Miles de migrantes que ingresaron a pie a Guatemala, en su viaje desde Honduras hacia Estados Unidos, fueron frenados este domingo por la policía que les lanzó gas lacrimógeno y por militares que aporrearon con palos a quienes insistían en avanzar a empujones.Los migrantes fueron cercados en una carretera del poblado de Vado Hondo, en el departamento de Chiquimula, frontera con Honduras. Según cifras oficiales, hasta este lugar han llegado al menos 6.000 de las 9.000 personas que se estima ingresaron a Guatemala."Esto es demasiado (la actitud de la policía). Venimos de forma humilde. No estamos haciendo mal a nadie", dijo la hondureña Marisol Domínguez, de 35 años. La mujer viaja con su esposo, huyendo de la crítica situación económica en su país, agravada por el paso desastroso de los huracanes Eta e Iota en noviembre."No nos vamos a mover ni a darnos por vencidos. No es posible volver a Honduras a lo mismo", sentenció Domínguez, quien dejó en su país a cargo de familiares a cinco hijos de entre 2 y 13 años.Desde la noche del sábado, los migrantes están varados en este punto estratégico a menos de 50 km de la frontera, pues es difícil continuar el rumbo por otro lado ante la accidentada geografía del lugar.El cerco de GiammatteiLa orden de los uniformados es evitar el paso ante el riesgo de contagios de covid-19, según un acuerdo del presidente Alejandro Giammattei, que faculta el uso de la fuerza para contener el éxodo."No somos delincuentes. No entiendo por qué nos están tratando mal", agregó Carlos, de 26 años, originario de San Antonio de Cortés y quien viaja con su esposa y dos pequeñas hijas.Luego del altercado, el grupo retrocedió unos pocos metros y aguarda en el camino por un nuevo intento de pasar pese a la gresca que dejó a varios lesionados. A diferencia del viernes, cuando la policía iba desarmada y no contuvo el ingreso de la caravana por el paso fronterizo de El Florido debido la presencia de niños, en esta ocasión un grupo portaba armas de fuego.Los hondureños aseguran que buscan escapar de la pobreza, la violencia, el desempleo, falta de educación y salud, lo que se agravó también por la pandemia del COVID-19.La caravana además está alentada por la esperanza de una posible flexibilización de las políticas migratorias en Estados Unidos, cuando el presidente electo, Joe Biden, asuma el próximo 20 de enero, una ilusión compleja."No pierdan su tiempo y dinero y no arriesguen su seguridad y salud. Es un viaje mortal", precisó el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), Mark A. Morgan."No tienen corazón"Dixón Vázquez, de 29 años, hondureño originario de La Lima Cortés, suplicó a las autoridades guatemaltecas que los dejen seguir."No tienen corazón, estamos arriesgando la vida, no hay trabajo en Honduras", comentó.El joven se va de Honduras, pero aún la lleva puesta en la piel. Viste la camiseta del Olimpia, un popular equipo de su país. Cuenta que el agro se quedó sin trabajo porque los campos de banano se perdieron con los huracanes.En tanto, los jóvenes esposos Víctor Clemente, de 19 años, y Gisela Orellana, de 16, decidieron dejar San Pedro Sula, en el norte de Honduras, porque la mitad de esa región quedó afectada por las tormentas y la pandemia.Con apenas seis meses casados, la pareja quiere llegar "al norte" (Estados Unidos), porque "no tienen nada que hacer" en su tierra natal, mencionó Víctor.Pandillas "infiltradas"El director general de Migración guatemalteca, Guillermo Díaz, en un video divulgado por la entidad declaró que los migrantes no pasarán. Quien quiera hacerlo debe realizar un cruce legal, con documentos y presentar una prueba negativa de coronavirus.Aseguró que, tras los incidentes en Vado Hondo, los servicios de "inteligencia" institucional, detectaron que en el grupo marchan "infiltrados elementos de maras (pandillas) de Honduras y de crimen organizado".Hasta ahora cerca de 1.383 personas de la caravana han sido devueltas a Honduras, entre ellas 192 niños.La mayoría del grupo partió la madrugada del viernes desde la estación de buses de San Pedro Sula, habitual lugar de salida de las caravanas de migrantes rumbo a Estados Unidos con miles de personas desde octubre de 2018, aunque muchas han fracasado por la intensificación de los controles.Si esta caravana logra recorrer 450 o 664 km por Guatemala, según el trayecto que elijan, intentará entrar por el paso fronterizo de Tecún Umán (suroeste) a México, que ya blindó su frontera.
