Los bajos niveles del río Sinú afectan el servicio de agua potable en Montería. Ante el fenómeno de El Niño, caracterizado por la escasez de lluvias y altas temperaturas, las autoridades recomiendan a los ciudadanos usar de manera consciente el líquido para aprovecharlo al máximo. Los bajos niveles del afluente restringen la operación y captación de los tubos y la planta de tratamiento de la ciudad. Esta situación también afecta el Urabá antioqueño, en el cual varias comunidades del municipio de Murindó han quedado incomunicadas ante la difícil navegación del río, producto de la sequía. Según las autoridades, la escasez de agua potable causada por la falta de lluvias ha afectado a 1.200 personas.
Más de un millón de dólares de la multinacional habrían llegado a manos de las AUC a través de este contacto, según un documento que tiene la Fiscalía. La alianza criminal de esta empresa, según el ente investigador, se habría pactado con el exparamilitar Raúl Emilio Hasbún Mendoza, alias ‘Pedro bonito’, a quien le pagaban tres centavos de dólar por caja de banano exportada. El ente acusador tiene registros de más de cien pagos que se habrían hecho a través de Banadex, su filial en Colombia. En la investigación de la Fiscalía se estableció que los dineros, pactados en una reunión convocada por la casa Castaño, eran consignados directamente a las cuentas bancarias de las Convivir desde donde se transferían a las cuentas personales de Teresa Hasbún Mendoza, hermana de alias ‘Pedro bonito’, y de allí llegaban a las AUC o los Power Rangers, como se hacían llamar en ese entonces. Los testimonios de varias personas que prestaban servicios en las bananeras fueron claves. Pero también, el testimonio del exjefe paramilitar Fredy Rendón Herrera, alias ‘el Alemán’, quien señaló a ‘Pedro bonito’ como jefe del bloque bananero. "Tenían un acuerdo con las comercializadoras o empresas bananeras, que les pagaran algunos centavos de dólar por caja exportada para financiar esa autodefensa", dijo en su testimonio Rendón Herrera. La Fiscalía cree que con ese aporte financiero la poderosa multinacional contribuyó con la expansión de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá y, en consecuencia, con la perpetración de varios crímenes. Los registros dan cuenta del homicidio de 4.335 personas entre 1995 y 2004 en Apartadó, Turbo, Chigorodó y Carepa. Por estos aparentes pagos ilícitos, la Fiscalía llamó a juicio a 13 exdirectivos y compulsó copias para que se investigue a alcaldes, gobernadores directores de la superintendencia de vigilancia y seguridad. Entre los vinculados está el expresidente Uribe, quien para la época era gobernador de Antioquia. La decisión también ratifica que el caso es de lesa humanidad.
Octavio Arcila es el fundador de Pasos de Inclusión, una fundación que rehabilita de forma física y espiritual a las víctimas de la droga.
En lugares donde el Estado nunca ha hecho presencia, estos entrenadores les muestran otras opciones de vida a los menores del Urabá.
Esta decisión, adoptada por la Agencia Nacional de Infraestructura, busca poner fin a ataques y bloqueos que tienen paralizado al eje bananero. Alcaldía de Turbo dio a conocer la medida tras un consejo de seguridad extraordinario realizado en Carepa y en el que participaron la Gobernación de Antioquia, la Policía y el Ejército. Alejandro Abuchar, alcalde de ese municipio, hizo un llamado a la calma: Este viernes, se intensificaron las manifestaciones y enfrentamientos con autoridades. Aunque un comité cívico de ciudadanos protestaba pacíficamente, otros incineraron dos de los tres peajes en discusión: el de Riogrande, ubicado sobre el eje vial bananero entre Apartadó y Turbo, y el de Cirilo, entre Turbo y Necoclí. El único que queda en pie es el de Chaparral, ubicado entre Chigorodó y Apartadó. Entre las casetas no hay más de 70 kilómetros de distancia. Vea, además: Urabá está sitiada: incendian Alcaldía de Apartadó y destruyen dos... En medio de las crecientes protestas, en Chigorodó se produjo la agresión contra el coronel Luis Eduardo Soler, comandante de la Policía de Urabá, y contra otro uniformado que lo acompañaba. Según contó el alcalde de Apartadó, Eliécer Arteaga, estaban “en la búsqueda de la solución del problema (...) un coronel, el alcalde de Chigorodó y un sacerdote fueron totalmente agredidos en medio de la buena fe y por buscarle solución a este problema”. El argumento de los líderes de la manifestación es que esos peajes afectarán la economía de las personas de estratos bajos de la región, ya que estas continuamente se están trasladando en pequeños vehículos de un municipio a otro para el comercio y actividades de trabajo.
