segura que no recurre "a una fuerza excesiva" contra los migrantes y que se ha limitado a "reaccionar a las provocaciones" en la frontera.
Josep Borrell estará dos días en Ankara, ante la inquietud de la UE por la decisión de Recep Tayyin Erdogan de abrir las fronteras. Borrell estará dos días en Ankara acompañado del comisario europeo de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, y tendrá reuniones "al más alto nivel". Según observadores, Turquía, que en 2016 llegó a un acuerdo con la UE para frenar la entrada de migrantes al bloque, decidió abrir ahora sus fronteras para presionar a Europa y obtener mayor apoyo en Siria, donde sostiene a los rebeldes en abierto conflicto con Rusia, que ayuda al régimen de Damasco. Turquía anunció el viernes que abriría sus fronteras y dejará entrar a miles de personas para "repartir la carga", según el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien viajó a Kastanies, en la frontera greco-turca, endureció su tono. "Los que buscan poner a prueba la unidad europea se sentirán decepcionados", martilló, junto al primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis. Von der Leyen prometió a Grecia "700 millones de euros" -la mitad inmediatamente- para gestionar la nueva ola migratoria y aseguró que Atenas recibirá "toda la ayuda necesaria". El canciller francés, Jean-Yves Le Drian, tildó de "chantaje" la decisión de Ankara y el jefe del gobierno austriaco, Sebastian Kurz, denunció que la política turca es "un ataque contra la Unión Europea y Grecia" con la utilización de "seres humanos para presionar" a Europa. La situación en la frontera greco-turca es tensa desde hace varios días, con enfrentamientos entre la policía griega, que lanzó gases lacrimógenos y usó cañones de agua, y los migrantes, que respondieron lanzando piedras. El martes varios miles de migrantes pasaron la noche cerca del puesto fronterizo de Pazarkule (llamado Kastaniés en el lado griego) o junto al río Evros que separa los dos países. De madrugada, muchos salieron de sus tiendas improvisadas con lonas para calentarse en las fogatas y comer lo que distribuían los voluntarios, indicaron periodistas en el lugar. Del lado griego, los guardas fronterizos encapuchados y con fusiles patrullaban junto al río para interceptar a los migrantes, mientras que otros supervisaban la zona desde torres de vigilancia. Tras varios días de espera, muchos migrantes parecían perder la esperanza de poder cruzar. Un afgano explicó que un amigo suyo cruzó el río pero que fue interceptado por la policía. "Se lo quedaron todo, su dinero, sus zapatos, y le devolvieron aquí. Por eso ya no pensamos en cruzar, salvo si abren las puertas", dijo a la AFP. "Millones" de migrantes El lunes, Erdogan afirmó que "millones" de migrantes iban a entrar en Europa aunque por el momento son varios miles, que intentan llegar a Grecia por tierra o por mar, a través de las islas del mar Egeo. Entre el sábado y el lunes por la noche la policía impidió 24.203 intentos de entrada ilegal y hubo 183 detenciones, indicó el gobierno griego. Grecia calificó la situación de "invasión" y el gobierno dijo esperar un "apoyo firme" por parte de la UE. En la frontera, los traficantes de personas hacen negocio. "Ahora es una actividad autorizada. Lo veo como un deber", explica uno de ellos, que dice llamarse Semih. Apoyo estadounidense Turquía busca el apoyo de los países occidentales en su ofensiva en Siria contra el régimen, donde las últimas semanas sufrió pérdidas importantes. Las autoridades turcas dijeron el martes que derribaron un avión del régimen, el tercero desde el domingo, en la operación bautizada como "Escudo de Primavera" que tiene lugar en la provincia de Idlib (noroeste). Estos enfrentamientos tienen lugar dos días antes del encuentro entre Erdogan y el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú. A pesar de sus intereses divergentes, Rusia y Turquía reforzaron su cooperación en Siria en los últimos años pero la situación en Idlib está creando tensiones. Una delegación estadounidense, integrada por el enviado especial para Siria, James Jeffrey, y la embajadora ante la ONU, Kelly Craft, entre otros, se trasladaron este martes a la frontera turco-siria, para expresar su solidaridad con Ankara. La guerra en Siria empezó en 2011 y ha dejado más de 380.000 muertos.