En Honduras unas 70 mil personas han sido evacuadas ante la llegada en las próximas horas del huracán Iota.La zona norte de esa nación, golpeada por la furia de Eta, se prepara para recibir este fenómeno climático.Las autoridades ya han realizados evacuaciones de unas 70 mil personas en departamentos donde consideran que Iota dejaría los más graves estragos.Según cifras del gobierno hondureño, 58 personas muertas y 2 millones de afectados dejó la tormenta Eta en su paso por ese país.Por su parte, Nicaragua también se alista para el paso de Iota, pues se espera que toque tierra la noche de este lunes.El gobierno dispuso una unidad de transporte público con el objetivo de evacuar a los moradores del barrio Biscuit.
Viviendas sepultadas bajo lodo y tierra es el panorama que se registra en Bambito, Panamá, tras el paso del huracán Eta. Cinco personas murieron y 11 más están desaparecidas.Rescatistas buscan los cuerpos de quienes quedaron atrapados al momento de los deslaves, mientras las familias regresan a sus casas destruidas con la esperanza de recuperar algo de lo que tenían.“Con esfuerzo he logrado lo que tenía, pasó esto y ahora todo se me perdió. Tuve tiempo de salir yo, nomás con lo que cargaba puesto”, dijo Gil Estrivi, panameño damnificado.En Honduras, la cifra de víctimas mortales ascendió a 57 y se estima que alrededor de un millón de personas quedaron sin hogar.“Las inundaciones nos ahogaron todas las pertenencias y quedamos a la deriva, sin nada”, afirmó Francisco Rodríguez, hondureño damnificado."Este gobierno se tiene que poner las pilas ya a tratar de ayudar a la gente en víveres, en cuestión de camas y todo eso porque acá todo el mundo quedó en nada”, afirmó Magdaleno Canales, otro hondureño afectado.El sur de México también resultó seriamente afectado. En Chiapas se registró una veintena de muertos, entre ellos 10 indígenas y en Guatemala más de 100 muertos y decenas de desaparecidos.Después de su paso por Centroamérica, México y Cuba, ETA tocó tierra en los cayos del sur de Florida, Estados Unidos, en donde dejó inundaciones en Dade y Broward.La tormenta ETA aún sigue viva, se encuentra en aguas del golfo de México y volverá a tocar tierra al final de esta semana en algún punto hacia el norte de Tampa o en estados cercanos como Louisiana y Mississipi.