Dicen que los están matando por reclamar tierras despojadas. En total, 25 de ellos buscan reunirse con altos funcionarios para abordar la problemática. “Ya les mataron a varios familiares, aseguran que los pistoleros ahora van por ellos sin que el Estado mueva un ápice para protegerlos”, declaró el padre Alberto Franco, director de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz. “Se están agotando las palabras, muchas veces he estado en los funerales de familiares de ellos y ellas y es muy doloroso que se vuelve algo repetitivo”, añadió el religioso. En total, 60 líderes están amenazados en el Bajo Atrato y el Urabá Antioqueño. “Nos han hecho amenazas directamente y que si estamos un día más en el territorio no responden por la vida de ninguno de nosotros”, declaró uno de los afectados. El último de los dirigentes asesinados, en el noroccidente del país, fue Hernán Darío Bedoya. Al reclamante de tierras le dispararon en 14 oportunidades el pasado 8 de diciembre. Asesinan a otro reclamante de tierras en Chocó | Noticias Caracol
La caída de ‘Culo de toro’ y cinco de sus guardaespaldas enardeció al segundo al mando de la banda. Así fue el operativo. En un improvisado cambuche, ubicado en zona rural de Unguía, Chocó, y custodiado por cinco de los mejores pistoleros del clan del Golfo, permanecía escondido Efrén Vargas Gutiérrez alias ‘Rafa o Culo de toro’. Una pareja de agentes encubiertos fue la encargada de llegar hasta la zona y entregar las coordenadas a los comandos especiales de la Policía y el Ejército para que entraran de sorpresa al escondite. Golpe al Clan del Golfo: abatieron al hermano de alias ‘Gavilán’ |... En el enfrentamiento murieron sus escoltas y alias ‘Rafa’. La furia de ‘Gavilán’ se puso al descubierto en la interceptación de una comunicación en la que ordena incrementar la persecución y muerte de militares y policías. Pese a la orden criminal, el director de la Sijín aseguró que los operativos contra el clan, a través de la segunda fase de Agamenón, se incrementarán, especialmente en el Urabá. Las autoridades se muestran preocupadas por la orden de alias ‘Gavilán’, por quien se ofrecen hasta cinco millones de dólares de recompensa.
La corrupción y las bandas criminales tienen acorralada a la prensa en esa zona de Antioquia. Noticias Caracol conoció un testimonio. Informe especial. Camina como si fuera perseguido de cerca por la muerte. Sus trayectos son cortos: de la estación de policía a la casa. Sergio Monsalve Rojas, periodista local en Chigorodó, Urabá antioqueño, solo respira hondo cuando llega al jardín de su casa. “Bueno Marcela, lamento tener que recibirla en estas condiciones por el tema de seguridad, porque ahora no puedo tener una oficina. Este es mi búnker, bienvenida”, dice Sergio. “Sí, mis amenazas empezaron desde marzo del año pasado”, responde al preguntársele si ese era su lugar de trabajo. No deje de ver: ¡Estoy en la inmunda!: campesinos siguen bajo amenaza de grupos delincuenciales en Urabá Lleva ocho meses encerrado tras las rejas de su hogar. Entre luces y sombras escribe los textos de sus nuevas denuncias. Tuvo que alejarse de los micrófonos de una emisora local. Sergio, usted dice que lleva siete meses trabajando en estas condiciones. ¿Por qué? “Porque temo por mi vida, porque estoy amenazado, porque tengo tres intentos de ataque en el municipio y si salgo, doy papaya. La primera vez me abordó alguien en la calle, me dijo que me callara y que no fuera sapo y que si no me iban a callar”, recuerda el comunicador. “Intento hacer caso omiso, pero las amenazas siguieron llegando”, añade. Monsalve es un periodista con olfato fino para temas de corrupción, microtráfico de drogas, y bandas criminales en la zona de Urabá. “Soy periodista independiente en la emisora comunitaria, que es el único medio radial del municipio donde fui censurado (Chigorodó). A mí me cerraron el programa y me lo cerraron en un momento en el que estaba haciendo denuncias públicas de contratación en el municipio”, explica sobre las razones de las amenazas. Le puede