Aria Nikjooy, que falleció por un tumor cerebral, pudo leerle a su pequeño de 3 años el libro que escribió para él y que, incluso, logró que fuera publicado.Titulado ‘Eddie and the Magic Healing Stone’, el cuento narra la historia de un padre que se enferma y depende de su hijo encontrar una piedra mágica que lo cure.Aria, un pediatra de Mánchester, Inglaterra, descubrió que tenía un tumor cerebral en 2018, cuando empezó a sentir fuertes dolores de cabeza y a hablar de forma arrastrada. Su esposa Naomi, también doctora, fue quien lo llevó a la consulta donde les confirmaron el diagnóstico.A finales de ese año le extirparon la masa y cuando salió del hospital, a inicios de 2019, tuvo que volver a aprender a caminar, hablar y hasta comer.Durante su recuperación decidió escribir el libro para su hijo Eliyas.Aria volvió al trabajo, pero el cáncer regresó en marzo de 2020.“Finalmente se estaba sintiendo a sí mismo cuando recibió la noticia después de un chequeo de rutina. Fue tan cruel”, dijo su esposa al medio Metro.Sometido a varias cirugías y cada día más débil, el pediatra logró que una editorial publicara su libro, que salió a la venta en septiembre.Aria sentó a Eliyas en su regazo y le leyó la historia.“Fue muy emotivo verlo leerle el libro a nuestro hijo. A Eliyas le encantó, y aunque no decía muchas palabras en ese momento, le gustaba rugir cuando los personajes rugían”, recordó su esposa.Además, la guardería a donde asistía el niño “dio vida a todos los personajes y representó el libro. Él estaba muy orgulloso de decirles a todos que su papá lo había escrito”, agregó.Pese a las quimioterapias y a que el cáncer le quitó casi todas sus fuerzas, el pediatra escribió otra historia, ‘Eddie and the Last Dodo on Earth’, que está próxima a publicarse y será una sorpresa final para su hijo.Las ganancias de estos dos cuentos serán destinadas a Brain Tumor Research, Royal Medical Foundation, Royal Medical Benevolent Fund y Society for Assistance Of Medical Families, que apoyaron a la familia durante la enfermedad.Naomi, además, trabaja en otros libros para adultos que dejó su esposo y que espera ayuden a médicos y pacientes con este tipo de cáncer.
Dos hermanos salvaron a un corzo de una muerte segura: el animal tenía los ojos y el hocico cubiertos de una capa de nieve en Kazajistán.Los jóvenes Abylaikhan y Nurzhan declararon para la prensa local que estaban conduciendo hacia su casa cuando vieron al animal caminando de forma muy débil, “como si estuviera pidiendo ayuda en la carretera". Y es que no podía levantar el rostro debido al peso del hielo.“Le limpiamos la cara con el mayor cuidado posible y luego lo dejamos ir. Fue una pena que otros conductores también vieran al animal tan débil y no se detuvieran. En estos casos, deberían intentar ayudar", agregó Abylaikhan. Después de socorrer al animal, los hermanos continuaron su camino, vieron a otro corzo herido e intentaron ayudarlo, pero este escapó por "temor a la gente".
