La Policía de La Guajira tuvo que intervenir una fiesta clandestina a la que habían asistido más de 400 personas a celebrar un cumpleaños. El organizador del evento fue capturado y se impusieron duras sanciones a los ciudadanos que violaron las restricciones sanitarias dictadas para evitar el contagio del coronavirus COVID-19.La ilegal celebración se llevó a cabo en Maicao. Wharlinton Gualdrón, comandante de la Policía de la Guajira, habló sobre la intervención.“Por la violación de las medidas sanitarias se procede a dar captura al organizador del evento, quien fue puesto a disposición de la autoridad judicial competente. Como también se llevó a cabo la imposición de comparendos por comportamientos contrarios al código nacional de convivencia”, afirmó el comandante.Aunque las autoridades no revelaron nombres, se supo que reconocidas agrupaciones vallenatas estuvieron tocando en el lugar.“Estaban participando varias agrupaciones que contaban con la asistencia de cerca de 400 personas, oriundas de diferentes municipios de La Guajira. Al tener conocimiento de la fiesta, nos trasladamos con todas nuestras capacidades y con apoyo especial del Ejército”, concluyó Wharlinton Gualdrón.
Como un defensor de lo justo, apático a la corrupción, soñador con una Guajira diferente y crítico de los gobiernos es recordado Enrique Herrera, conocido en su tierra como ‘el palabrero de la radio’, el periodista que perdió la batalla contra el COVID-19, virus del que les pregonaba a sus oyentes para que se cuidaran.“Mi papá duró 21 días luchando para salir adelante contra el COVID-19. Él, que siempre fue un luchador incansable por La Guajira, llegó a un punto en que sus fuerzas no dieron más”, dijo aún conmovida Astrid Herrera.“Sabemos que toda la Guajira siente la partida de mi papá porque era un líder innato de este departamento, un defensor incansable de su desarrollo”, agregó la hija del comunicador, cuya voz era escuchada en una emisora local.Sus luchas seguirán siendo recordadas por sus oyentes.“Peleaba por su departamento y no perdía la oportunidad de encontrarse con un presidente o un ministro y decirle qué era lo que necesitaba La Guajira”, recordó Ismael Fernández, director de la emisora Cardenal, donde todos los días ‘el palabrero de la radio’ tenía un espacio.Enrique Herrera será recordado como un periodista sin pelos en la lengua, capaz de recorrer su territorio para denunciar las desigualdades.El comunicador fue sepultado en el cementerio central de Riohacha.
Ibis Ojeda, una reconocida líder de víctimas, reclamante de tierras y defensora de derechos humanos, narró el ataque armado del que fue víctima cuando se movilizaba entre el municipio de Albania y Riohacha, en La Guajira.“Gritaba y gritaba que me habían dado en la cabeza, el terror fue tremendo. Cuando llego a Machobayo, que nos recibe la Policía, me llama mi hija y yo lo primero que le digo es que estoy herida, porque yo estaba en pánico. Yo gritaba era que estaba muerta, no le deseo eso a nadie estoy es aterrorizada”, contó.La lideresa asegura que ha recibido amenazas de muerte a través de llamadas, mensajes de texto, cartas y hasta de desconocidos, que se le han acercado para que salga del departamento de La Guajira.Dice que la Fiscalía y ella conocen quiénes son los sospechosos del atentado.“Hemos puesto algunas denuncias, en estos momentos yo puedo imaginarme pero no puedo decir nombres por seguridad, pero la Fiscalía sabe que yo he dado nombres de personas", señaló.Las autoridades dicen estar trabajando de manera conjunta para atender estos casos que ponen en riesgo la vida de líderes del departamento.“Unas averiguaciones de manera conjunta con fiscales especializados que hoy están atendiendo no sólo ese caso, si no otros casos que se han presentado en los últimos meses en el departamento de La Guajira”, respondió sobre lo sucedido el secretario de Gobierno de La Guajira, Jairo Aguilar Deluque.Por ahora, esta líder estudia la posibilidad de salir del departamento junto a su familia, ante los frecuentes ataques y amenazas que ha recibido.