interesar: ¿Revive el paramilitarismo? Este video hace temer lo peor en el Urabá antioqueño Además, dice que varias veces ha sido abordado por sicarios, hasta helarle la sangre. “Yo voy caminando y me para una moto al lado y digo: aquí fue”, cuenta sobre los temerosos encuentros. ¿O sea que usted se ha visto muchas veces muerto? “Sí, sí, tengo que decirlo que sí”, afirma. Y fue la hoja amenazante que le dejaron en la puerta de su casa con la cruz pintada y que decía "sapo hp si se descuida se muere", la que lo llevó a reportar su caso a todos los organismos nacionales y buscar seguridad en la Unidad Nacional de Protección (UNP). ¿Con qué seguridad física cuenta usted? “Mi seguridad es un chaleco, un chaleco antibalas que me entregó la UNP. Me dijeron que... Un botón de pánico, se supone que lo debo presionar cuando esté en riesgo. Ellos me llaman luego a un teléfono para verificar si estoy en riesgo, cuál es mi riesgo y después ellos se comunicarían (para saber) donde estoy. ¿Quiere que le diga la verdad? Eso es una burla. Yo, mientras (pasa) todo eso, cojo mi celular y llamo a la Policía directamente”, describe Monsalve sobre su esquema de seguridad. También recuerda como el primer caso que denunció viviendo en Medellín lo llevó al desplazamiento intraurbano; las amenazas de muerte fueron dirigidas a su pequeña hija. “Mi hija, cuando tenía siete años, fue amenazada de muerte porque denuncie hechos irregulares de una fundación donde se habían robado un dinero a través de un presupuesto participativo en la ciudad de Medellín”, relata. ¿Si hubo periodistas que fueron asesinados, si otros tuvieron que salir de Urabá, usted porque sigue acá? “Yo entendí que la solución no es correr. Cuando me vaya, me va a pasar lo mismo. Este es mi trabajo, yo tengo que luchar por la libertad de prensa, por la información, por la verdad, por decir lo que es por los derechos de una comunidad, pero como decía mi abuelo cuando yo era un niño: ‘mijo’, aunque tenga miedo, no lo deje ver”, puntualiza el periodista. La situación de Sergio Monsalve fue conocida por la Mesa de Derechos Humanos de los periodistas en Antioquia, que ha emitido las alertas tempranas. “El periodismo tiene una mordaza en Antioquia. Por ejemplo, en Urabá, cuando se hacen las denuncias de (despojo de) tierras, cuando se habla de microtráfico (de drogas) y temas de extorsión, esos temas son intocables o (los periodistas) se van de la zona o los asesinan. En los primeros dos meses de 2017 tuvimos nueve periodistas amenazados en Antioquia, cuatro en Urabá”, denuncia Juan David Betancur, presidente de la Mesa de Derechos Humanos de los periodistas en Antioquia. ¿Por qué estoy sintiendo en usted un ánimo de valentía, pero también lo siento derrotado? “Yo creo que no estoy derrotado por las amenazas de los ilegales, yo estoy derrotado por el abandono y la desidia y la ineficiencia del Estado”, señala Monsalve. En la soledad de su casa, este periodista soporta con valentía la decisión que tomó un día de asumir el periodismo independiente, mientras lucha por no ser un número más en la cifra de periodistas asesinados.
Desde septiembre, 5 reclamantes de tierras han sido asesinados y 120 líderes sociales, desterrados. Estructuras políticas y Clan del Golfo, tras régimen del terror. ¡Ahora estoy en la inmunda! Son las palabras de un campesino desterrado de la vereda Guacamayas, corregimiento Macondo, municipio de Turbo, en Urabá. “Tenía mi ganadito, mi galponcito y ahora me tocó salir y estoy en la inmunda, nos dieron para salir del lugar unos días, ya se nos acabó la ganga”, dice acongojado Julio León Correa, líder de restitución de tierras. Había vuelto a su finca, donde vivió tranquilamente dos años, hasta que regresaron los violentos. “Se identificaron como Autodefensas Gaitanistas; se nos llevaron como 50 cabezas de ganado y luego ya tomaron presión contra nosotros y una persona muy confiable, muy amiga mía, me dijo: ‘si los declaran objetivo militar los van a asesinar’.”, relata. Permanece enjaulado en la que llama su cárcel de cemento