El presidente Recep Tayyin Erdogan busca así apoyo para conseguir un cese del fuego en Siria. Miles de refugiados se agolpan a las puertas de Grecia. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó este lunes que reclamará un cese el fuego en Siria a su homólogo ruso, Vladimir Putín, y amenazó a Europa con enviarle "millones" de migrantes para presionar su apoyo en el caso sirio. Erdogan se reunirá el jueves en Moscú para discutir con Putin sobre Siria, en momentos en que la situación es explosiva en la provincia de Idlib (noroeste), último bastión rebelde y yihadista. "Espero que allí tome las medidas necesarias como un cese el fuego y que encontremos una solución a este asunto", afirmó Erdogan, durante un discurso en Ankara. A fin de obtener apoyo de occidente en el caso de Siria, Turquía abrió la semana pasada sus fronteras con Europa para dejar pasar a miles de migrantes desde su territorio, una medida que hace temer a Europa una crisis migratoria similar a 2015. "Desde que abrimos nuestras fronteras (el viernes), el número de quienes se dirigen hacia Europa ha alcanzado los cientos de miles. Pronto, ese número será de millones", advirtió. "Es inaceptable que el presidente (Recep Tayyip) Erdogan y su gobierno no expresen su descontento directamente a nosotros, en tanto UE, sino aprovechándose de los refugiados", declaró por su parte la canciller alemana, Angela Merkel. "Su parte de la carga" Erdogan dice que ha recibido llamadas telefónicas de los líderes europeos que le piden cerrar fronteras. "Yo les he dicho: 'Está hecho, se acabó. Las puertas están ahora abiertas. Ahora, ustedes van a tomar su parte de la carga'", afirmó. Turquía acoge a unos cuatro millones de refugiados y migrantes, en su mayoría sirios. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 13.000 refugiados se han congregado a lo largo de los 212 km de la frontera terrestre greco-turca. Centenares de migrantes estaban bloqueados este lunes en "tierra de nadie" entre el puesto de Pazarkule turco y Kastanies griego, algunos agitando banderas blancas. Un alto funcionario turco acusó a las fuerzas griegas de haber matado a un migrante que intentaba franquear la frontera, lo que Atenas desmintió. Las fuerzas policiales de Grecia han lanzado gases lacrimógenos y cañones de agua para impedir la entrada de migrantes. Según las autoridades griegas, entre domingo y lunes 1.300 solicitantes de asilo lograron llegar a las islas egeas. Un niño murió frente a las costas de Lesbos cuando naufragó una embarcación cargada con unos 50 migrantes. Esta situación inquieta a la UE. Erdogán recibía este lunes al primer ministro búlgaro Boiko Borissov, cuyo país es fronterizo de Turquía, y tendría una entrevista telefónica con Merkel. Ésta dirigió en 2016 las negociaciones del pacto en que Ankara se comprometió a luchar contra las travesías ilegales hacia Grecia a cambio de una ayuda financiera. Estamos convencidos del valor del acuerdo y esperamos que sea respetado", dijo el portavoz de Merkel, Steffen Seibert, en Berlín. "Esto es sólo el principio" Tras semanas de tensiones en Idlib, Turquía, que apoya a grupos rebeldes en Siria, anunció el domingo una ofensiva de envergadura contra el régimen de Bashar al Asad, apoyado por Moscú, derribó dos de sus aviones e infligió graves bajas a sus tropas. "Esto es sólo el principio", advirtió Erdogan. La semana pasada, más de 30 militares turcos resultaron muertos en ataques aéreos atribuidos por Ankara a fuerzas que responden al gobierno sirio. En tierra, los combates son particularmente intensos en torno a la ciudad estratégica de Saraqib (noroeste), que ha cambiado de manos varias veces en semanas. Las fuerzas gubernamentales sirias entraron este lunes en esa ciudad. "Siria está decidida a rechazar la flagrante agresión turca", aseguró este lunes una fuente del ministerio de Relaciones Exteriores sirio citado por la agencia estatal SANA. ONU envió este lunes una delegación al noroeste de Siria donde constató "las graves consecuencias humanitarias" de la violencia en Idlib y la "necesidad de ayuda urgente". Mientras que la reunión entre Erdogan y Putin se anuncia tensa, el Kremlin destacó este lunes la "gran importancia" de la cooperación que mantienen Turquía y Rusia en Siria, pese a sus intereses divergentes. Le puede interesar: El amor todo lo puede: la niña que reía con las bombas en Siria ya está a salvo de la guerra
El vehículo fue detenido en Grecia, donde siete de ellos tuvieron que ser hospitalizados por problemas respiratorios. El conductor fue arrestado. La policía descubrió al grupo, en su mayoría hombres jóvenes de nacionalidad afgana, escondido en un camión frigorífico que circulaba en el norte de Grecia. Los inmigrantes se encontraban principalmente en buenas condiciones, pero siete recibieron primeros auxilios en el hospital, indicó la Policía. "El camión contenía hombres y niños. Identificar su nacionalidad requerirá un par de días", informaron las autoridades. El camión fue detenido en la autopista Egnatia entre las ciudades de Xanthi y Komotini. El conductor, un hombre de Georgia, fue arrestado. Los medios locales informaron que la Policía también estaba buscando un segundo hombre de Turquía en relación con el incidente. El descubrimiento se produjo después de que 39 personas fueron encontradas muertas en un camión refrigerado en Gran Bretaña el mes pasado, destacando los riesgos de las rutas de inmigrantes ilegales a Europa, incluso para aquellos que evitan los peligrosos viajes por mar. Grecia está experimentando sus cifras más altas de llegada de solicitantes de asilo desde 2016, cuando un acuerdo controvertido entre la UE y Turquía frenó los flujos anteriores de casi un millón de personas.