Una nueva masacre se registró al finalizar el domingo en Colombia. Esta vez en el municipio fronterizo de Maicao, en el departamento de La Guajira.El hecho se presentó en la calle 23 con carrera primera, a donde llegaron hombres armados y dispararon contra varias personas que se encontraban a las afueras de un local. Una de las víctimas mortales sería un menor de edad, que estaba en el lugar en compañía de su padre.La mañana de este lunes autoridades realizaron un consejo de seguridad de manera extraordinaria. Uno de los atacantes ya estaría identificado.
La Corte Suprema de Justicia puso fin a una dura batalla judicial que buscaba definir quién era el gerente del hospital de Uribia, municipio ubicado en La Guajira.La decisión de la Corte Suprema de Justicia deja en el cargo, entonces, al médico Alexander Quintana, el gerente que había sido nombrado por el alcalde actual del municipio de Uribia, Bonifacio Henríquez Palmar.Este tendrá uno de los retos más importantes luego que la institución de salud tuviera dos gerentes durante estos meses: deberá destrabar varios procesos y hacer el pago tanto de nómina como de proveedores.El hospital del municipio de Uribia atiende unos 90 mil pacientes al año.“Se ratifica el cargo que he venido asumiendo desde el 19 de agosto con muchas trabas, con relación a que habían dicho dos fallos de tutela que no permitía que se manejara de una manera adecuada el estado presupuestal de la institución", dijo Quintana.Durante los dos meses que el hospital estuvo con dos gerentes, uno nombrado por el alcalde y una enfermera que alcanzó a ser gerente por unos ocho años y que quería continuar en el cargo, el hospital estuvo sin manejo presupuestal, no había para el combustible de las ambulancias, medicamentos, insumos médicos y artículos de protección personal.Los pacientes celebran está decisión y esperan mejoras en la atención."Anteriormente no sabíamos quién era el gerente, pero ahora sí que hay uno solo y ahora que esa persona que está aquí que nos ayude a nosotros los wayú, más que todo porque somos los más vulnerables", opinó Alicia Jusayú, paciente del hospital de Uribia.Las cuentas bancarias del hospital ya fueron desbloqueadas y se espera pagar los dos meses de nómina que les deben a empleados y proveedores."Ya nos permite como administración municipal articular con la ESE y les abre las puertas al gobierno nacional, departamental y organismos internacionales para que miran este hospital como una puerta para ayudar al pueblo wayú en materia de salud", señaló el alcalde Henríquez.
En el aislamiento humano al inicio de la pandemia del coronavirus la naturaleza respiró. Y cuando inició la reapertura de los sectores económicos, como el turismo, la meta era alejarse del concreto para disfrutar de los paisajes que hay en cada rincón del país.Lugares como el parque santuario de Los Flamencos, en La Guajira; el Tayrona, en Santa Marta; Barichara y el Cañón del Chicamocha, en Santander, y Puerto Carreño, en Vichada, son algunos de los sitios que empiezan a recuperarse económicamente tras meses de cierre.Rodrigo Atuesta, presidente ejecutivo de Acotur, afirmó que el coronavirus tuvo incidencia en ese despertar hacia la naturaleza."Estamos empezando a darnos cuenta qué tenemos con el territorio para poder ser un país libre en turismo sostenible. Con la pandemia ha crecido la sensibilidad de la gente, sobre el impacto que nuestras decisiones de consumo tienen sobre las realidades en las que vivimos. Los viajeros cada vez están buscando experiencias únicas, experiencias en donde se involucren a través del aprendizaje la conexión, de cómo nosotros hacemos parte de, en vez de visitarla", resaltó.¿Cómo debe ser el turismo en Colombia para que sea sostenible y a largo plazo?Álvaro Rojas es uno de esos guías turísticos orgullosos que disfrutan de este renacer.Este experto en aves muestra desde su cayuco la belleza de la fauna y flora en Los Flamencos, ubicado a 35 minutos de Riohacha.