en la ciudad. A sus 51 años este campesino recio llora su desdicha. “Tengo un hijo de 9 años y tengo que tenerlo en otro lugar…a donde estoy no lo puedo tener”, cuenta entre sollozos. Su rostro representa a las nuevas víctimas del despojo de Urabá que va en aumento desde que se firmaron los acuerdos de paz con las FARC en La Habana. En la región han asesinado desde septiembre a 5 reclamantes de tierra y 120 líderes sociales han sido obligados al destierro. “Urabá es un estado mafioso, en Urabá no hay una violencia grande pero nadie habla; todo el mundo dice que tiene miedo. ‘Otoniel’ dice que tiene siete alcaldes en el Urabá”, explica Áriel Ávila, experto en conflicto armado. Sobre el mapa, el analista describe cómo un territorio colombiano privilegiado por su belleza y su riqueza se convirtió por décadas en el botín que enamoró al clan narcoparamilitar más estructurado de país. Un botín de oro, rutas de droga, paso de ilegales y tierras. “El clan es una marioneta de estructuras políticas de esa región, hay personas que están en la legalidad que le pagan al Clan del Golfo para que asesine victimas que están reclamando las tierras que le despojaron, el Clan del Golfo es la parte criminal, la parte fea de una gran estructura”, indica Ávila. El poder del Clan del Golfo, conocidos como los Urabeños o los Úsuga, corresponde a una sola estructura delincuencial monolítica unida por cinco mandos. “Hay una cosa que llaman la ‘mesa directiva’ que son 51 mandos que están en todo el país y cada mando contiene una región, tiene autonomía para hacer sus negocios. Ellos contribuyen a una fuerza élite que llaman Autodefensas Gaitanistas de Colombia y, debajo, el lumpen criminal que es lo que ellos contratan. Así funcionan los Urabeños es una organización criminal que funciona bajo un escritorio de 51 personas”, añade el analista. Resguardando su identidad, un hombre, al que llamaremos el ‘informante de Urabá’ nos habla. Salió huyendo de la zona hace dos meses. “Ellos tienen vehículos de alta gama y motos sencillas. También tienen campaneros que utilizan como mototaxi pero que la gente también los conoce. Ellos cuando llega una persona nueva, una persona rara son automáticamente identificados y hasta desaparecidos”, explica el hombre. El informante habla de nuevas alianzas armadas. “Luego que se firmó la paz en La Habana esos grupos han cogido más fuerza, algunos guerrilleros que no desertaron pues ahora negociaron con esa Bacrim y están trabajando con ellos”. Agamenón, la operación de Policía más grande de la historia de Colombia cumplió dos años. Contaba con enormes recursos: un presupuesto diario de 150 millones de pesos, un equipo élite de 1.200 policías especializados, flotilla aérea, mostrar los Black Hawk y Bell, armamento, avanzados sistemas de telecomunicaciones e inteligencia; mostrar lo avanzados sistemas de comunicación con apoyo de la DEA y Europol. Su objetivo: detener a la cúpula de Los Urabeños a quienes llamaron Clan del Golfo y frenar de un tajo su expansión territorial en el país. Según Ariel Ávila, “Agamenón sirvió para que algunas personas dieran ruedas de prensa, para que capturaran algunos mandos medios para nada más. La verdad es que el Clan del Golfo sigue teniendo la misma estructura, el mismo control y la población sigue teniendo el mismo miedo”. Para la Fundación Paz y Reconciliación, el Clan del Golfo es una estructura criminal. “A ellos hay que ofrecerles una alternativa de salida de ese mundo criminal bajo la figura de sometimiento a la justicia pero negociaciones de paz no va a haber”, dice su director. Un panorama desolador que pareciera no tener una salida visible para devolverle al país una región altamente productiva, donde familias nativas como la de Julio puedan recuperar de una vez y por todas un lugar libre y en paz sobre la tierra.
En Urabá se come pan a secas debido a la extorsión a productores y comerciantes de bebidas. Venta de cerveza, gaseosa y hasta agua se ve afectada. La región está controlada por el hampa organizada que impone la ley del silencio.