Peyton es una estudiante de tercer grado que está librando una batalla más grande que ella: combatir la falta de vivienda de niños en Estados Unidos.Impulsada por ayudar a los menos afortunados, esta pequeña de 8 años aprendió sobre este tema desde muy temprana edad, e inspirada por su tío abuelo que vivió esta situación.La pequeña descubrió que en Estados Unidos hay alrededor de 2,5 millones de niños sin hogar cada año, cosa que no le gustó a esta buena samaritana.“Así que fui a ver a mi mamá y le pregunté si podía invitar a 100 niños sin hogar a mi fiesta de cumpleaños”, declaró Payton para Fox News.Justamente ese es su sueño, organizar una fiesta de cumpleaños con la esperanza de que sus invitados donen sus regalos para los menos afortunados. Sin embargo, la pandemia truncó ese anhelo, pero no impidió que ella continuara con su misión de ayudar.Creó Eye of Child, una plataforma de caridad que no solo crea conciencia sobre esta problemática, sino que envía dinero, juguetes y otros elementos a refugios de su ciudad, Milwaukee, así como parte de Los Ángeles, donde viven algunos familiares de ella.Para la recaudación de dinero, creó camisetas y corazones de crayones caseros para vender en su comunidad local. Todas las ganancias son destinadas a los refugios de personas sin hogar. "Creo que todos los niños merecen sonreír", declaró.Ha recibido mucho apoyo de los miembros de su comunidad y recientemente, pudo enviar bolsas de regalos con productos de higiene para un refugio de mujeres, además le regalaron un cheque de 500 dólares - un poco más de 1.800.000 pesos- y un juguete para cada niño del albergue.Su esperanza es inspirar a sus amiguitos y otros niños a que también donen a los refugios en sus cumpleaños y el objetivo es recaudar otros 1.000 dólares- más de 3.600.000 pesos-, para así comprar productos de higiene y juguetes para dos refugios más.
Cassandra Madison, de 32 años, y Julia Tinetti, de 31, descubrieron que eran hermanas casi una década después de haberse conocido en el trabajo, donde casualmente se hicieron las mejores amigas.Nacieron en República Dominicana y ambas fueron adoptadas por familias de Estados Unidos, país en el que viven.En el año 2013, por cosas de la vida, las jóvenes se conocieron en el bar de Connecticut donde laboraban. Poco después, Julia supo que Cassandra tenía un tatuaje de República Dominicana y ahí descubrieron que ambas eran oriundas de esa nación y que a las dos las adoptaron.“Empezamos a usar ropa a juego, nos divertíamos juntas y les decíamos a todos ‘somos hermanas’”, sin saber que lo que decían era verdad, comentó Cassandra al compartir su increíble historia en Facebook.Aunque la joven se mudó a Virginia en 2015, ella y Julia siguieron en estrecho contacto.Cuando inició 2021, el padre biológico de las jóvenes viajó a Estados Unidos para conocer a Cassandra. En su encuentro, ella le preguntó si habían dado en adopción a algún otro de sus nueve hijos y él le dijo que sí.Cassandra no lo dudó, estaba segura de que Julia era su hermana y viajó de inmediato a Connecticut, donde se hicieron una prueba de ADN que al día siguiente confirmó sus sospechas.“¡La misma mamá, el mismo papá! Solo dos chicas que trabajan juntas descubren que son hermanas”, sostuvo la joven.
La Policía de Nueva York hizo público un video doloroso donde se ve a una mujer minutos antes de abandonar a una niña de 4 años en una calle del Bronx, después de la medianoche del domingo.Las imágenes mostraban a una adulta, que al parecer tiene 20 años y que cubrió su cabeza con lo que parecía una bufanda. Caminaba varios metros delante de la pequeña, que cruzó sola una avenida mientras intentaba alcanzar a su supuesta acompañante.La Policía en Estados Unidos informó que encontró a la menor 10 minutos después de que una cámara de seguridad hubiera captado el video.De inmediato la trasladó a un centro hospitalario, donde certificaron su buen estado de salud.Además del video, las autoridades publicaron la foto de la niña, que dijo llamarse Sidaya, con la esperanza de que alguien pueda identificarla. Por ahora está bajo el cuidado de servicios infantiles.