Valdívia, volante creativo del Avaí, que disputa la segunda división del fútbol de Brasil, abandonó el partido que su equipo disputó este sábado contra el CSA luego de ser notificado en el entretiempo de que estaba contagiado con COVID-19, informó el club.Valdívia fue sustituido para el inicio del segundo tiempo después de que un delegado de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) informara al equipo que el jugador resultó positivo en una prueba realizada antes del cotejo, disputado la noche de este sábado, indicó el Avaí en una nota de prensa."Está asintomático. El representante de la CBF comunicó [la noticia] al Avaí en el estadio (...) Por eso Valdívia fue sustituido. Ahora el club está viendo cómo será su aislamiento y regreso" a la ciudad de Florianópolis, capital del estado de Santa Catarina (sur), de donde es el equipo, agregó el once.Valdívia, de 26 años, había dado negativo en el examen llevado a cabo 72 horas antes del compromiso contra el CSA, que terminó 1-1 en el estadio Rei Pelé, en la ciudad de Maceió, en el este brasileño.En la mañana de este sábado, se hizo la ronda de pruebas con miras al partido que disputarán el martes contra Juventude en Florianópolis, y allí se detectó el contagio, agregó el Avaí, que a falta de tres fechas para el final de la Serie B tiene pocas chances de ascender.El protocolo sanitario de la CBF establece que las delegaciones tienen que hacerse los tests 72 horas antes de cada partido.El presidente del Avaí, Francisco José Battistotti, aseguró que analiza si reclama la anulación del partido porque considera que hubo una "interferencia externa" con la divulgación de los resultados en plena contienda.Battistotti señaló que un directivo del CSA es dueño del laboratorio que tomó las muestras y que al llevar los resultados en el entretiempo, supuestamente, buscaría una ventaja deportiva para su club."Es muy extraño", dijo en declaraciones recogidas por el portal Globo Esporte.Brasil, el segundo país con más fallecimientos por la pandemia, solo superado por Estados Unidos, vive desde noviembre un repunte de contagios y muertes, agravado por el período de fiestas de fin de año.Más de 209.000 brasileños han muerto desde que se registró, a finales de febrero de 2020, el primer caso del nuevo coronavirus en el gigante latinoamericano.La pandemia tampoco ha dado tregua al fútbol de Brasil, que ha padecido varios brotes en la primera y segunda división.
Richard Gingras, vicepresidente de noticias de Google, dijo que “internet ha cambiado mucho la industria y los modelos de negocios de los periódicos”, por lo que los usuarios en el mundo hoy acuden a diferentes fuentes de información.“La categoría de publicidad, que era la que sostenía a los periódicos, como los clasificados, los anuncios de las tiendas o los supermercados. Toda esa publicidad ya no está ahí en el papel. Y, claro, la pandemia ha exacerbado esa situación porque muchos negocios pequeños, si no están abiertos, pues no pagan publicidad”, afirmó.Asimismo, entendiendo que la supervivencia del periodismo es clave para proteger la democracia, aseguró que “hay que innovar”, algo que no sucede por primera vez y que ha pasado con diferentes industrias, incluso con la de las noticias, dramáticamente impactada en su momento por la llegada de la televisión.“En ese entonces, la prensa tuvo que innovar para seguir teniendo éxito. Ahora, también hay que innovar, desarrollar un nuevo modelo, nuevas relaciones con las comunidades para así poder apoyar la calidad de periodismo que la sociedad merece y necesita”, indicó.Gingras también hizo referencia a la demanda que el gobierno federal de los Estados Unidos presentó en contra de Google, al señalarlo como actor dominante en el mercado de motores de búsqueda en internet.Dijo que la compañía responderá a la demanda y que todo el esfuerzo que hace Google en su motor de búsqueda es cómo se le da a la gente acceso a la información que hay en el mundo.“¿Cómo creamos oportunidades para autores y medios de comunicación de encontrar nuevas audiencias? Lo que hacemos es crear, abrir y diversificar los mercados para las ideas y la información. Es lo que tratamos de lograr”, anotó.Asimismo, indicó que es necesario aprender a manejar la libertad de expresión en internet, donde también abunda información falsa.“No queremos que las empresas privadas sean los árbitros de la verdad, eso no es lo que Google busca ni quiere hacer. Con Google Search hacemos lo mejor para proveer a los usuarios con información autorizada que se encuentra en internet”, señaló.También expresó su preocupación sobre las intenciones de varios gobiernos para controlar la libertad de expresión, por lo que considera que hay profundos retos al respecto y todas las personas deben reconocer que juegan un papel importante en cómo las sociedades enfrentan esta situación.En ese sentido, puntualizó que, como los seres humanos son muy tribales en su pensamiento, tienden a analizar la información a través de una construcción social. Y lo explica de la siguiente manera:“Si el líder de la tribu me dice que la luna es azul, pues yo probablemente estoy más inclinado a decir que sí lo es, porque estaría preocupado por si voy a tener una porción importante de comida ese día en la noche”.Por lo tanto, concluyó que es necesario entender eso y enfrentarlo, pero además cuestionó la posibilidad de que la industria de las noticias pueda salir con ideas más constructivas acerca de cómo se le presenta la información a la gente.