El Ministerio de Salud indicó que del total de 2.013.014 infectados con COVID-19 en Colombia, hay 123.817 casos activos.Este domingo 24 de enero se reportaron 12.516 contagios nuevos de coronavirus.Bogotá (4.043), Antioquia (1.659) y Valle del Cauca (1.542) son los lugares con más casos recientes.Según cifras de la Universidad Johns Hopkins, Colombia está en el puesto 11 de países con más casos, por debajo de Estados Unidos, India, Brasil, Rusia, Reino Unido, Francia, España, Italia, Turquía y Alemania. Ocupa, además, el puesto 12 en el número de muertes en el mundo.El número de muertes por COVID-19 en Colombia subió a 51.374Reporte de fallecidos enero 24 (392)Bogotá (73), Valle del Cauca (55), Antioquia (40) y Cundinamarca (36) encabezaron la lista de decesos.Según el informe del Instituto Nacional de Salud, 42 de los fallecidos corresponden a las últimas horas y los otros 350 a días anteriores. De ellos, 203 no tenían comorbilidades.Hoy se procesaron 51.549 pruebas: 38.926 PCR y 12.623 de antígenos. El número de recuperados es de 1.832.168.Departamentos con coronavirus en Colombia:Desde finales de noviembre, Colombia ha experimentado un aumento preocupante de casos, por lo que mandatarios locales han tenido que volver a medidas como toques de queda o pico y cédula. El aislamiento selectivo se extendió al 28 de febrero.Autoridades insisten en practicar un adecuado lavado de manos, usar tapabocas, mantener distancia social, utilizar geles antibacteriales, cuidar a la población vulnerable y respetar las medidas de aislamiento preventivo de cada ciudad.#EstáEnTusManos
Luego de someterlo a votación entre sus integrantes, el Partido FARC hizo oficial el cambio de su nombre: ahora se llamará Comunes. Con esta decisión, concluye un ciclo para el movimiento que mantuvo tras la firma del acuerdo de paz el nombre FARC en su iniciativa política.Sin embargo, Rodrigo Londoño, también conocido como Timochenko, reconoció que es difícil hacer política en el país bajo ese nombre, que los colombianos relacionan más con la guerra y el conflicto armado en el país.“Nuestro nuevo nombre es Comunes. Es una apuesta real y transformadora por la paz de Colombia hecha por la gente del común”, anotó el partido a través de su cuenta en Twitter. Aunque se presentaron tres propuestas, Comunes fue la iniciativa que obtuvo la mayoría de los votos entre los miembros del partido. “Somos Comunes, es nuestra nueva imagen. De hoy en adelante somos el partido Comunes, y el partido de la paz, la reconciliación y el amor para la vida”, expresó Pastor Alape.La decisión se tomó durante la segunda Asamblea Nacional Extraordinaria del partido que tuvo lugar este fin de semana con participación de excombatientes alrededor de todo el país. El cambio ha generado diferentes comentarios en la opinión pública, para algunos llegó tarde, mientras otros consideran que es acertado.
Santiago Umba debutó por la puerta grande en el ciclismo internacional, ya que dio la pelea en la Vuelta al Táchira. El escarabajo llegó como gregario del Androni Giocattoli y terminó como el mejor de su equipo.“Finalizamos la Vuelta al Táchira y de verdad que están muy contentos en el equipo con el resultado. Es mi primera carrera profesional y estar al mismo nivel de Oscar Sevilla y Danny Osorio, estar disputando con ellos me llena de mucha motivación y mucha confianza para el resto de la temporada”, dijo Santiago Umba en declaraciones divulgadas por su oficina de prensa.Vea el gol de Yerry Mina en el Everton vs. Sheffield Wednesday de la FA CupEl boyacense, quien finalizó cuarto en la general de la Vuelta al Táchira a 7:35 de Roniel Campos, agradeció a sus compañeros de equipo, quienes “estuvieron muy pendientes de mí durante la carrera”.Santiago Umba, de 18 años, finalizó contando que su siguiente competencia será “el Campeonato Nacional en Pereira (4 al 7 de febrero) y esperemos poder estar ahí en la disputa”.
Este domingo, en el estadio Goodinson Park, Everton recibe al Sheffield Wednesday, por la cuarta ronda de la FA Cup. El tercer gol fue conexión colombiana entre James Rodríguez y Yerry Mina .
Al menos 150 niños que habitan en una invasión del barrio Aguablanca, oriente de Cali, no saben si podrán estudiar en el 2021, pues no cuentan ni con computadores ni internet. Ellos terminaron el anterior año lectivo gracias a que pidieron prestados celulares para mandar sus tareas.Las historias de Gian Carlos y Bryan Cortés, dos hermanitos que viven en ese sector de la capital del Valle del Cauca, es la misma de millones de niños en todo Colombia. Ellos quieren estudiar, pero no tienen los recursos tecnológicos para hacerlo.“Yo quiero ser doctor, quiero curar gente. Quiero ayudar a mi mamá, sacarla adelante y comprar una casa”, dijo Bryan con la ilusión de un niño cuyos sueños, a pesar de las evidentes adversidades, están intactos.Estela Cortés, madre de los dos menores, es recicladora de oficio. Con las uñas los ha sacado adelante, pero ahora la educación se convirtió en un privilegio que no les puede dar.“Los matriculé, pero la situación es imposible. Quiero que sean niños de bien y estudien”, dijo la progenitora.Gian Carlos pide ayuda para seguir con su ilusión de estudiar: “El año pasado teníamos un celular viejito, pero ya se me dañó, no tengo celular y ya no tengo cómo hacer las tareas”.William Rodríguez, secretario de Educación de Cali aseguró que esta dependencia lidera una campaña para que los caleños donen elementos tecnológicos y niños como Gian Carlos y Bryan vean sus clases virtuales.