La adicción a las drogas es un problema que no distingue raza, sexo o condición económica. Madison McManus conoció ese mundo cuando apenas tenía 15 años, en las calles de Nueva Jersey, Estados Unidos.Durante una década no pudo zafarse de las garras de la heroína y, como era de esperarse, la droga, la calle y hasta los arrestos por posesión ilegal empezaron a dejar marcas en su cuerpo.A los 18 años quedó en embarazo. Estuvo sobria durante los nueve meses de gestación, pero su adicción fue más grande: “dejé la escuela y renuncié a la custodia temporal de mi hija, simplemente no podía dejar de consumir”.Desde ese momento empezaron seis años de oscuridad para Madison, pasando por situaciones que aún no está lista para revelar, pero de las que finalmente pudo liberarse gracias a un programa contra las adicciones, el cual conoció en la cárcel.Han pasado tres años desde la última vez que la joven probó la droga. A pesar de esto, aún sigue luchando por recuperar la custodia de su hija, que ya tiene 9 años.“Fue una sensación tan enriquecedora ver que yo era el problema, y que nada cambiaría hasta que yo cambiara. Hoy tengo una paz interior y una tranquilidad que no se puede expresar con palabras”, manifestó al diario Daily Mail.Vea en este enlace las fotografías de cómo luce actualmente Madison. Con un semblante mucho mejor, envía un mensaje de superación: “Esta vida es corta, está destinada a vivir, no a existir atrapado en una enfermedad que te hace sentir vacío. Sigue luchando, esta nueva forma de vida es hermosa. Y recuerda siempre ser agradecido, humilde y abierto y aceptar todo lo que se te presente”.“Hay algo más grande para ti, ¡puedes hacerlo!”, puntualizó.
El pasado 8 de enero una familia de Estados Unidos sufrió la dolorosa pérdida de Milo, la mascota de la casa, quien justo desapareció en medio del frío invierno en el estado de Michigan.Después de 43 días de angustia, sin conocer el paradero de este Springer Spaniel inglés, un albergue de animales recibió la llamada de vecinos que alertaban ladridos en un profundo pozo desde hacía unos días.Los miembros de la fundación Lost Paw acudieron al lugar para auxiliar al canino y, tras rescatarlo y cruzar información con la familia de Milo, descubrieron que era el animal desaparecido desde principios de año.La organización resaltó que es difícil saber qué tantos obstáculos debió sortear el perro, pero de lo que sí están seguros es que tuvo que sortear “temperaturas frías, tormentas de nieve, hambre y deshidratación”, algo de lo que su cuerpo es testigo, pues bajó unos 15 kilos.Lo que no perdieron ni él ni sus dueños, resalta la fundación, fue “la esperanza y esa esperanza finalmente los reunió” pese a que Milo estaba a más de 30 kilómetros de su hogar.
Al ver la sonrisa de Paula Agredo, una caleña de 25 años, es difícil imaginar por lo que ha pasado.“El 2 de febrero de 2021 tuve un accidente bastante grave montando bici”, relata.De ese día no recuerda nada.“Cuando llega mi mamá le dicen que se despida. Le dijeron: ‘ella ya no sobrevive, ella ya no se va a levantar’”, explica la joven.Paula perdió una gran cantidad de masa encefálica.“Me quitaron parte de mi cráneo; yo sé que eso suena 'superguaah', pero sí. No creían que pudiera volver a hablar, no creían que pudiera volver a caminar, no creían que pudiera volver a escribir”, relata.Y lo hizo contra todo pronóstico. Después de dos días en la unidad de cuidados intensivos de la Fundación Valle del Lili, Paula abrazó de nuevo la vida.“Yo qué sé, un milagro, Dios no me tenía agendada, porque en el cielo escucharon las oraciones de todos ustedes, porque mi destino es otro”, reflexiona la joven.Hoy publicó un nuevo video en el que resume las que llama sus pequeñas grandes victorias.Pero, tal vez, la victoria más grande es la de inspirar a otros a sortear las pruebas del destino sin perder la esperanza.