Atlético de Madrid femenino , que tuvo a la colombiana Leicy Santos como titular, se hizo este sábado con su primera Supercopa después de vencer con holgura al Levante (0-3), en una final que desde el principio tuvo color rojiblanco, con las madrileñas mostrándose muy cómodas sobre la hierba del Estadio de los Juegos Mediterráneos de Almería.
Hay quienes han tildado como un despropósito el hecho de que el gobierno colombiano solicite en extradición a algunos miembros del ELN que permanecen en Cuba. Sin embargo, el presidente Iván Duque hizo una dura advertencia.Aseguró que no dejará de pedir en extradición a aquellos que, según las investigaciones, fueron los autores intelectuales del atentado contra la escuela de cadentes General Santander.“No vamos a retroceder un milímetro en esa aspiración para que se haga justicia, no vamos a dejar de buscar a esos responsables y seguiremos solicitando la extradición de quienes cobardemente conocían de semejante acto criminal y pretendieron después escurrir el bulto”, enfatizó.Y advirtió que “eso se llama terrorismo y quien patrocine, quien auspicie esa actividad, quien la perpetre, merece toda la sanción".Precisamente el Centro Democrático le envió una carta al mandatario luego de que Estados Unidos incluyera a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
El sargento primero Jesús Alfonso Sol, la joven Carol Vanessa Gómez y el investigador del CTI Fabio Luis Coley hacen parte de los 80.631 desaparecidos del conflicto armado registrados en la base de datos del Centro de Memoria Histórica. Un delito convertido en una de las peores armas de guerra.Sus familias comparten el mismo dolor causado, sin embargo, por actores diferentes del conflicto.El esposo de Viviana Garay, el sargento Sol, desapareció a manos de las extintas FARC. En un informe reservado, la Fiscalía consignó que, de los más de 80 mil desaparecidos, 9.257 se le atribuyen a ese grupo.En el caso de la desaparecida guerrilla, el ente investigador encontró que hay 8.284 investigaciones en curso, entre 1962 y 2016, con solo 22 sentencias en firme en justicia ordinaria contra 19 miembros de las antiguas FARC.Pero la desaparición forzada no solo fue usada este grupo, los agentes del Estado también recurrieron a ese método y la hija de Margarita Restrepo aparece como una de sus presuntas víctimas.“Es triste y lamentable una madre tener que decir esto hoy por hoy. Saber que el Estado era el que nos tenía que proteger y era el que estaba con vínculos de la fuerza pública, las cuales son protagonistas de todas las desapariciones que hubo en la Comuna 13”, señala Restrepo.En otro informe, la Fiscalía reunió los casos de 657 presuntas víctimas de desaparición forzada a manos de agentes del Estado. De esos, 294 llegaron a investigación en la justicia ordinaria entre 1977 y 2015.Pero, además de las acciones directas, el ente estableció que muchos de estos agentes trabajaron en asoció con paramilitares y no todos lo hicieron por convicción.“En ocasiones las motivaciones se encuentran más ligadas o permeadas por intereses personales, como el dinero o la participación en los negocios ilegales. De hecho, en algunos procesos se registra el supuesto pago de remesas o salarios a los agentes del Estado por parte de las organizaciones ilegales", señala un documento.El padre de Laura Coley, el investigador del CTI Fabio Luis Coley, es una víctima de esa complicidad entre agentes del Estado y paramilitares.“Vamos a tener 20 años en donde no tenemos conocimiento, no sabemos el paradero de nuestro padre. Lo buscamos aún vivo o sus restos, pero no lo encontramos, está desaparecido”, cuenta Laura.Para las familias de los desaparecidos, el dolor es igual sin importar quien lo causó.La JEP aparece como una esperanza de verdad, pero hasta ahora ese tribunal aún no abre un macrocaso para investigar la desaparición forzada en el conflicto armado.