“Lo más hermoso de esto es compartir conocimiento, darle a conocer nuestras hermosas especies de aves, que disfruten ese recorrido en vela. Las aves representan paz, amor, alegría, usted viene estresado de la ciudad y se va mucho más relajado”, dice sobre su labor.Este plan turístico le genera ingresos al 70% de los miembros del santuario, unas 50 familias wayú aproximadamente, capacitadas para recibir a turistas no solo del interior del país, también de Europa.Otra beneficiaria de este turismo sostenible es Janeth Viviescas, que ha involucrado a los turistas en su oficio para que sientan sentir parte de sus tradiciones en Barichara.Ella es tejedora fibra de plátano y con su labor crea silletería, bolsos, cortinas y tapetes, entre otros productos, oficio que se creció antes de la llegada de la pandemia.Aunque su casa no tiene aviso y no es fácil llegar a ella, gracias a las caminatas que ofrecen a turistas para recorrer Barichara–Guane ella crea conciencia de su cultura con el trabajo que realiza.“Han venido personas de otros países, hacen su ruta y pasan por acá, un guía turístico es quien les traduce todo. Los turistas siempre me dicen que es una innovación, que no han visto esto en ningún lado y así me ha salido mucho más trabajo”, cuenta.Como la de Janeth, ya hay 18 experiencias donde la comunidad ratifica su compromiso con la sostenibilidad de la región.Puerto Carreño, Vichada, también está atrayendo a extranjeros. A dos horas del casco urbano una familia creó el rancho Barú, donde los turistas pueden ver chigüiros, venados, aves y más especies.Para mantener el distanciamiento diseñaron chozas para cada visitante.Duramos siete meses con cero ventas: presidenta de Anato¿Cómo cuidar los recursos de fauna y flora del turismo?Estudios demuestran que un viajero consume aproximadamente 25% más energía que una persona local y a nivel mundial el turismo representa el 5% del consumo total de agua.Durante los viajes, los visitantes consumen hasta cuatro veces más agua que los residentes.Es por eso que la ambientalista y naturalista Sandra Bessudo espera que “estas nuevas oportunidades se hagan desde el comienzo bien y no vayamos, por querer hacer de esto un boom, que se nos vuelva un turismo masivo. Tiene que ser un turismo responsable: cómo nos vamos a comportar durante nuestra visita, no solamente con las comunidades que viven ahí. Es un turismo de observar, de silencio”.Algo en lo que coincide el mamo de la etnia kowi Oren Nuguita Coronao."Es la misma madre naturaleza la que nos ha exigido el cambio que tenemos que hacer, el mar, los ríos. Nos dimos cuenta de que en estos meses con la pandemia se hizo respetar. El personal que venga tiene que venir con un objetivo diferente que es la conservación", pide el líder indígena desde la Sierra Nevada de Santa Marta, el corazón del mundo, donde está el parque natural Tayrona, territorio ancestral de las comunidades indígenas kankuamo, kogui, wiwa y arhuaco.Jeferson Rojas, jefe de este parque, les recuerda a los visitantes que "es un espacio de salud para respirar, para entender de manera distinta la relación de los seres humanos con el territorio. El Tayrona les ofrece tranquilidad, observación de aves, de fauna, las bellezas de nuestra costa Caribe".Por eso, "todo visitante debe venir con recipientes retornables para bajar las presiones en cuanto al manejo de residuos sólidos", dice Álvaro José Jiménez, funcionario del lugar.También surgió el ecoturismo, con el que las comunidades rurales encontraron una fuente de empleo, pero, además, una manera de aportar a la conservación de sus ecosistemas.Reviva el capítulo completo de El proyecto es Colombia: turismoNo obstante, el doctor Julián Osorio, especialista de la Unesco en turismo, advierte que "la sostenibilidad no solamente es la experiencia del turista, sino lo que realmente hay detrás de la cadena del valor y el funcionamiento en el sector turístico. No solo es llevar turistas, sino escuelas, seguridad, educación, el turismo sostenible es de inversión".