El aeropuerto internacional Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula, el principal de Honduras, resultó altamente afectado por las lluvias generadas por Eta. A aunque en principio fue huracán, pasó a ser tormenta tropical en Nicaragua y salió de territorio hondureño como depresión.En imágenes que se han hecho virales en redes sociales se observa que el interior de la terminal quedó totalmente inundado y tomas aéreas dan cuenta de que las aguas anegaron las pistas de aterrizaje. La depresión tropical Eta dejó a su paso por Honduras 23 fallecidos, 2 personas desaparecidas, más de 1,6 millones afectadas y más de 16.000 rescatadas, informaron este viernes autoridades de protección civil."Lamentablemente dentro de las estadísticas preliminares tenemos la muerte de 23 compatriotas" como consecuencia de las lluvias causadas por Eta, dijo la jefa de Operaciones de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Yanci López, en una comparecencia de prensa.El informe del organismo de protección civil también añade dos personas desaparecidas debido a las inundaciones y derrumbes de tierra y rocas.El país centroamericano ha habilitado 170 albergues temporales, la mayoría en el departamento de Cortés, en el norte, para más de 9.000 personas que integran 1.939 familias."Hemos trabajado para poder activar albergues y en las acciones de evacuación, en conjunto con los cuerpos de socorro", enfatizó López.Señaló además que la Comisión de Contingencias ha entregado agua y más de 13.900 libras (6.318 kilos) de alimentos en el municipio de La Lima, San Pedro Sula, Potrerillos, y la ciudad de La Ceiba, en el norte y caribe del país.Más de 1,66 millones de personas han resultado afectadas, 4.280 evacuadas y 16.369 rescatadas en varias regiones del país, principalmente de Cortés, donde cientos de familias continúan esperando que las autoridades les ayuden a salir después que sus viviendas se inundarán.Eta, que el martes entró a Centroamérica por Nicaragua convertido en huracán categoría 4 de la escala Saffir-Simpson, también destruyó 20 puentes, 219.104 manzanas (152.765 hectáreas) de cultivos, y daño 905 carreteras.Según el informe de la Copeco, en varios departamentos hondureños hay 64 incomunicadas por la destrucción de carreteras, puentes y derrumbes que causó Eta.
Más de 3.000 hondureños partieron la noche del miércoles hacia Estados Unidos desafiando la pandemia del coronavirus, huyendo del desempleo y en busca de mejores condiciones de vida, según confesaron a la AFP.Los migrantes despegaron a pie de la terminal de buses de a San Pedro Sula, la segunda ciudad de Honduras, situada 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa.Miembros de la Cruz Roja Hondureña, que abastecían a los migrantes de documentos de orientación para la travesía y medicamentos básicos, aseguraron a la AFP que contabilizaron unos 1.200 en un primer grupo y cerca de 2.000 en un segundo que partió horas después.La AFP constató que todos avanzaban a pie por grupos a la orilla de la carretera hacia la frontera con Guatemala por la aduana de Corinto, por momentos bajo llovizna."Nosotros no le ponemos mente a eso de la pandemia, es en lo último que uno piensa. Queremos sacar adelante a la familia", dijo a la AFP Jefrey Amaya, de 20 años, quien llegó a la terminal en un grupo de siete jóvenes desde la comunidad de El Negrito, departamento de Yoro, a unos 20 kilómetros de San Pedro Sula.Jefrey dijo que atendió una convocatoria que vio en redes sociales divulgada por personas no identificadas.
Los galenos que evaluaron al presidente "indican que su manejo sea intrahospitalario" por "hallazgos laboratoriales de una neumonía", declaró a periodistas el portavoz del gobierno sobre la pandemia, Francis Contreras, desde el Hospital Militar.Añadió que Hernández "presenta algunos infiltrados en los pulmones (pero) su estado general de salud es bueno".De 51 años, el mandatario anunció la noche del martes que el fin de semana sintió malestares que resultaron ser causados por el COVID-19.Añadió que seguiría en sus funciones mediante el "teletrabajo" mientras empezaba el tratamiento de "síntomas leves".Su esposa, Ana García, también dio positivo al nuevo coronavirus, aunque no presentó síntomas.Hernández reconoció que los hospitales que atienden a los contagiados están "colapsados".En un comunicado, el gobierno aseguró que el presidente "mantuvo en todo momento las medidas de prevención recomendadas por las autoridades sanitarias; sin embargo, por la naturaleza de su trabajo no fue posible permanecer en aislamiento total, expuesto al riesgo del contagio".Honduras, con 9,5 millones de habitantes, es uno de los países de Centroamérica más afectados por la pandemia con una explosión de casos, sobre todo en Tegucigalpa y la norteña San Pedro Sula, la segunda ciudad del país.El sistema de riesgos dio a conocer la noche del martes que el país registra 9.178 casos, 322 fallecidos y 1.025 recuperados.Sin embargo, algunos expertos afirman que hay un subregistro debido a las pocas pruebas de diagnóstico que se realizan en el país, alrededor de 1.000 diarias.