“Es como cuando una hormiga está construyendo su casa moviendo materiales de un lugar a otro. Es milagroso, una magia”, dice Besir Ozalkan, hermano de esta mujer turca que escribió un libro solo con los ojos.Él cuenta que hacer esta obra no fue algo de meses, sino que a ella “le tomó alrededor de tres años, tocando cada letra con sus ojos”.Un gran reto para la mujer de 38 años que ha pasado los últimos 8 en una cama por la enfermedad que le diagnosticaron cuando tenía 25 y con la que perdió toda la movilidad, pero que también le enseñó que se puede ayudar a otras personas, aún sin mover un solo dedo.Y así lo ha hecho. Pese a su condición, es pionera en obras benéficas y con el mismo sistema con el que escribió su libro ha liderado campañas en redes sociales para abrir pozos de agua en África, ocho en total, cifra que espera aumentar con parte de las ganancias de su obra, que se divide en una biografía y un capítulo de poemas."Cuando lees el libro piensas ‘por qué existimos en este mundo y qué se supone que debemos hacer’. Hay historias muy buenas y que invitan a la reflexión", afirma su hermano.'Vida sin cuerpo' ha cautivado a cientos de lectores en Turquía, donde ya salieron a la venta 5 mil ejemplares.Las ganancias de la segunda edición serán destinadas a niños huérfanos.
La carta que el ingeniero agrónomo Julio Córdoba le dejó a su pequeño antes de ser intubado en la clínica Medical Duarte, de la capital de Norte de Santander, se ha convertido en viral después de que fuera publicada por el medio digital Sucre Ola Política.“Hijo, con lágrimas en mis ojos, escribo estas palabras para ti esperando que pases un cumpleaños especial al lado de tus amigos, tu mamá y demás familiares. Te deseo lo mejor del mundo y espero que la vida me permita poder pasar más cumpleaños a tu lado, espero pronto salir de acá, poder abrazarte y darte muchos besos y cuidarte mucho. Disfruta tu día al máximo, te lo mereces, eres el mejor hijo del mundo. Por eso cada día te amo más y me aferro más a la vida, para poder salir sano y salvo de acá de la clínica”, escribió Córdoba.En la carta al niño también agregó: “Te pido me disculpes por no poder compartir este día, hoy contigo, pero mi mente y mi corazón están allá en la distancia, te mando un fuerte abrazo con tu mamá”.Y finalizó: “Atentamente tu papá que nunca te olvida. Feliz cumpleaños, mi amor. Que Dios te bendiga”.El padre añadió un dibujo de los tres y un corazón.Lastimosamente, no pudo cumplir su anhelo de reunirse con su familia pues por las complicaciones que tuvo por el COVID-19 falleció poco después.
Un ciudadano murió tras atentado que se registró en una calle del barrio Porvenir, situado en Bosa, Bogotá. La persona fue auxiliada por la Policía, que lo subió a una patrulla y trasladó a un centro asistencial, donde falleció.En medio de esa labor, una moto de la institución, que hacía labores de escolta, chocó contra un bus del SITP y los dos uniformados que iban a bordo sufrieron graves heridas.Uno de los agentes se debate entre la vida y la muerte.“Se presenta un atentado contra una persona que se encontraba en vía pública, fue impactado con arma de fuego. Fue trasladado a la clínica de Occidente, donde pierde la vida”, indicó el mayor Danny Bobadilla, comandante de la estación de Policía de Bosa.La moto de la institución se estrelló en la avenida de Las Américas con transversal 86.Testigos aseguran que los uniformados se pasaron un semáforo en rojo.“Una de nuestras motorizadas sufre un accidente con un bus de servicio público. Tenemos a un policial en estado crítico”, recalcó Bobadilla.Mientras los galenos tratan de salvar la vida del uniformado, investigadores intentan determinar quién asesinó al ciudadano.
El profesor Juan José Kuhnle murió tras chocar violentamente con un vehículo que, sin saberlo, era conducido por su padre. Según medios de Argentina, donde ocurrió el hecho, el hombre de 39 años no soportó las graves heridas que le produjo el choque cuando iba a casa a almorzar. Los hechos ocurrieron este martes, cuando el profesor se movilizaba por el barrio en el que vivía y donde era vecino de su padre. Al parecer, solo tenía algunos minutos para regresar al trabajo.En contexto: Atropelló a motociclista y al bajar a auxiliarlo descubrió que era su hijo: el final fue fatalTras esta tragedia que enluta por partida doble a una familia se han conocido más detalles. Juan José Kuhnle era docente de matemáticas y llevaba 16 años en la escuela agrotécnica República de Venezuela.Curiosamente, en esa institución educativa había culminado sus estudios y, además, sus padres también se habían desempeñado como docentes.