Las afectaciones por las lluvias dejan un recuerdo imborrable para cientos de familias en La Guajira, que hoy intentan reponerse de los daños causados por inundaciones de ríos y arroyos.“Se me perdió todo, me dejaron sin rancho y nada y ahora tengo que desarmar y buscar así sea recogiendo o comprando para tener mi rancho”, expresó Yudis Pushaina, afectada por la inundación en Uribia.“Nos tocó correr con mis hijos, con mi papá diabético. No hallaba para dónde agarrar con mis hijos, esto es una necesidad terrible”, aseguró Nelson Ospino.Por su parte, Matilde Ramos, otra afectada, espera que el presidente Iván Duque, quien lidera una reunión en Riohacha, le dé solución a las inundaciones que todos los años se registran en Villa Fátima, un barrio ubicado a orillas del río Ranchería.“Lo que le pedimos es que haga algo por nuestro barrio, aquí estamos inundados, nos ha afectado bastante el agua”, manifestó.La cifra de afectados en toda La Guajira subió a 37.412. Además, hay 5.133 casas averiadas, mil kilómetros de vías afectadas y 1.429 personas evacuadas.Los municipios con mayores emergencias son Uribia, Riohacha y Maicao.“Frente a la ayuda humanitaria alimentaria, se están preparando unos kits para apoyar a estas familias que están en situación de inundación. Por parte del gobierno departamental, ya teniendo en cuenta que existe una declaración de calamidad pública, un plan específico elaborado, de acuerdo con esas líneas se va a realizar una intervención”, indicó William Iguarán, coordinador de gestión del riesgo en La Guajira.Los organismos de socorro pidieron seguir extremando las medidas desde los municipios por lo menos hasta el 30 de noviembre que termina la temporada de huracanes de este año.
Casas llenas de agua, ranchos soportando la fuerza de los arroyos y calles completamente inundadas es el panorama que se vive hoy en Uribia. La emergencia obligó a decenas de familias wayú a salir de las viviendas y a buscar albergue temporal."Se perdió todo, mis cortos, mis chinchorros, todo dejamos, la casa, pero está llena de agua”, lamentó Laura González, afectada por las inundaciones.Hasta el momento se cuentan 762 familias afectadas en el municipio y la cifra sigue en aumento.Los 21 corregimientos de Uribia están afectados y los alimentos comienza a escasear. Ya se declaró la calamidad pública. "En estos momentos tenemos albergadas 1.318 personas que hemos logrado evacuar de sus hogares, la situación es crítica en la zona rural debido a que las vías de acceso no están habilitadas", explicó Yankaine Pimienta, alcaldesa (e) de Uribia.
Ante el inminente riesgo de que la tormenta tropical Iota se convierta en huracán al llegar al archipiélago de San Andrés y Providencia, las autoridades en la isla han hecho una serie de recomendaciones a la comunidad para que protejan sus viviendas y sus vidas ante eventuales emergencias.“Primero asegurar techos, tener sus ventanas sin ningún problema de cierre, limpiar todos los sistemas de aguas lluvias”, explica Willie Gordon, comandante del Cuerpo de Bomberos de San Andrés.La Oficina de Gestión del Riesgo de Cartagena les solicitó a los comités barriales de emergencias y a las juntas de acción comunal, que apoyen la atención de cualquier contingencia que se presente este fin de semana por las lluvias. El distrito instaló un puesto de mando unificado para evaluar el comportamiento del clima con relación a la tormenta.En el departamento del Atlántico las autoridades extremaron las medidas ante el paso de Iota, según los pronósticos esta zona del país se verá afectada durante todo el fin de semana con intensas lluvias y fuertes vientos.En La Guajira se han registrado algunas lluvias de variada intensidad en los municipios de Uribia y Maicao relacionadas al temporal.Doce playas en Santa Marta estarán cerradas al público por prevención durante este sábado. La medida se tomó ante la alta probabilidad que aumente el oleaje y el viento por el paso de Iota por el Caribe colombiano.Aunque el pronóstico puede variar, la recomendación del Ideam es estar atentos ante los cambios climáticos que se presenten en la región caribe del país.