El homicidio múltiple se registró en una populosa colonia de Tegucigalpa, la capital.Las víctimas, que no han sido identificadas, fueron sacadas por la fuerza de su vivienda y llevadas a un pequeño cerro en el oriente de la ciudad.Las víctimas, incluidas un menor de edad, tenían golpes que al parecer fueron ocasionados con piedras, según el informe policial.Las autoridades de Honduras indicaron que investigan el múltiple asesinato y que hasta ahora no han determinado el móvil del crimen.La violencia en Honduras, donde rige un toque de queda desde mediados de marzo, deja este año un promedio de alrededor de siete asesinatos al día, atribuidos a distintos motivos, según autoridades locales.Con este asesinato múltiple, suman 16 las matanzas registradas este año en el país centroamericano dentro de las 1.295 muertes violentas ocurridas, según datos de la Secretaría de Seguridad y del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.Las matanzas en el país dejan alrededor de 60 homicidios sólo en esa modalidad este año, y el 60% de ellos ha ocurrido en medio de la pandemia del COVID-19.Los asesinatos múltiples se han perpetrado en los departamentos de Cortés, Francisco Morazán, donde se localiza Tegucigalpa y Ocotepeque.El 69,6% de las víctimas en asesinatos múltiples son hombres y el 30,4% mujeres, según el Observatorio de la Violencia.Los cuerpos de seguridad del Estado y el Ministerio Público investigan el móvil de las matanzas ocurridas en el país y, según las primeras pesquisas, muchas ocurren por la disputa de territorio para la distribución y venta de drogas entre pandillas o bandas criminales.En los últimos años el Gobierno hondureño ha puesto en marcha varias medidas para bajar la violencia, que incluyen la creación de nuevas fuerzas de seguridad.La violencia causada por el crimen organizado y el narcotráfico es uno de los principales problemas de Honduras, uno de los países utilizados para el paso de la droga que llega de Suramérica con destino a Estados Unidos.
Se trata del centro Cardiopulmonar del Tórax, donde 40 de las 103 camas que tienen están ocupadas y les quedan 6 cupos de los 13 disponibles para cuidados intensivos.La cifra de víctimas fatales se acerca a las 200 en el país centroamericano.El Gobierno de Honduras extendió hasta el 31 de mayo la alerta roja y el toque de queda que rige desde mediados de marzo como medida preventiva para evitar la propagación del coronavirus.Sin embargo, la población puede salir a diario a abastecerse a supermercados, farmacias, ferreterías, bancos y expendedoras de combustible bajo medidas de protección y mediante un control a partir del último dígito de su tarjeta de identidad o pasaporte.
Hombres armados llegaron al juzgado donde alias ‘el Porkys’ testificaba y se lo llevaron. En la huida mataron a cuatro miembros de la fuerza pública. Otros cuatro policías resultaron heridos este jueves en el norte de Honduras, al ser atacados a tiros por miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), que lograron liberar a uno de sus líderes. Policía detalló que el cabecilla de la MS-13, Alexander Mendoza, alias ‘el Porkys’, estaba declarando en el juzgado de la comunidad de El Progreso, 140 km al norte de la capital, cuando ocurrió el ataque. Una veintena de pandilleros llegó en vehículos y abrió fuego contra los miembros de la Policía Militar y a otros efectivos que formaban un cordón de seguridad. En medio del ataque, Mendoza, que estaba preso desde diciembre del 2015 y condenado a 20 años de cárcel acusado de asesinar a dos fiscales, logró escapar. El Ministerio de Seguridad emitió un comunicado en el que ofrece un millón de lempiras (unos 39.000 dólares) "a la persona que brinde información contundente que permita la inmediata recaptura" de Mendoza. "Se coordinan esfuerzos entre los entes de seguridad del Estado para lograr la recaptura de este peligroso criminal, que en su plan de fuga acabó con la vida de valiosos funcionarios policiales y militares", informó el ministerio. La MS-13 y la pandilla Barrio 18, así como los grupos de narcotráfico, protagonizan una violencia que ha convertido a Honduras en unos de los países con más homicidios del mundo. En 2019, la tasa fue estimada en unos 44 homicidios por cada 100.000 habitantes, según cifras preliminares del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional.