Dos fleteros en Bogotá que acababan de robar a una mujer asesinaron al taxista Miguel Ángel Gamboa, quien se les atravesó en su fuga.Cámaras de seguridad registraron cómo ocurrió el fleteo en el barrio Mandalay, en la localidad de Kennedy, y el posterior homicidio del conductor de servicio público.En las imágenes se ve una camioneta ingresando a un inmueble y, cuando están cerrando la puerta del garaje, aparece un sujeto que ingresa rápidamente corriendo. Diez segundos después sale con una maleta en la mano y buscando a su cómplice, que lo esperaba en una motocicleta.Otro video muestra a las víctimas del robo y varios ciudadanos persiguiendo a los fleteros para tratar de detenerlos y recuperar los elementos hurtados. Es en ese momento que aparece un taxi que choca la moto, con o sin intención, y hace que los delincuentes pierdan el control del vehículo.El parrillero, que llevaba un arma de fuego, le dispara por la ventana al conductor del vehículo de servicio público.“Este sicario, de una forma vil y cobarde, le dispara a mi familiar sin mediar palabra”, dijo el primo de Miguel Ángel, Marlon Gamboa.Los delincuentes huyeron con el botín por la avenida de Las Américas hacia el oriente, mientras que en el taxi quedó muerto el padre de dos hijos, que solo trataba de ganarse la vida honradamente.El taxista de 52 años es recordado por su familia como una persona que “siempre tenía una sonrisa en su cara”.“Era un gran padre, un gran esposo”, afirmó su primo Marlon.En febrero, 73 personas fueron asesinadas en Bogotá, entre ellas Miguel Ángel Gamboa.Los fleteros y asesinos están libres, igual que los criminales que le dispararon a Árnold Andrey Toro hace cinco meses.
La Secretaría de Seguridad de la capital del Valle del Cauca confirmó la captura de un joven de 21 años que es señalado por la muerte de Celeste, la bebé de un año que falleció en medio de enfrentamiento de hinchas del América y el Deportivo Cali.Conforme a lo revelado por el municipio, la detención se logró tras una investigación "exprés" que duró cuatro días y fue llevada a cabo por la Policía Metropolitana y la Fiscalía General de la Nación.El detenido se ocultaba en una vivienda situada en el barrio La Fortaleza, oriente de la capital del Valle del Cauca. Además, la Policía indicó que durante el incidente que apagó la vida de la pequeña Celeste también resultó herido otro ciudadano. Se le imputarán los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego.En su cuenta de Twitter, Jorge Iván Ospina, alcalde de la ciudad, indicó que ese “falso hincha” será “llevado ante la autoridad”.Cabe recordar que, tras ser impactada por el proyectil, Celeste fue llevada a una clínica al sur de la capital. Luego de luchar en una unidad de cuidados intensivos, murió por la gravedad de sus heridas.
Luke Dufrene conducía por una autopista en Luisiana, Estados Unidos, cuando vio a un hombre salir de su vehículo y dejar a un bebé en un costado de la carretera.“Me detuve y puse mi camioneta frente al niño porque sabía lo peligrosa que era esta carretera”, dijo Luke Dufrene para el medio local The Houma Courier. Posteriormente, llegó la madre del menor junto con otra persona.De acuerdo con la Oficina del Alguacil de Lafourche, la madre presuntamente había sido agredida por el hombre que dejó a su hijo en la autopista.El sospechoso es Dilon Terrebonne, de 27 años y quien se marchó en la camioneta de la mujer con su bebé. Unos kilómetros más adelante se detuvo, colocó al niño en el costado de la carrera y continuó su camino.Ahora se le acusa de agresión doméstica, por estrangular y golpear a la madre del niño, poner en peligro a un menor de edad y uso no autorizado de un vehículo motorizado.Por otro lado, Luke Dufrene manifestó que no se considera un héroe, sino un buen samaritano que estaba haciendo lo correcto: “Siento que hice lo que haría cualquier ser humano”.