Luego del asesinato del empresario Esnéider Murillo durante un intento de fleteo en Maicao, centro-oriente de La Guajira, las autoridades indagan para conocer de dónde salió la información de que la víctima se movilizaba con una gran suma de dinero.En un video se observa a los dos sujetos cuando pasan por la misma calle donde ocurrió el crimen, que también fue captado por cámaras de seguridad. El ladrón se acercó al carro de la víctima, intentó abrir la puerta y, como no pudo, disparó. Luego, emprendió la huida.“Le pedimos a todas las autoridades que este hecho no quede impune y todo el pueblo de Maicao repudia este hecho doloroso”, afirmó Rafael Bermúdez, cuñado del comerciante, quien fue atacado en presencia de sus dos hijos y una sobrina, y mientras su esposa abría el portón de la casa.Las autoridades están ofreciendo una millonaria recompensa para dar con el asesino del reconocido empresario de Maicao. Asimismo, la Policía continúa con las investigaciones para esclarecer si, además de las dos personas que aparecen en el video, había otros involucrados en el hecho.“Son 15 millones de pesos que se unen a los 15 millones de pesos que está ofreciendo la Administración municipal de Maicao. Esperamos que, con las acciones investigativas que está realizando la Policía, logremos la captura del responsable”, aseguró Jairo Aguilar Deluque, secretario de Gobierno de La Guajira.Según el secretario de Gobierno de Maicao, Rafael Solano, se intensifica una campaña para que todos los que saquen grandes sumas de dinero en esta época, lo hagan con el acompañamiento de las autoridades.“Hemos articulado con las entidades financieras para seguir prestando el servicio de acompañamiento de la Policía a todos los ciudadanos al momento de hacer retiros. Lo que buscamos es que haya la mayor tranquilidad de nuestros ciudadanos”, señaló el funcionario.La Policía de La Guajira no ha hecho referencia a este caso, pero se conoció que las investigaciones avanzan y se espera que en las próximas horas se den a conocer nuevos detalles sobre el mismo.
El observatorio de salud del Distrito asevera que en la capital hay 141 camas para atender casos de coronavirus. Sin embargo, recientemente falleció el docente Mauricio López por falta de una.“Estuvo tres días esperando una UCI que nunca llegó”, dijo la esposa del profesor, Jeizer Jiménez.¿Qué responde el Distrito ante esta versión? “Negar que estamos en un momento de supremas dificultades con la red hospitalaria sería tratar de tapar el sol con un dedo. Estamos en alerta roja hospitalaria, en Bogotá y otras muchas ciudades del mundo. Regulamos permanentemente los pacientes, eso lleva a que podamos ubicar unos y a que otros se demoren más, sobre todo cuando se requieren otro tipo de especialidades”, explicó el secretario de Salud, Alejandro Gómez.“En el turno del 16 de enero logramos ubicar 133 pacientes en camas UCI en la ciudad de Bogotá. Desconocer el dolor de la gente, la angustia de las familias para quienes ha sido más difícil encontrar una cama sería una responsabilidad. Trabajamos día y noche para lograr con el giro-cama la mejor asignación de nuestros recursos”, añadió.El funcionario manifestó que enviar pacientes para que sean atendidos en otras ciudades no es “una debilidad del sistema” y que así se procede, incluso cuando no hay pandemia. Como ejemplo, dijo que “entre el primero de diciembre y la fecha actual hemos recibido más de 240 pacientes que no son de Bogotá. Eso es lo normal”.En fechas anteriores se dijo que Bogotá llegaría a 4.000 camas UCI, pero hay 2.300. ¿Qué pasó con las otras casi 2.000 camas? Esto respondió Gómez:“El error de haber dicho que íbamos a subir hasta 4.000 unidades de cuidados intensivos es responsabilidad mía. Hicimos, al momento del inicio de la pandemia, unos cálculos de cuántas camas se podían transformar en unidades de cuidados intensivos en el momento más difícil. Nos dimos cuenta de nuestro error y lo corregimos antes de un mes. Eso lo habíamos dicho en marzo y en abril ya habíamos dicho que nuestra capacidad de crecimiento iba a estar en los 2.000 y no en los 4.000”.“Entendimos que poner una cama UCI no es solo la cama. Sino además de la maquinaria, el talento humano”, puntualizó.