Con esto se eleva a 36 el número de presos fallecidos en las últimas 48 horas en motines. El portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina), José Coello, afirmó a periodistas que 18 presos murieron -inicialmente informó de 16- en una pelea en la cárcel del municipio de El Porvenir, departamento central de Francisco Morazán. Otros dos presos resultaron heridos con arma blanca, por lo que fueron trasladados al Hospital Escuela de Tegucigalpa, donde supuestamente falleció uno de ellos, extremo que no ha sido confirmado por las autoridades. La matanza, la segunda que ocurre en 48 horas en una cárcel del país y cuyas causas aún se desconocen, ocurrió pese a que una comisión interventora asumió el control de la prisión el jueves pasado luego de que el poder Ejecutivo declaró el estado de emergencia en el sistema penitenciario. Un total de 18 presos murieron el viernes en un tiroteo en la cárcel de Tela, departamento caribeño de Atlántida, en el que además más de una docena resultaron lesionados. La Comisión Interventora del sistema penitenciario de Honduras dijo que las dos matanzas buscan evitar que las autoridades impongan control en las prisiones del país. "Que estas acciones violentas son una escalada del mundo criminal para tratar de evitar que la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario a través de Fusina (Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional) imponga los controles necesarios en los centros penitenciarios del país", indicaron autoridades de la junta en un comunicado. Aseguró que las autoridades policiales y militares de "manera inmediata" retomaron "el orden y control" de la cárcel gracias a la "rápida acción" de elementos de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional asignados al penal. El coordinador de Seguridad del Gobierno, Luis Suazo, confirmó también la matanza de 18 reclusos y aseguró que este tipo de crímenes múltiples son planificados por grupos criminales. "Uno de los grupos criminales ha tomado la determinación de tratar de revertir este proceso (intervención de cárceles)" iniciado la semana pasada, subrayó el alto funcionario. Enfatizó además que la estrategia de estos grupos criminales es "llamar la atención" de organizaciones de derechos humanos. Por su parte, el presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras, Hugo Maldonado, dijo a periodistas sentirse "quebrantado" ante la nueva matanza en una cárcel, la segunda en 48 horas. "Ya basta de tanta muerte" en el sistema penitenciario, subrayó Maldonado, quien dijo que un enfrentamiento entre pandilleros es la principal hipótesis del crimen múltiple. Maldonado hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que "ayude" al Gobierno hondureño a "preparar" a los guardias penitenciarios puesto que "queda la duda de que el personal se sigue prestando" para actividades ilícitas dentro de las cárceles. Compuesto por unas 30 cárceles, el sistema penitenciario alberga a unos 22.000 reclusos, cuando su capacidad máxima es de 8.000, y menos de la mitad de los presos han sido condenados. Los presidios de Honduras son considerados una "bomba de tiempo", por el hacinamiento, los problemas de infraestructura y un número de presos en detención preventiva.
Con buenos ojos y optimismo, los líderes mundiales usaron sus redes sociales para darle la bienvenida a Joe Biden a la Casa Blanca. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leren, agradeció al nuevo mandatario por el inspirador discurso inaugural y por su predisposición para cooperar con el viejo continente.Boris Johnson, primer ministro británico, felicitó al presidente estadounidense y aseguró que el liderazgo del país norteamericano es vital para temas como el COVID-19 y el cambio climático.Sobre este último tema, el mandatario de Francia, Emmanuel Macron, le dio de nuevo la bienvenida a Estados Unidos al Acuerdo de París, del cual había salido durante la administración Trump.Israel, gran aliado del país americano, aprovechó para recordar los compromisos de luchar contra Irán."Espero trabajar con ustedes para fortalecer aún más la alianza entre Estados Unidos e Israel, continuar expandiendo la paz entre Israel y el mundo árabe. Enfrentar desafíos comunes, el principal de ellos es la amenaza que representa Irán ", declaró Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel.En cambio, Irán se mostró entusiasta al haber felicitado el “fin” de la era del ”tirano” Donald Trump.El presidente de España, Pedro Sánchez, expresó que con el nuevo gobierno ganó la “democracia sobre la extrema derecha y sus tres métodos: el engaño masivo, la división nacional y la violación”.El líder mundial de la Iglesia católica, el papa Francisco, llamó a Biden y lo animó a favorecer la reconciliación en los Estados Unidos.
Joe Biden, el presidente número 46 de Estados Unidos, enfrenta uno de los mayores retos en la historia, no solo de ese país, sino del mundo: el coronavirus. En su discurso, dejó ver que la pandemia será un tema fundamental en su gobierno, incluso por encima de temas políticos. “Estamos ahora en un periodo que puede ser el más duro y el más difícil y debemos dejar la política de lado para que enfrentemos a esta pandemia como una nación. Les prometo lo siguiente como dice la biblia: quizás en la noche las cosas son difíciles, pero en la mañana las cosas vuelven a establecerse”, dijo Biden.Y no es para menos, ya que Estados Unidos encabeza la lista de contagios y muertos por COVID-19 a nivel mundial con cifras que superan los 24 millones de contagios y alcanzan los 405.400 muertos. “Pocas personas en la historia de nuestra nación han visto un momento más problemático y difícil que ahora, un virus único por primera vez”, manifestó. El demócrata fue enfático en resaltar una vez más que es necesario unir fuerzas para superar este virus. “Con unidad podemos hacer cosas importantes, cosas buenas, podemos hacer las cosas bien, corregir lo incorrecto; podemos enseñar a nuestros niños en escuelas seguras, podemos superar a este virus tan terrible”, afirmó. Justo al finalizar su discurso, y como el mismo lo denominó "su primer acto como presidente", Biden hizo un nuevo homenaje a las víctimas mortales del COVID-19. “Mi primer acto como presidente será pedirles a ustedes que me acompañen en un momento de plegaria silenciosa recordando a todos aquellos que perdimos en la pandemia. Los 400.000 estadounidenses: madres, hijos, hijas compañeros de trabajo, vecinos. Por lo tanto vamos a hacer una plegaria en silencio para todos aquellos que nos dejaron”, expresó.
Uno de los principales retos que tiene Joe Biden, nuevo presidente de los Estados Unidos, es acelerar la reactivación de la economía de su país. En su discurso de posesión lo dejó claro.“Entiendo que muchos de mis conciudadanos ven el futuro con temor, con dudas, entiendo que se preocupan por sus empleos, entiendo que, al igual que mi padre, están con insomnio por la noche y piensan si pueden seguir pagando la hipoteca, el seguro de salud, piensan en sus familias, pero ¿cuál es el próximo paso?”, dijo.Anotó que los entiende, pero señaló que “la respuesta no es introspección y tampoco estar en desacuerdo con los otros o no confiar en los otros”, porque no todos tienen “las noticias de las mismas fuentes”.“Tenemos que terminar con esta guerra civil”, sostuvo el mandatario norteamericano.Esa notable disminución de los ingresos de los hogares americanos es una consecuencia de la crisis que trajo la pandemia del coronavirus COVID-19.En el último año, según cifras oficiales, Estados Unidos perdió cerca 10 millones de puestos de trabajo y hoy su tasa de desempleo está en 6,7%. En ese mismo periodo, 244 empresas presentaron solicitudes de quiebra, el mayor número desde 2009.