Una batalla campal se libró durante la intervención de una cigarrería de la localidad de Bosa. Aunque los ciudadanos estaban violando la ley seca y el toque de queda, atacaron a las autoridades que llegaron a ejercer control sobre la actividad ilícita.A pocas cuadras de ese lugar, las autoridades llegaron hasta un billar, al que lograron ingresar con el apoyo de los Bomberos, pues los presentes se negaban a abrir la puerta.“Se realizó el sellamiento a un billar y a una cigarrería-licorería por aglomeración, venta y consumo de licor. Se impusieron 34 comparendo y se judicializó a 4 personas por agresión a la fuerza pública”, detalló Lizeth González, alcaldesa de Bosa, sobre los operativos.Paralelamente en la localidad de Engativá una fiesta clandestina fue intervenida gracias a la denuncia que hizo un ciudadano, reuniones que están completamente prohibidas durante la cuarentena estricta.Señaló la alcaldesa Ángela María Moreno que eran 20 personas en una vivienda de Villas de Granada las que realizaban la celebración ilegal.(Vea aquí: Le contamos dónde denunciar si ve o escucha fiestas este fin de semana en Bogotá)Por otro lado, en la localidad de Suba en un establecimiento de barrio se encontraron 10 personas ingiriendo licor.Las autoridades sellaron el local por 10 días e impartieron comparendos a las personas que estaban en el lugar por violar la cuarentena estricta.Para las autoridades, estos hechos son comportamientos que no tienen ninguna justificación en medio de la compleja situación que atraviesa el país por cuenta de la propagación del COVID-19.
La auxiliar de enfermería Cindy Díaz Martínez, que trabajó en la clinica Medical Duarte, fue despedida entre aplausos por compañeros, amigos y familiares. Falleció por el coronavirus.“Seguimos lamentando la muerte de nuestra compañera. Hay un desorden en toda la ciudad, en todo el departamento”, manifestó Aristidez Hernández, presidente de Anthoc Norte de Santander.En ese departamento ya son 36 los trabajadores de la salud que han muerto por el mortal virus.Los profesionales de la salud son los que están en la primera línea de batalla salvando las vidas de sus pacientes y exponiendo las suyas en esta labor. Por esta, en Norte de Santander se mantiene un toque de queda nocturno para evitar la propagación del coronavirus y que este genere más muertes.Ante el panorama de personal de salud fallecido y contagiado por el coronavirus, el gremio médico insiste en una cuarentena total o por lo menos que se decrete en las diferentes comunas de la ciudad.
Una mujer de 28 años falleció en Medellín, luego de caer del sexto piso de la clínica del Rosario, ubicada en el centro de la capital de Antioquia, a bordo de su vehículo. El lamentable accidente ocurrió cuando estaba estacionando el automotor en el parqueadero.“Al verificar la situación, en el piso sexto estaba una señora parqueando el vehículo que había llegado a una cita médica. Por equivocación pisa al acelerador, el carro rompe el muro y se va hasta el patio de la casa (contigua)”, dijo el coronel Daniel Mazo, comandante operativo de la Policía del Valle de Aburrá.La familia de la mujer intentó auxiliarla, pero lamentablemente no se pudo hacer nada para salvarla.
Luisa Fernanda W volvió a compartir con sus seguidores en la popular actividad de preguntas y respuestas a través de las historias de Instagram. En medio de este ejercicio, fue admirada al explicar cómo ha logrado que el pasado no afecte su vida actual, pero todo cambió cuando respondió a una pregunta sobre su tatuaje que dice “Lega”.“Mi tatuaje que dice ‘Lega’: significa legado. Cada vez que me siento frustrada ese tattoo me recuerda que estoy viva y que debo continuar con mis propósitos", afirmó la influenciadora paisa, cuya pareja actual es el cantante caleño Pipe Bueno y con quien recientemente tuvo a su hijo Máximo.Esta respuesta inquietó a algunos y acabó siendo objeto de críticas. "Oye, qué embarrada que digas que tu tattoo es otra cosa, fue por Legarda, no pasa nada si lo dices", comentó una usuaria.Frente al hecho, Luisa Fernanda W no guardo silenció y les salió al paso a los cuestionamientos. Aclaró que Fabio Legarda, el cantante que lamentablemente falleció tras recibir un impacto de bala durante un fleteo a otra persona, sí fue una de las razones por las que se hizo el tatuaje.“Con ustedes no se puede tocar este tema con respeto. El tatuaje me lo hice por él y por muchas otras razones, el significado es tan grande, tan mío. Pero esto hoy vuelve y me deja una enseñanza, nunca más volver a hablar del tema públicamente”, aseguró.Por lo tanto, anotó que ya no volverá a responder este tipo de preguntas y finalmente le pidió disculpas a su familia porque siente que “hablar de estas cosas en público no es necesario".