“Se han perdido millones de puestos de trabajo, cientos de miles de empresas cerraron”, sostuvo Biden.En medio de ese panorama, el presidente promete tener como prioridad en su agenda de gobierno lo que él llama la reconstrucción de la clase media.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este miércoles una salva de decretos incluyendo una orden para que el país vuelva a estar comprometido con el acuerdo de París sobre el clima y un documento para anular la decisión de dejar la Organización Mundial de la Salud (OMS)."Vamos a combatir el cambio climático de una forma que no habíamos intentado hasta ahora", dijo Biden a los periodistas, tras firmar los decretos que incluyen medidas de protección medioambiental, pero también normas para luchar contra la pandemia de COVID-19.El mandatario indicó que sus acciones contra el coronavirus, que ha dejado 400.000 muertos, "van a ayudar a cambiar el curso de la crisis".Entre las medidas está la obligación de utilizar mascarillas en las instalaciones federales, los transportes interestatales y para los funcionarios del gobierno central.Otra decisión adoptada es la suspensión de los trabajos de construcción del muro en la frontera con México e iniciativas para expandir la diversidad y la participación de minorías en el gobierno federal.Biden busca distanciarse de su predecesor Donald Trump y marcar el rumbo de su gobierno con esta salva de decretos firmados, unas horas después de haber asumido el cargo.El retorno al Acuerdo de París sobre el clima, que Estados Unidos adoptó en 2016 durante la presidencia de Barack Obama, cuando Biden era vicepresidente, fue elogiado por otros líderes."Bienvenido", celebró el presidente de Francia, Emmanuel Macron.El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, saludó la decisión, pero le pidió adoptar un "ambicioso" plan contra el calentamiento global."Esperamos el liderazgo de Estados Unidos en la aceleración del esfuerzo mundial hacia un cero neto [en las emisiones de carbono], inclusive presentando una nueva contribución nacional con metas ambiciosas para 2030 y financiación climática antes de la COP26 en Glasgow a finales de este año", añadió.Consejeros de Biden anunciaron que aprobaría 17 decretos, pero la prensa tuvo que abandonar el despacho antes de que el mandatario finalizara de firmar las carpetas.
Por medio de redes sociales Thalía aseguró sentirse muy angustiada por el estado de salud de su abuela Eva Mange Márquez, quien este lunes cumplió 103 años."Lejos de una celebración nos encontramos en una situación de angustia y gran sorpresa. Hemos encontrado a nuestra abuela en condiciones totalmente inaceptables", escribió la cantante en su cuenta de Instagram en compañía de una imagen de doña Eva comiendo un helado.Aunque Thalía apuntó que le era imposible dar más detalles sobre "lo acontecido a su salud", invitó a sus seguidores a hacer una oración por ella y agradeció a aquellos quienes le habían hecho llegar sus felicitaciones.Asimismo, el pasado sábado 16 de enero la actriz y medio hermana de la cantante, Laura Zapata, anunció que el estado de salud de su también abuela era delicado y que pese a ello celebraba "desde ya" el cumpleaños y la vida de doña Eva."Estoy festejando los 103 años de mi adorada abuela, desafortunadamente ha sufrido una merma en su salud y yo me encuentro en este momento atendiendo este suceso para determinar el motivo de la disminución de su salud, agradezco su interés", explicó también en redes con duras imágenes. Zapata, quien se dedica en mayor medida al cuidado de su abuela, también publicó una foto acompañada de una enfermera para anunciar que se había realizado una prueba PCR para determinar que estuviera libre de la COVID-19 y que, tras haber dado negativo, pudo estar cerca de su abuela.En años anteriores el cumpleaños de la abuela Eva había servido como un pretexto para reunir a la familia y celebrar dicha fecha.En el cumpleaños 102 de la señora, Thalía felicitó a distancia a su querida abuela por medio de una videollamada cuando se llevaba a cabo una fiesta organizada por Zapata en un centro de la tercera edad.Desde entonces, Zapata - actriz de "La Gata" (2014) - aseguró que su relación con la cantante era buena gracias al respeto que la famosa artista tiene hacia ella y aseguró que Thalía mantiene una participación activa en el cuidado de su abuela.